POLÍTICOS DEL
PLACER
POR
JUAN HENRÍQUEZ
Hombre, pa’ qué
engañarnos, han sido millares de godos los que soñaron en venir a Canarias de
luna de miel. Por eso a un servidor no le coge de sorpresa que el senador
extremeño Monago, a la sazón presidente de Extremadura, y el diputado turulense
Muñoz, y supongo que algunos otros que quedan por desenmascarar, descubrieran
una hermosa y monumental excusa para viajar a Canarias cada quince o veinte
días. Conociendo el pelete que se mete en Teruel pasado el 15 de noviembre,
pues qué quieren que les diga, que el hombre en lugar de la estufa, eligió el
fogón, y así salió de quemado. ¡Que tenga mucha salud!, que la va a necesitar.
El extremeño, el tal Monago, es harina de otro costal. Habla más que miente el
tipo. Empezó afirmando un montón de excusas todas ellas infumables, sin base
argumental, pasando a reconocer que esos viajes los hacía a costa del Senado,
¡pero tranquilos!, que estoy dispuesto a devolver hasta el último céntimo.
Cierto es que este hombre intenta pisotear la inteligencia humana y se queda
tan campante, tan pancho. Hay dos detalles, o tres, que llaman altamente la
atención sobre los viajes de placer de Monago. El primero es el recibimiento
que le hizo la plana mayor del PP en la Convención de Cáceres, que puestos en
pie lo recibieron como si de un héroe se trataba; aplausos a rabiar mientras el
enamoradizo senador dejaba que sus lágrimas humedecieran sus mofletes. Y el
otro detalle está relacionado con los senadores y diputados canarios, porque si
ninguno de ellos puede justificar las placenteras hazañas de Monago en
Tenerife, ¿ a qué viene inventarse reuniones de trabajo que nunca se
produjeron? Último detalle que está pasando como de puntillas, sin que ello
haya librado una confrontación en IU. Resulta que los chicos de esta formación
política en Extremadura, que apoyan al gobierno que preside Monago, se dedican
a marear la perdiz para no respaldar un voto de censura, necesitamos datos y
pruebas, documentos, la cosa no está clara. ¡Tal para cual!
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