LA IGLESIA SE AFERRA AL PARAÍSO ESPAÑOL
DE LA ENSEÑANZA CONCERTADA
POR ÁNGEL MUNÁRRIZ
La “demanda social”
como criterio rector de oferta educativa, que el Gobierno quiere quitar de la
Lomce, estrecha el margen para limitar el avance de la red católica.
“Vuelve la
dictadura totalitaria”, afirma el arzobispo de Oviedo, pese a que el Estado
dedica 6.000 millones a la red concertada, que copa una cuarta parte del
alumnado
Escuelas Católicas
justifica su contundente reacción en que “el PSOE de ahora no es el de 1985 o
2006”
“Vuelve la
dictadura totalitaria“, ha clamado el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz. “Con su
habitual liberticidio intervienen nuestra libertad. Tienen miedo de la verdad
que nos hace libres de veras, y por eso la quieren controlar, expulsando a los
padres de la educación de sus hijos e imponiendo ellos una ética de Estado”.
Las apocalípticas manifestaciones invitarían a pensar que el nuevo Gobierno de
Pedro Sánchez (PSOE) ha decidido acabar de sopetón con la escuela concertada,
católica en más del 60% y a la que el Estado dedica más de 6.000 millones de
euros anuales. Pero no. Ni mucho menos tiene previsto ir tan lejos. La ministra
de Educación, Isabel Celaá, se ha limitado a anunciar, tras declarar que la
concertada no tiene “nada que temer”, que eliminará la asignación de plazas en
razón de la llamada “demanda social” recogida en la Lomce. La Plataforma
Concertada, que agrupa a las organizaciones CECE, Cofapa y Escuelas Católicas,
ha puesto el grito en el cielo. Y hasta la Conferencia Episcopal ha emitido una
notaexpresando su “profunda preocupación” e invocando la “libertad” de los
padres.
¿Están justificadas
las suspicacias? La respuesta sólo puede ser afirmativa con la lógica de la
defensa de un marco actual privilegiado, pero no porque exista una amenaza al
modelo de doble red. La concertada no depende de la Lomce. Ya era sólida antes.
Lo que hace es estrechar aún más los márgenes para que gobiernos progresistas
intenten limitar su ascenso. “Las familias son las primeras responsables de la
educación de sus hijos y por ello el sistema educativo tiene que contar con la
familia y confiar en sus decisiones”, señala la ley. Es decir, lo que hace la
Ley Wert es consagrar legalmente la interpretación constitucional sobre la
pugna entre derecho a la educación y libertad de elección más favorable a la
Iglesia, que ya disponía desde antes de un paraíso para el desarrollo de su
propia red. Una red generosamente financiada por el Estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario