domingo, 29 de septiembre de 2024

LA FIESTA ACABA DE EMPEZAR


LA FIESTA ACABA DE EMPEZAR

Opinión de Esther Palomera

Alvise desembarcó en la política no para combatir la corrupción sino para ser parte de ella. La historia es conocida y sabemos cómo acaba porque antes que el último agitador y difusor de bulos pasaron por el ruedo del populismo y el saqueo, Ruiz Mateos, Jesús Gil y hasta el santificado en estos días Julián Muñoz elDiario.es ha desvelado -con mensajes y audios tumbativos- que recibió 100.000 euros en metálico de un empresario al que prometió defender sus dudosos intereses en Bruselas y también cuando Feijóo necesitase sus votos para ser presidente del Gobierno. 

Primero obtuvo 7.000 euros en donaciones a través de varias ‘wallets’ de criptomonedas y luego 100.000 en efectivo de Álvaro Romillo, un empresario que utilizaba en redes el seudónimo de Luis ‘Cryptospain’ y que es conocido por sus posiciones contra el “Estado ladrón” y a favor de la elusión fiscal. El negocio del presunto estafado –que a su vez había estafado a 3.000 ingenuos– estalló el pasado 16 de septiembre tras no poder hacer frente a las altas rentabilidades (de entre el 30 y el 53%) que prometía a sus inversores. 

El hoy eurodiputado, en quien la Audiencia de Sevilla ha visto indicios de delito por publicar una fotografía de la hija de Pedro Sánchez robada de su Instagram que se hizo viral y suscitó “comentarios de los lectores de carácter sexual y vejatorios”, hizo saber al empresario de las crypto que necesitaba al menos 300.000 euros para impulsar su carrera hacia Bruselas. “Fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas” y evitasen los límites que imponen las normas sobre financiación de partidos políticos. 

Ya en el año 2020 fue demandado por la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por calumnias tras difundir en redes que había recibido un respirador personal en su casa durante la pandemia mientras que muchos pacientes esperaban en los hospitales. El juzgado determinó que la información era falsa,y le condenó a borrar el tuit y a pagar 5.000 euros. Muy barato le salió el infundio.

También calumnió al ex ministro de Sanidad, Salvador Illa, al falsear un documento que, supuestamente, mostraba un resultado positivo de una PCR, sugiriendo que se había negado a hacerse la prueba antes de un debate electoral. El papel que difundió, como todo lo que esparce a través de sus redes sociales, era falso. 

El ex ministro José Luis Ábalos es quizá quien más querellas le ha interpuesto. Por publicar fotos dentro de su casa fue condenado a pagar 60.000 euros pero alegó indefensión por no ser notificado cuando en realidad eludió todas las notificaciones. Recurrió y la Audiencia Provincial hizo retrotraer las actuaciones hasta su declaración. La vista está fijada para el próximo 25 de enero. Otras de sus publicaciones en redes contra el ahora ministro de Transportes, Óscar Puente, o la periodista Ana Pastor, también han acabado en manos de la justicia. 

No hay que ser un visionario para intuir cómo acabará realmente la fiesta de este acosador, infame y calumniador porque antes que este último agitador y difusor de bulos pasaron por el ruedo del populismo, el saqueo y el peculiar estilo de hacer business en política, nombres como el de Ruíz Mateos, Jesús Gil y hasta el santificado en estos días Julián Muñoz. 

De momento, sigan las publicaciones de elDiario.es porque habrá más. Disfruten de la verbena.

 

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