LAS MARISMAS DE LA
OSCURIDAD 11
DUNIA
SÁNCHEZ
Y si, piensa ella,
nos envolviéramos en una burbuja que hace plas cuando somos adultos ¿qué
pasaría? Solo con nuestro hacer, sin tomar consideraciones de alguien solo el
influjo de los soles y las lunas...sin
estar aislado evidentemente. Solo como un observador en un puesto de referencia
donde el tiempo pasa para el, para ella pero para los demás es imperceptible.
Tal vez…sería la cura, el sanar de una sociedad globalizada que no quiere ser,
que no acepta lo que hay, lo que está hecho. Ha dejado abandonado a su
flautista, a su preso pero ya vuelve. Retoma conciencia y concentración de lo
que está escribiendo.
Una narrativa breve
donde lo exquisito impero sobre lo
superfluo, sobre la ligereza. No hace falta escribir interminables
páginas, solo ir al grano, atacar directamente al lector. A su memoria viene
una frase que la emociona “y no quiero llantos”, de Federico García Lorca. No
sabe por qué su memoria se retuerce en esa frase, una marca, un signo de la
existencia de su niñez o su juventud. Siempre le gustó esta obra de teatro.
Gira y gira en torno a esa frase o como quiera que se le llame. Está tan encima
de ella. Toda ella rodeada de noche de luna roja, de la sombra de un añejo
árbol, del rumor de las olas. El prisionera mira a su vigilante, su ejecutor en
el mañana. Observa como toca la flauta. Su tristeza e impotencia por unos
momentos en sueños de libertad, de candados rotos, de correr sobre la tierra
húmeda cuando el amanecer los llama a su labor. El no puede…no, se halla en la
cobertura de la muerte, de la sin razón. “Y no quiero llantos”, otra vez la
dichosa frase entabla en su pecho, en su alma un hachazo, es rival de ella.
Tanta dureza. Tanta rabia contenida. Tanta agitación. Tanto coraje. “la muerte
hay que mirarla cara a cara” Por un instante se despistas una lágrima raja su
tez, su tez pálida. No sabe porqué, le pasa cada vez que escribe algo
relativamente largo. Se introduce en sus personajes esa dualidad
con la imaginación la embarca en veleros desconocidos, misterioso. No
comprende y aunque llora siente una gran emoción de gozo, anda maravillada en
la defensa de sus palabras. Sí, la defensa. Luchar y luchar para ser neutra,
estática, vertical, pesada. Es indecible el muelle próximo, la estación que nos
espera cuando amanezca ¿Estaremos o no estaremos?...CONTINUARÁ
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