domingo, 9 de abril de 2017

COALICIÓN MILITAR CONTRA TERRORISMO DE ESTADOS UNIDOS



COALICIÓN MILITAR CONTRA TERRORISMO DE ESTADOS UNIDOS
LUIS PINO
Existen conductas miserables de la condición humana manifiestas en la diplomacia occidental, cuando el gobierno estadounidense y su gentilicio asesinan a todo un Pueblo, invaden naciones para robarse sus riquezas y extender sus dominios territoriales y cuando individuos, pueblos o gobiernos representan una amenaza para sus fines hegemónicos de amo y señor del planeta tierra.

Esas conductas abyectas occidentales de la rancia diplomacia son: callar  ante la amenaza que representa el avasallamiento prepotente del imperio estadounidense; expresar palabras vacías de “preocupación ” y “control de daños” cuando ya los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) ha asesinado y saqueado, bajo cualquier excusa y; lo peor, legitimarle sus actos terroristas, como los perpetrados contra Siria, desde financiar a los grupos terroristas y extremistas como el EI, al igual que a los grupos de oposición, robarse el petróleo y gas de Siria, en complicidad con Turquía y el ISIS, para venderlo en el mercado negro a los aliados de la OTAN y boicoteando el precio internacional del barril de petróleo, para quebrar economías, como la venezolana, hasta asesinar a una población con armas químicas, como excusa para atacar con cohetes, bases militares y cualquier espacio territorio de la nación árabe y de Siria, en especifico y en esta circunstancia, violentando su soberanía, como acaba de suceder, cuando ya el gobierno que preside Bashar al Assad había logrado derrotar y arrinconar a los terroristas del ISIS, gracias a todo el apoyo decidido del gobierno ruso, que preside Vladimir Putin, entre otros gobiernos vecinos, como el iraní, que jamás han hecho comparsa al terrorismo estadounidense.

En fin, hemos llegado aun punto crucial, en el que el guapetón genocida imperial decidió entrar en Siria, asesinando y destrozando, con el pasmoso celestinaje de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en  donde además  de ejercitar la diplomacia del micrófono, ésta sólo sirve para adocenar a los gobiernos del mundo y subordinarlos.

Ahora bien, el surgimiento del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar ha de servir para percatarnos de varias realidades y dar un giro en la forma en cómo se enfrenta el terrorismo estadounidense y el de sus aliados y súbditos imperiales.

En primer orden, debemos tomar en cuenta que el decadente imperio estadounidense, sus aliados y súbditos imperiales, no son mayoría en el mundo y todo su poderío bélico puede ser aplastado, si conformamos inmediatamente una coalición militar única, con los gobiernos del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), que pudiera contar en su seno, con  China, Rusia y Corea del Norte, más todos los países que están dispuestos a defender su soberanía y que cuentan con las mayores reservas energéticas del mundo.

Está claro que si no luchamos con el criterio de vencer y no morir en el intento, el gobierno imperial seguirá acabando con el planeta y,ahora, con mayor ahínco genocida, gracias a la presencia del retroconservador bufón del Departamento de Estado, Donald Trump.

Se trata además, de definir una potencia de paz y salvación del planeta, con suficiente fuerza bélica que haga morder el polvo a los norteamericanos que salgan de su tierra con intenciones de asesinar por todo el mundo. Se trata también, de detener el genocidio, que tanto el gobierno estadounidense, como sus aliados de la OTAN, vienen perpetrando para acabar con pueblos enteros, como la razzia que  adelantan los judeosionistas contra Palestina y en este lado de la América Latina, la incursión armada que en poco tiempo, en cualquier momento,van a  ejecutar contra la República Bolivariana de Venezuela, con  la misma intención de derrocar al Presidente Nicolás Maduro, liquidar la revolución bolivariana, socialista y chavista, así como lo están intentando en este momento contra el presidente sirio, Bashar al Assad y su Pueblo.

Estamos en la oportuna situación en la que si nos integramos en una fuerza militar contra el terrorismo estadounidense, podremos empezar a consolidar el nuevo mundo y la potencia de paz y ecosocialista. De lo contrario, seguiremos contando muertos, mientras que el gobierno estadounidense seguirá parasitándonos y oprimiendo a los débiles.

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