Ni imputados ni sinvergüenzas
A tiro de piedra de las locales y autonómicas, y tras una vergonzosa campaña política en tiempos de crisis, en la que determinados partidos, en un alarde de despilfarro rayano a la sinvergüencería más absoluta, han gastado ingentes cantidades de dinero, toca darle al interruptor adecuado el próximo domingo. Yo vengo haciendo campaña contra los políticos imputados, porque los considero de dudosa honestidad mientras esa situación no quede totalmente despejada, pero en el mismo paquete de rechazo incluyo a gazapos varios, por fortuna conocidos, y a los sinvergüenzas, que son demasiados.
Y es que ni siquiera hace falta que estén imputados, para que excluyamos de nuestras intenciones de voto a candidatos que hacen oídos sordos o miran hacia otro lado, ante situaciones sociales extremadamente graves como las que estamos viviendo. Yo catalogo de “sinvergüenzas” a los políticos deshonestos y a los que se quedan impasibles ante la corrupción o las injusticias, y en el mismo saco incluyo a los que ante los fallecimientos de indigentes, prosiguen con sus gastos suntuosos, como si nada pasara. Alguien debería frenar estos derroches en tiempo de crisis, máxime ante tantas necesidades perentorias no atendidas, que hasta están derivando en muertes de personas por abandono manifiesto.
No es tolerable que se gasten los dineros públicos de la miserable manera que se gastan en demasiadas ocasiones. No es de recibo que mientras mueren tantas personas desatendidas por falta de recursos, se les den a ganar a otras inmensamente ricas muchos millones por no hacer absolutamente nada, como ha sucedido en la trama de las Teresitas. No es posible utilizar dineros públicos para hacer obras ilegales y claramente especulativas, como el mamotreto, que tiene detrás, en mi opinión, toda una maquiavélica actuación programada, a lo que hay que sumarle dos factores altamente negativos e irreversibles, como el apropiarse de una amplia zona de la playa, ya insuficiente para la ciudadanía, e impactar brutalmente entre
No es lógico hacer un Parque Marítimo y después ponerlo en manos privadas, para que ganen muchísimo dinero en base a explotar a los que han pagado su construcción, el Pueblo, al que paralelamente se le condena a largos periodos de inutilización por cierres, en una Ciudad con tantas carencias de playas. Y por si fuera poco, que cuando se rescata su concesión en gravísima situación de deterioro, sea otra vez el Pueblo el que afronte los costes de sus reparaciones. Y para colmar el vaso de lo inadmisible, o tal vez para satisfacer intereses de terceros, llegar a la estupidez política de pretender desmontar muelles, que nos han costado un riñón y que aportan riqueza y puestos de trabajo, prometiendo hacer playas, insalubres por su ubicación cerrada.
Y que decir de
Necesitamos un cambio muy profundo, que no sólo pase por eliminar del mapa político a los que nos han llevado hasta la grave situación que atravesamos en Santa Cruz y en Tenerife. Es evidente que hay nominados responsables directos que debemos apartar, pero también hay otros muchos indirectos que merecen la misma repulsa, tanto en los partidos gobernantes a otros niveles, que nada han hecho para impedir estas injusticias y desaguisados, como en la oposición, que se ha situado más cerca de ellos que del Pueblo. Ya no caben políticos mansos, conformistas o atados por relaciones empresariales o profesionales, sólo los luchadores con honestidad contrastada merecen nuestra representación, y los hay. Amigo, te pido que NO votes por imputados ni por sinvergüenzas, el próximo domingo puede y debe ser un gran día, de nosotros depende.
© Cándido Quintana
Presidente de
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