Graciliana Montelongo Amador.
La sociedad en masa fue infectada. La enfermedad, presuntamente silenciosa, había sido inyectada en pequeñas dosis. Más tarde se aumentó la cantidad, cuando se dieron cuenta de que estábamos despertando… Produciendo de nuevo los efectos deseados. Esto les permitió mantenerse en lo más alto durante mucho tiempo. Pero en contra de toda expectativa, el virus mutó. Entonces comenzó la lucha. El hombre, contra el propio hombre. La codicia quedó al descubierto. La huella ahora es perfectamente visible, gracias en parte, a las nuevas tecnologías. No necesitamos de una lupa para distinguirla, ni del entrañable Sherlock Holmes, para que descubra a los culpables. El virus llamado: Ignorancia está siendo retirado de la venta (La sociedad pagaba por adquirirlo, iba disfrazado…) No les quedó otro remedio. Pero todavía quedan muchos afectados, por eso necesitamos una estrategia para eliminar, o por lo menos controlar, este veneno. La intervención se hará de otra forma, muy meditada… Nosotros tenemos el poder, el bisturí y ellos lo saben. En las próximas elecciones debemos de acudir todos a votar, porque es nuestro deber, porque es nuestro derecho. Nos lo hemos ganado a pulso. No es tarde para cambiar las cosas. No es tarde para tener una igualdad de bienestar. No es tarde para vivir mejor.
Este año no tenemos las vacaciones a las que
estábamos acostumbrados. Este año, nos vemos obligados a decir que no, a muchas
cosas. Pero si nos detenemos a pensar por un momento ¿De qué vacaciones hablamos? Coexistíamos adiestrados y forzados a ir de
viaje. Y si no tenías dinero, te ofrecía la propia agencia, pagarlas a plazos o
pidiendo un crédito al banco. Endeudándote aún más. Y lo
mismo con los coches, las casas, las joyas, la ropa y sobre todo la comida. Las
marcas eran las reinas de todo. Cuanto más caro, mejor calidad (que infectados
estábamos) Sin duda, este es el tiempo que nos ha tocado vivir. Aunque sea difícil para la mayoría de los seres que deambulamos por este mundo. Un
planeta prestado, para disfrutar, pero de otra manera. No es
malo decir que no, al contrario,
te ahorras muchos disgustos y mucho dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario