Sociología histórica del AMEC (Asamblea del .Movimiento Ecologista Canario) 1989/1992
Agapito de Cruz Franco
El 26 de mayo de 1989 comenzó en Haría (Lanzarote) un ciclo en el Movimiento Ecologista de Canarias que finalizaría en noviembre de 1991 en La Palma. Una época que duró casi tres años y en la que la totalidad de las organizaciones ecologistas y pacifistas de las Islas Canarias trabajaron en común y coordinaron sus actividades a través de diez asambleas, siete de ellas generales y tres de su Asamblea Permanente. Fue lo que se denominó el AMEC (Asamblea del Movimiento Ecologista Canario).
Cronología histórica
- 1ª Asamblea General: Haría (Lanzarote), 26 de mayo de 1989
- 2ª Asamblea General: Tacoronte (Tenerife), 24 de junio de 1989
- 3ª Asamblea General: Puerto Cabras (Fuerteventura), 12 de octubre de 1989
- 4ª Asamblea General: Valverde (El Hierro), 26 de enero de 1990
- 1ª Mesa Permanente: Las Palmas (Gran Canaria), 17 de marzo de 1990
- 5ª Asamblea General: Finca Osorio, Teror (Gran Canaria), 1 de junio de 1990
- 2ª Mesa Permanente: Vegaipala, San Sebastián (La Gomera), 12 de octubre de 1990
- 3ª Mesa Permanente: Local Tamonante del TEA, La Laguna (Tenerife), mayo de 1991
- 6ª Asamblea General: Las Palmas (Gran Canaria), 27 de abril de 1991
- 7ª Asamblea General, Mazo (La Palma), noviembre de 1991
Haría significó el comienzo de una coordinación real entre los distintos grupos ecologistas, en donde, al tiempo que se salvaguardaba la autonomía de los colectivos, se hacía hincapié en la complementariedad de planteamientos y en el principio de sumar y no restar, gestionando los temas a todos los niveles posibles. Si se repasan las actas de todo este período se contempla un interés por crear cauces de participación, sistemas de conexión y la apuesta por medios por los que llegar de lleno a la sociedad.
El tema estrella en esta primera asamblea fue “la defensa de los Espacios Naturales protegidos y próximos a definir, en sus límites y en su filosofía sin dar un paso atrás en lo ya conseguido”. Junto a ello, el mar y la Ley de Planes Insulares. Al final se terminaba con una batería de actividades que se distribuían entre los grupos según la preparación y dedicación de estos, siendo ATAN, EL GUINCHO Y ASAMBLEA IRICHEN los que en esta primera asamblea se responsabilizarían de diferentes gestiones relativas a los espacios naturales y a la posibilidad de introducir una representación ecologista en la CUMAC, así como de remitir toda la
La Escuela de Capacitación Agraria de Tacoronte sería el lugar de la segunda asamblea, en la que aparece una crítica total a la Administración Pública, a la que se acusa de “un descarado incumplimiento de las normas de protección de la naturaleza y la cultura”. Se constata así “el grave deterioro del patrimonio natural y cultural de Canarias como consecuencia evidente de la voraz especulación del suelo, el negocio inmobiliario y el híper desarrollismo incontrolado del turismo, agravado, además, por una interminable lista de actividades humanas, industriales, etc. que dañan el delicado equilibrio ecológico del Archipiélago”. Aparece la oposición ecologista a la creciente militarización de las Islas, lo que añade más riesgos al deterioro del medio físico, natural y cultural. La Urbanización de El Rincón en Tenerife, la Base Militar de Malpaso y los atentados al patrimonio arqueológico del Julan en El Hierro, la Base Militar de Montaña La Muda, así como la urbanización y carretera por el Paraje Natural de Pozo Negro y las agresiones a las dunas de El Corralejo en Fuerteventura, las extracciones de áridos en Montañón Negro y el destrozo del litoral Sur-Suroeste en Gran Canaria, las alteraciones al Espacio Natural Cumbre Vieja-Teneguía en La Palma y la indefensión del Archipiélago Chinijo en Lanzarote, son los temas que ocupan más tiempo en los debates.
