EL RÉGIMEN MONÁRQUICO Y COLONIAL ESPAÑOL
MOVIMIENTO UPC
Canarias fue sometida por la fuerza de las armas mediante una
invasión cruel, vil y sanguinaria, un genocidio, que se inició en el año 1402 y
acabó con la cultura de nuestro pueblo, incluida nuestra ancestral lengua
materna, el guanche, motivo por el que aún utilizamos el idioma de los genocidas
invasores, que impusieron sus depravadas costumbres.
Hasta donde llega nuestro mejor conocimiento todavía no ha
habido ningún proceso de descolonización
a pesar de que la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la que forma
parte España, aprobó la resolución 1514 (XV) en el año 1960 sobre el derecho de
descolonización de los pueblos sometidos a la lacra del colonialismo, según lo
definen las propias Naciones Unidas, votación en la que España,
vergonzosamente, se abstuvo y a pesar de que en el año 2010 entró en vigor la
tercera década internacional para la erradicación de la lacra del colonialismo,
lo que quiere decir que previamente se habían aprobado otras dos resoluciones
mediante las cuales entraban en vigor la primera y segunda década,
respectivamente, para acabar con la lacra del colonialismo. Por lo tanto en el
año 2015 de la era cristiana (los guanches tenemos otro calendario, empezamos a
contar antes) Canarias sigue siendo una vergonzosa posesión colonial española,
lo que no tiene ninguna gracia, por lo menos nosotros no se la encontramos.
Los países con posesiones coloniales, como España, son, por
definición, países colonialistas acorde con el ordenamiento jurídico
internacional.
En el caso concreto de España la constitución de 1978 define al
Estado español como un reino, por lo tanto se trata de una monarquía a cuya
medida se hizo dicha constitución: entre otros poderes el rey es el comandante
en jefe de los ejércitos de tierra, mar y aire, reconociéndosele igualmente el
poder constitucional de disolver las Cortes Generales y sancionar las leyes,
entre otras atribuciones. Cada vez que el gobierno de España celebra consejo de
ministros el presidente del gobierno es recibido en audiencia por el monarca,
al que le informa de lo tratado en el mismo, por lo tanto se trata de un
gobierno monárquico que gobierna bajo la supervisión de la monarquía.
Dicha constitución se amañó una vez muerto el antepenúltimo
dictador, autodenominado “el generalísimo”, cuyo régimen fue heredado,
decocráticamente, por Juan Carlos I de España y nada de Canarias, que a su vez
abdicó, también dedocráticamente, lo que denominó la corona de España en su
hijo Felipe VI también de España y tampoco nada de Canarias.
Movimiento
por la Unidad
del Pueblo Canario (Movimiento UPC)
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