EDUARDO SANGUINETTI
En
noviembre de 1982, filmé en 16 mm. “Solum: Imagen y Sonido de la Nueva Tierra”
(se puede visualizar en youtube), primer film que se proyecta en democracia, el
sábado 10 de diciembre de 1983, en el programa “Función Privada”, en el Canal
Oficial de Argentina, en aquel entonces “ATC”, hoy “CANAL 7″.
En realidad, todo un honor que este filme haya sido proyectado en un día inolvidable para la argentinidad. Recuerdo en aquel sábado las imágenes que la televisión transmitió durante la jornada, dedicadas a la asunción de la primera magistratura de la República Argentina, el Dr. Raúl Alfonsín junto a un pueblo celebrando el volver a vivir en democracia, recuperada luego de elecciones libres y transparentes.
Una
esperanza se instalaba, en el acontecer histórico de una nación, tras años de
dictadura y represión, pero sobre todo una nueva esperanza se instalaba en los
ciudadanos: una nueva tierra.
Una
década de “Pan y circo”, con “Carlitos” en el gobierno y sus acólitos, hoy
presentes, en la denominada era K, dibujada con tintes de izquierda progresista
en el discurso, y en acto al modo del capitalismo argentino de todas las
épocas… deviene luego, el gobierno de Fernando De la Rúa y “Chacho” Alvarez,
que conforman la denominada Alianza, que por razones, que nadie ignora y todos
callan, cae en el lugar común de los autodidactas amateurs de la política
argentina, dándose a la fuga… un corralito, que produce un estado de histeria
en todos aquellos ciudadanos que con su “platita” en entidades bancarias,
siempre quedan a la saga del monótono comportamiento delictivo de la entidad
financiera, a costo del hambre y la indigencia de un pueblo, ingenuo, manso y
con “buenas intenciones”… características ridículas en un mundo donde solo
tiene sitio el privilegio de los mercaderes de la droga, las armas, la
prostitución y los que viven de la parábola de la política, en una simulada
democracia divulgada desde las corporaciones económico-mediáticas… tal el caso
del relato de la historia de los últimos años, donde ya nadie sabe quién mira a
quién y con un futuro demasiado incierto, pero con un punto de fuga que hace
marcar el paso día a día, a una comunidad, ya demasiado neurótica y en estado
de alerta permanente… resignada ante la arbitrariedad y carentes de voluntad
propia.
La
farsa, en la que simuladamente se debaten el poder, en izquierdas y derechas
inexistentes, en un metafórico filme, que proyecta la imagen de una realidad
travestida, de instituciones de una democracia en función, con singulares
inventivas y una capacidad prodigiosa para expresarse en ideales
fantasmagóricos, en un film que revolucionará la estética… con un ojo voraz,
que no deja de mirar y vigilar… blandiendo una fábula, desde un gigantesco
ordenador, emulando aquel film de Godard “Alphaville”… en vivo y en directo,
con cámara digital en mano, de miles de ciudadanos, apuntándose unos a otros…
en búsqueda de la imagen perdida, extraña paradoja cuyo anclaje es indefinido,
en la sucesión de pasajes operados en estas décadas.
Un Comentario
Diogenes
17 agosto, 2012
13:49
Buen relato sintético de 30 años de democracia de Argentina.
Unas palabras reveladoras de Raúl Alfonsín, dichas en una
entrevista: “Yo quise buscar una solución con el peronismo, quise que desarrolláramos
en común un pequeño plan que nos permitiera llegar con tranquilidad hasta el 10
de diciembre. Se negaron absolutamente. No quisieron nada. Entonces comprendí
que yo ya había logrado el objetivo más importante que me había fijado, que era
entregar el gobierno a otro ciudadano elegido por el pueblo. Por eso entregamos
el gobierno con anticipación. Por eso me molesta muchísimo que se diga que
huimos, porque habíamos pedido de todas las maneras posibles un acuerdo al que
se negaron…”
Material de youtube que menciona Sanguinetti en la columna:
http://www.youtube.com/watch?v=UeXhmq9sQk4
http://www.youtube.com/watch?v=flShbtHNTWM
La presencia de Eduardo Sanguinetti es indeseable en Argentina, para el regimen reinante, que le paguen un pasaje a Hanoi, y todo el peronismo feliz.
ResponderEliminar"Es tan triste que gente como el pensador y artista rioplatense Eduardo Sanguinetti...", dice el filósofo Theodor Eisler..." sea un desterrado y tenga que pasar el resto de sus días en un exilio de necesidad y dolor."