Por otro lado, continúan las iniciativas tendentes a una mayor coordinación interinsular, promoviéndose publicaciones conjuntas y animando a los colectivos a la adquisición de más medios técnicos. Los fondos marinos, el litoral, el planeamiento de la ordenación del territorio y la educación ambiental, se consideran cuestiones preferenciales. Se organiza la representación ecologista en la CUMAC y en los Patronatos de los Parques y Parajes Naturales, se rechaza la modificación de la Ley de Espacios Naturales y se aboga por el planeamiento racional y ordenado del territorio, se avisa del peligro de extinción de la identidad cultural e histórica de la población canaria con la libre circulación de capitales a partir del 92 y la entrada en vigor del Acta Única Europea, y se denuncia la pasividad de las autoridades respecto a la retirada de los pararrayos radiactivos, así como la escasa presión ejercida por el Gobierno de Canarias contra la instalación por Marruecos en Tarfaya de una planta para el tratamiento de residuos tóxicos.
Puerto Cabras, con la tercera asamblea, marcó el salto del debate hacia parámetros más amplios, reivindicándose la heterogeneidad ideológica del movimiento ecologista, la necesidad de no abstraerse del contexto social e incorporar a su discurso a otros sectores como el mundo del trabajo y el pacifismo. Se relaciona el deterioro medioambiental del Archipiélago Canario con el deterioro general del Planeta. Las críticas por instrumentalizar para sí el voto verde y los contenidos del movimiento ecologista por parte de los partidos políticos, que en ese momento estaban de campaña electoral, la elaboración pormenorizada del trabajo de representación ecologista en las Instituciones (CUMAC, Patronatos de Espacios Naturales, Parques Nacionales, etc.), junto con planes de educación ambiental, centran las diferentes dedicaciones.
Aparecen aquí las primeras campañas conjuntas: Asamblea Irichen presenta una contra la modificación de la ley de Espacios Naturales de Canarias, el Colectivo ecologista “Naturaleza y Sociedad” de La Orotava otra contra la instalación de pararrayos radiactivos en las escuelas, la Coordinadora El Rincón la ILP que declaraba el lugar espacio agrícola protegido y que tiempo más tarde entraría en el Parlamento de Canarias, el cual la rechazaría elaborando una ley nueva de la que saldría el Plan Especial combinando agricultura y turismo, y ATAN una propuesta de
Estas asambleas solían terminar con una variedad de comunicados diversos sobre temas de actualidad ecologista de todas las islas y del mundo, así como llamadas a concentraciones y manifestaciones en diferentes lugares del archipiélago en los días subsiguientes. Es en esta tercera asamblea de Fuerteventura, donde se crea el Premio “Bloque de Hormigón” a otorgar a aquellas Instituciones que se hubiesen caracterizado por destruir el Medio. En la siguiente asamblea de El Hierro es donde el primero de estos bloques sería destinado al Ayuntamiento de La Orotava por la Urbanización de El Rincón y que pondría –junto a un diploma “honorífico”- sobre la Mesa del Pleno ante el Alcalde y Concejales del grupo gobernante de la Corporación, el Colectivo Ecologista “Naturaleza y Sociedad” designado para tal fin en nombre de todo el AMEC, envuelto el bloque eso sí, en papel regalo con motivos agrícolas…
Es en Valverde –y parte también en Frontera- donde tiene lugar la cuarta asamblea. En ella se siguen desarrollando los temas anteriores relativos a Espacios Naturales, Planes Insulares de Ordenación del Territorio, oferta turística desmedida, representación ecologista en Patronatos y problemática de los suelos agrícolas, criticando las actuaciones de la Administración y proponiendo ideas al respecto. La Base Militar de Malpaso ocupa un lugar especial, comprometiéndose a impedir la instalación y redoblando esfuerzos. Respecto a las campañas desarrollándose se hace un seguimiento de las diseñadas en otras asambleas, y es en El Hierro donde el AMEC se abre realmente al mar y a toda su problemática (mareas negras, vertidos de petróleo tras los accidentes de los petroleros Kark 5 y Aragón etc. comprometiéndose a mandar al Gobierno el mayor número de “expedientes pringosos”. Es esta problemática marina la que, desde El Hierro hace que se mire hacia los archipiélagos de Açores, Madeira y Cabo Verde, solidarizándose con ellos y comenzando una serie de pasos para constituir cara al futuro “dado nuestro común entorno natural con sus problemas correspondientes” un Movimiento Ecologista de la Macaronesia. Otros temas tratados tienen de nuevo que ver con los pararrayos radiactivos y la ineficacia de ENRESA, los planes de muelles deportivos en Valleseco (Santa Cruz de Tenerife) la oposición a los Jeeps-Safaris y la solidaridad y apoyo hacia los insumisos que rechazan tanto el servicio militar obligatorio como la prestación social sustitutoria que regula la Ley de Objeción de Conciencia (LOC), junto al ya nombrado anteriormente de la entrega del Bloque de Hormigón a los quince concejales de la mayoría gobernante en el Ayuntamiento de la Orotava por su proyecto de urbanización de El Rincón.
