ABSTENCIÓN DE CIUDADANOS
EN DERECHOS HUMANOS
DAVID BOLLERO
Abstenerse no es
apoyar. Eso es lo que hizo ayer Ciudadanos con el restablecimiento de la
sanidad universal, cuyo recorte en 2012 a manos del PP dejó a más de 850.000
personas sin tarjeta sanitaria y los cuidados más esenciales. Exactamente lo
mismo que quieren Albert Rivera y los suyos.
Las copias no
siempre son versiones mejoradas y Ciudadanos es mucho más incoherente que el
PP, aunque compartan una misma base de mezquindad. A pesar de coincidir en el
mismo modelo sanitario, mientras los de Pablo Casado votaron en contra del
decreto que, a falta de la redacción de un reglamento que lo desarrolle, deja
de excluir a personas de nuestro sistema sanitario, Ciudadanos se abstuvo,
poniéndose de nuevo de perfil cuando se trata de defender de Derechos Humanos.
Rivera siempre ha
ligado el acceso a la tarjeta sanitaria a la Ley de Extranjería -la misma que
ignora cuando se realizan devoluciones en caliente-, limitándolo a los
ciudadanos y residentes legales en España. Para las personas migrantes sin
papeles, la formación naranja sólo abre la puerta de la sanidad pública en el
caso de embarazadas, menores o enfermas crónicas e infecciosas… como hacía el
PP, aunque estas excepciones no se cumplieran como se debiera.
La abstención de
ayer de Ciudadanos es otro de esos movimientos dubitativos a que nos tiene
acostumbrad@s Rivera. ¿Acaso no recuerdan lo que sucedió cuando en 2015 el
entonces ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, sugirió la posibilidad de atender
en Atención Primaria a las personas migrantes en situación administrativa
irregular? Albert Rivera lo criticó, habló de “cambio de criterio” y defendió
que “en España se están cerrando quirófanos, centros de salud y haciendo
recortes en sanidad. Por tanto, estamos haciendo recortes a ciudadanos que han
pagado sus impuestos y tienen permiso de residencia“.
He de admitir que
esta postura que comparte discurso con las nuevas hordas fascistoides era la
que uno esperaba ayer de Rivera, pero se abstuvo. Seguramente, lo hizo para
intentar ser diferente, para no apoyar en ningún caso al ala progresista del
Congreso, en el que ve “a los que quieren romper a España” y a “los amigos de
los terroristas” y, al mismo tiempo, separarse del PP, con el que rivaliza en
ultraconservadurismo.
Por si estos
movimientos erráticos no descolocaran a ese porcentaje del electorado de
Ciudadanos informado, los de Rivera entran en nueva contradicción… otra de las
muchas que lo convierte en el perejil de todas las salsas: ¿cómo puede pedir
más medidas para los menores extranjeros no acompañados (MENA) si, según sus
mismos postulados, ni siquiera les da la opción de acceder a la Sanidad
Pública? ¡Qué despropósito de partido en el que ni siquiera sus gerifaltes del
IBEX-35 ponen orden!
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