Sobre la «crisis migratoria» en Ceuta: ¿Quién
ha invadido a quién?
Los
acontecimientos en Ceuta ponen al desnudo las políticas migratorias de la Unión
Europea y del Gobierno español de turno, en este caso el de coalición PSOE-UP.
Los acontecimientos en Ceuta ponen al desnudo las políticas migratorias de la Unión Europea y del Gobierno español de turno, en este caso el de coalición PSOE-UP. La vocinglería reaccionaria de Casado cuenta con el respaldo de la gestualidad fascista de Abascal y sus huestes. Estamos ante una «invasión para tomar Ceuta», “Detengan, identifiquen y expulsen a los que han violado nuestra soberanía», arengan desde la tribuna parlamentaria, mientras exigen al Gobierno de Pedro Sánchez “firmeza y contundencia para defender las fronteras españolas”.
Baste ver las imágenes de los bárbaros
invasores, provistos algunos hasta de chupetes, para entender la catadura moral
y el nivel intelectual de estos charlatanes de feria subidos en una tribuna
parlamentaria.
Su bravuconería es directamente
proporcional a la cobardía ajena. Bastaría
preguntarles, ¿quién invade a quién? Los mismos que gritan a pleno pulmón
¡Gibraltar español! sin necesidad de apelar a más argumento que la simple
ubicación geográfica del Peñón, les resulta incomprensible entender que Ceuta,
como Melilla o las Chafarinas son ¡África!, parte de un pedazo de territorio
robado a Marruecos y sostenido por la fuerza militar durante siglos. Ceuta
es un enclave militar imperialista, así que hablen con propiedad porque, aquí
los verdaderos invasores son los de la bandera rojigualda.
Así pues los/as 8.000 que cruzaron a nado
jugándose, como siempre, la vida, tienen toda la legitimidad para
hacerlo, porque nadie tiene por qué respetar ley alguna que condene a
los pueblos al hambre o a morir en el intento de huir de ella. Y
tienen toda la legitimidad política, social y moral para hacerlo, porque están
en su continente y en su país, y los invasores no son otros que los que hoy
gritan histéricos exigiendo la defensa de la soberanía y las fronteras patrias.
Mientras los gobiernos de turno, ahora
de coalición progresista sigan siendo parte de las leyes de extranjería, del
muro de la Unión Europa y actúen como devotos patriotas que consideran que los
enclaves militares de Ceuta, Melilla y las islas Chafarinas son españolas,
seguiremos teniendo episodios como el reciente o similares y cualquier día la
invasión vendrá provista de armas mucho más contundentes que un infantil
chupete.
A los VOX, Casado y compañía no se les
combate con políticas imperialistas, sean de un gobierno de derechas o de uno
de coalición progresista.
Las organizaciones obreras y
democráticas estamos obligadas a defender el derecho de acogida de todos los
jóvenes, hombres, mujeres y niños que han llegado a Ceuta, el fin de las
expulsiones en caliente, el fin de la Ley de Extranjería y desmontar esa
frontera de la vergüenza, reclamando la devolución a Marruecos de Ceuta,
Melilla y las Islas Chafarinas.
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