La quinta asamblea tiene como escenario la Finca Osorio en Teror. La Base de Malpaso, con datos que apuntaban la puesta en marcha de esta infraestructura tiene aquí prioridad, ideándose iniciativas no sólo de apoyo a la población herreña sino recabando el interés del ámbito internacional (Greenpeace, Adena…) así como denuncia de otras bases del archipiélago o maniobras militares, en el caso de Fuerteventura. Las campañas anteriores sobre la Ley de Espacios Naturales en la medida en que afecta a todo el Archipiélago (Veneguera, Charco Verde, Malpaís de Güímar, Pozo Negro…), la representación ecologista en las Instituciones, la ILP de El Rincón etc. tienen un seguimiento exhaustivo. Se trabajan cuatro bloques temáticos: Turismo y Medio Ambiente, Legislación y Participación Institucional, Energías y Organización del Movimiento Ecologista. Todos ellos con un amplio despliegue teórico y práctico. Es en esta quinta asamblea cuando se estructura el debate sobre la energía en Canarias a propuesta del TEA (acrónimo que en ese entonces significaba Tagoror Ecologista Achinech y que más tarde cambiaría su último vocablo por el de Alternativo) que luchaba contra la Central Térmica de Granadilla y el Movimiento Vecinal de San Bartolomé de Tirajana en Gran Canaria que hacía lo propio con la de Juan Grande, rechazando el AMEC ambas centrales y criticando el modelo energético y a UNELCO-ENDESA, por el desarrollo e implantación en Canarias de estas energías sucias cuando en toda Europa ya se están desechando. En cuanto a la organización del Movimiento Ecologista se determina fortalecer el AMEC a base de potenciar los grupos y coordinarlos. Para ello se continúa impulsando la Mesa Permanente entre asambleas que había sido ideada en El Hierro, en la idea de coordinar, para mayor efectividad, los acuerdos así como para hacer un seguimiento de los mismos y preparar la asamblea general siguiente. Como en otras asambleas, aparecen al final comunicados diversos y anexos en ese sentido. Producto de la dimensión ecopacifista que adquiere el AMEC, además de los propios grupos ecologistas –aproximadamente unos cuarenta y que puede verse en un anterior artículo: “Historia resumida del Movimiento Ecologista de Canarias”, participan también la Comisión Malpaso, los Comités Anti-OTAN de Canarias o el Grupo Antimilitarista de Telde por la Objeción e Insumisión (GATO-I.)
Las Permanentes habían comenzado tras la Asamblea de Valverde y con anterioridad a esta Asamblea de Finca Osorio de Gran Canaria celebrándose la primera en Las Palmas. En ella se hizo un seguimiento de campañas y acuerdos y como nota curiosa se diseñó un logotipo del AMEC con la leyenda Movimiento Ecologista Canario, las siete islas y un arco iris que el grupo musical “El último de la Fila” exhibiría luego en su gira de conciertos por todo el Estado como apoyo al movimiento ecologista.
Las otras dos Permanentes tuvieron lugar tras la quinta asamblea de Teror y se llevaron a cabo en La Gomera (Albergue Vegaipala) y en Tamonante, local del TEA en La Laguna (Tenerife). La de La Gomera que organizaba el Grupo ecologista “Guarapo”, estuvo motivada por la especial problemática del POI y para aprovechar el contexto que brindaban distintos eventos con motivo de la fecha del 12 de octubre. En la de La Laguna que organizaba el TEA, aparte de la labor habitual de coordinación, seguimiento y preparación de la próxima asamblea, se dio cuenta de la campaña en todo el Estado español de la ILP “Vivir sin Nucleares” y su recogida de firmas así como de la entrega por parte del grupo musical “El último de la Fila” de un millón ochenta y cinco mil pesetas, que ingresados en principio en la cuenta del grupo ecologista “Tabona” de Güímar, serían reenviados posteriormente a la del Colectivo Ecologista Imidauen de Gran Canaria.
