JM AIZPURUA
Popularmente son
bombas, y al que le caen le importa muy poco su denominación oficial. Pero
estas bombas que “no iban y van”, tienen una impagable lección social para el
que quiera entender y no acepte el tóxico mensaje de la comunicación de masas
que manejan los manipuladores del Sistema.
M Punto, sumido en
el silencio registral habrá comprobado que su invento de 500 años, la Gran
Nación, es en realidad un pequeño apéndice teutón que tiembla ante cualquier
estado grande y que nada puede ante estos nuevos moros poderosos. Y demos
gracias que no son rencorosos y las vuelven hacia nosotros en represalia de la
limpieza étnica de Al-Andalus o el robo de la Mezquita que les hace ahora el
obispo cordobés.
Pero Córdoba, donde
los anticapis tienen plaza fuerte y vivero de la nueva clase obrera del 15M,
nos ha ofrecido una lección de historia en la que ver claramente la diferencia
generacional del M68 y el 15M.
Aquella alianza de rebeldía
entre obreros y estudiantes que arrancó por Paris de carácter
internacionalista, marxista de catón, contrasta con la actitud obrera de
Córdoba, donde todo se plegó a la “carga de trabajo”, aunque esta fuera de
fragatas para matar en Oriente y conllevara la entrega de las 400 bombas
vendidas por M Punto. Y no se oyó una voz discrepante de los califas troskistas
u ortodoxos y se argumentó en positivo desde el “gobierno de izquierda”.
¿Qué pensar de
ello?
Por que es
necesario pensar sobre ello. Vivimos asediados por fanáticos asamblearios que auto
interpretan “la clase obrera” y se ponen denominaciones “istas” que les
confieren la versión premium de la historia política mundial; sus análisis son
irrebatibles. ¿Su resultado?: el inmenso fraccionalismo y el ascenso de obreros
de derecha desorientados y aburridos del espectáculo social irredento.
Todos estos Lenines
de pacotilla, buscadores de poltrona, llevarán al 15M al desastre como lo
llevaron Erik “el rojo” y compañía al M68, mientras la sufrida “clase obrera”
ha pasado 50 durísimos años sin que sus reivindicaciones avanzaran un ápice.
Hoy “la patronal” es mas fuerte, menos identificable, y no necesita de masas
obreras para su explotación. Su mejor análisis de la realidad social y su
correcta ejecución los ha llevado a la destrucción del comunismo soviético y a
la entronización mediática del capitalismo, como Sistema Universal sin
alternativa.
Dura lección que
hay que aprender y responder con acierto para revertir la situación que sigue
siendo tan injusta como siempre, y hoy en un mundo capaz de producir los bienes
necesarios: más repudiable que nunca.
No se necesitan másteres
ni grandes conocimientos para plantear alternativas y menos gurús de
grupúsculo: IPC para pensionistas, nada más bajo de 1000 €, viudas y viudos
heredando la pensión íntegra, sanidad y educación gratis, y planes de rescate
para parados con derecho al trabajo digno. Si, la cosa es fácil; claridad y
unidad de objetivos. Las caras del mensajero son lo de menos.
En la división,
fraccionalista, de la izquierda que es aquello que debe unir a ese 70% de
población que vive agobiada por no caer en la marginalidad y con un 30% que ya
cayó, es donde la casta elitista tiene su mejor baza y con el seguidismo ciego
de esa burguesía que se piensa mejor que las masas y un poco elite, el señorito
tiene un electorado suficiente para ganar elecciones. Y cuando no las gana,
tira de alguna fracción izquierdista, en la que lleva años penetrando con topos
carismáticos que la hacen flexible a los eternos intereses del señorito de la
casta.
Con los
“apolíticos”, los sobrados que dicen que los votos no valen para nada, los
votantes de minoría selecta, los acojonados, tienen la guinda de su pastel, que
siempre será mayor que el de la unidad popular inconclusa. Contra ese 70% nunca
podría, pero……
Si no analizamos
bien, no podremos plantear buenas alternativas y el señorito seguirá muerto de
risa.
Estamos en un
Estado fallido, que ya se comió su PIB y lo debe, que exporta en UE por los
bajos salarios, que no tiene sectores de gran valor añadido, con total
dependencia energética y sin materias primas; no prometamos quimeras. Aquí,
está TODO por hacer y fundamentalmente hay dos proyectos:
·
Conformarse a que el 70% se pudra en
su propia miseria.
·
Arrancar al 30% los resortes para el
progreso social.
Tu sabrás donde
estás y que es lo que pretendes. Y tú, querido compañero de banco que cobras
678 € de pensión, pero votas derecha porque te sientes más importante: eres un
necio.
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