La sexta asamblea general se produce en Las Palmas donde se trabajó en dos mesas de debate. En la primera se desarrolló el ideario del Movimiento Ecologista. En la segunda la organización de una Federación ecologista donde hubo opiniones encontradas, se observó el problema desde todos los ángulos y analizados todos los planteamientos se acordó crear una Comisión Gestora para terminar de redactar la propuesta programática, refundir las propuestas estatutarias, criterios de representación y participación de los grupos en la Asamblea Constituyente posterior etc. Esta asamblea fue el origen de la desaparición del AMEC y del trabajo coordinado de todos los grupos ecologistas del archipiélago y puso fin a esta fase del Movimiento Ecologista Canario tan rica en participación, coordinación, y respeto por la pluralidad, la autonomía y la propia idiosincrasia de cada colectivo.
El trabajo tendente a legalizar una federación continuaría en una última asamblea en La Palma, propuesta en principio para el 14 de septiembre pero desarrollada al final en noviembre de 1991 para realizar definitivamente la Asamblea Constituyente de la nueva Federación creada en Pozo Izquierdo, Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria) el 4 de julio de 1992 y que se denominaría FEC “Ben Magec”. De los aproximadamente cuarenta grupos que habían participado en el AMEC sólo se integraron en esta federación nueve, alguno de los cuales se retiraría de la misma al poco tiempo, como en el caso de Tenerife, ATAN. El colectivo ecologista TABONA de Güímar, rechazó siempre esta federación. Otros desaparecerían mientras aparecían nuevas formaciones. Pero el problema de la Federación creada fue que comenzó una política de asociación de personas, en la que los grupos iban quedando cada vez más diluidos extinguiéndose la mayoría de ellos y sólo perdurando como tales algunos con personalidad más propia. A la vez absorbió –en una racional actitud de control- la franquicia en Canarias de Ecologistas en Acción, imposibilitando, en principio, el acceso a esta Federación de otros grupos del archipiélago no integrados en la FEC Ben Magec.
El TEA se negó a integrarse aunque participó como observador en esa asamblea constituyente donde expuso las razones de su no integración tal y como consta en sus archivos: “Desde que se adoptó en la VI Asamblea de Las Palmas la propuesta de organizarse en federación, se ha podido constatar una pérdida de identidad del Movimiento, sin que haya sabido estar en el frente de la reivindicación ecologista (Campaña Vivir sin nucleares, No a las Centrales Térmicas, Campaña Salvar los Ballenas …) La estructura de funcionamiento, en principio ofrece dudas de que pueda articularse con un carácter participativo, no personalista. Y, consecuentemente, el marco ideológico, que es donde debería estar el gran debate, no se ha definido”. Aún con esta crítica, el TEA participó en la asamblea constituyente con un planteamiento positivo. En ningún modo, pretendió desviar la atención hacia la constitución de la Federación, volcándose en uno de los aspectos de la asamblea: las campañas y las actividades prácticas. La propuesta del TEA, totalmente contraria a la Federación, fue “la continuación del AMEC (Asamblea del Movimiento Ecologista Canario) considerando las aportaciones positivas que ésta había ofrecido, y la posibilidad de incorporar otros grupos alternativos (pacifistas, etc.) lo que permitiría organizarse en torno a campañas y actividades valoradas ya y acordadas en otras asambleas. Así mismo se elegiría una Comisión Permanente encargada de coordinarlas.”
Pero ello ya no fue posible. El AMEC había muerto. Y es aquí cuando el TEA cambia el vocablo Achinech (Tenerife) de su tercera letra por el de Alternativo, entra de lleno en los planteamientos del Movimiento Verde y –aunque hubo rachas de colaboración con la FEC Ben Magec- terminó apartándose por completo de la misma y diseñando una ecología radical y popular en las antípodas del ecologismo burocrático, restringido y dirigido en la sombra por determinadas fuerzas políticas. Este nuevo enfoque del TEA (Ver Los Retos del Movimiento Ecologista Canario www.nodo50.org/tea) que entre otras cuestiones rescata para la política a Los Verdes, volcaría en la sociedad múltiples campañas y luchas ecologistas, a la vez que impulsaría -y se encontraría- con la proliferación ante la mayor conciencia vecinal y social por los temas ambientales, de Plataformas Ciudadanas como respuesta social a los problemas de las Islas y que comenzaban a surgir por doquier (puede verse el listado también en el anteriormente citado artículo: “Historia resumida del Movimiento Ecologista de Canarias”).
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