AL ECO DE TUS PASOS, BELÉN MARÍA
MAITÉ CAMPILLO
No hay libertad sin cadenas, ni nos faltan razones ni sobran corazones para creer en la libertad, y decir que a la democracia la prostituye el mundo de la opresión y ley de la alienación que no representa sino a la propiedad privada en alas de torturadores que une y coordina uniformes traicioneros en boga del imperialismo.
Y lo hermoso nos cuesta la vida…
Escribo al
resplandor de tu voz rebelde, la que ejerció en vida la opción proletaria,
ahuyentando el pensamiento único por donde cabalga el capitalismo cargado de
multinacionales de dentro y fuera, ninguneando contra los pulmones del planeta
hijos de su natura, potentes afluentes como pétalos apareciendo en nuestras
vidas Belén María de mar a mar y en tierra, vida e historia que nos identifica
contra el mundo que asienta su avaricia y su especulación, imponiendo su vómito
de economía, mientras hay gente que se silencia en todo el planeta que aún
muere empujando la vida por vivir un futuro desde el presente bien diferente,
seres que optan por unirse y combatir de pie y no tener que morir arrastrada
por el odio del lodo intransitable del desprecio humano, del vivir
consumiéndote en lo que no eres teniendo que asumir como convivencia a quien te
hiere y despersonaliza. Y las gentes se cansan –nos cansamos– y el basta ya, no
quiere escucharnos el que se impone en la lucha siglo tras siglo contra el
mismo patrón de intereses del callar, para que nada cambie y no se pueda
asentar la verdad donde corresponde, personalizando la sonrisa falsa de la
resignación del bostezo que repele siempre. Teniendo que seguir respetando, al
que más explota y mejor vive, al arrastre del aguante. Y es que los
colaboracionistas del sistema, ya no son microscópicos sectores, les reconforta
la sumisión más que una revolución pues una cosa es el progreso y otra bien
diferente la explotación, que favorece más a su evolución, formando grandes
legiones los que se empeñan en deformar hechos históricos y sociedad, incitando
al silencio de la época que te tocó vivir, arrastrándote a la muerte.
Han sido miles y
más miles en la historia los muertos, asesinados de las mil maneras de matar,
no hay límite a su destrucción para acabar con el rival antagónico que le hace
sombra y perjudica sus intereses. Siguen limitando nuestros pasos en la
historia ninguneando y utilizado nuestras vidas, vertiendo sobre la estela de
lucha todo su voraz odio acuartelado y civil, sirviendo y persiguiendo e
introduciendo esbirros a favor como si fueran de nosotros mismos. Buscan la
forma perfeccionista de desaparecernos de una vez por todas y en ello han
pretendido fronteras para mejor sangrarnos al corte de nuestra raíz y al eco de
su voz la palabra y grito de protesta. Obsesión enfermiza en siglos de historia
en que el capitalismo impone su descomposición. Siguen desapareciendo el peso
real de nuestra existencia, desgarrando nuestra identidad, como parte de
nuestro todo por todo y con ellos y ellas, su dignidad profunda de sentimientos
inseparables episodios de historia y movimiento obrero unido al antifascismo.
En Huelva, en las minas de Rio Tinto, decenas de familiares, mujeres y niños
junto a sus padres fueron asesinadas por el ejército a las órdenes de los
ingleses dueños de las minas. La matanza de la Escuela Santa María de Iquique,
matanza de trabajadores del salitre cometida en Chile el 21 de diciembre de
1907. En 1980, en Las Palmas, otro suceso recuerda a una joven que no dudó de
acompañar a su padre en aquellas manifestaciones marcando un hito de lucha en
todo el archipiélago. El 1º de Mayo de estos días de atrás en Las Palmas (de
Gran Canaria) recorrió sus pasos una de sus columnas en honor y recuerdo a
Belén María, asesinada a los 16 años recién cumplidos y ya a los cuarenta y
tres en su recuerdo al grito <Ni olvido Ni perdón> de quien fuera
atropellada durante la manifestación de trabajadores portuarios en huelga un 25
de julio de 1980. Año que se vive de importantes sucesos, meses de lucha,
gritos de libertad y persecuciones policiales, manifestaciones y represión
abarrotando lucha obrera contra botes de humo. Sus reivindicaciones eran tan
básicas como el conseguir que les garantizasen el puesto de trabajo, mientras
del lado de la patronal se organizaba una respuesta represiva imborrable,
cuando hizo presencia un coche arrastrando a Belén María unos sesenta metros:
”A pesar de los gritos y súplicas de los manifestantes el coche no paró”. Belén
María falleció esa misma noche. Cinco manifestantes más resultaron heridos uno
de ellos pierde un ojo por bote de humo disparado por la Guardia Civil.
Las manifestaciones
que siguieron y el entierro de la joven mostraron del lado en que estaba el
pueblo, la solidaridad repudió la represión y crimen cometido, asumió suyo el
dolor tomando las calles. Unos días más tarde, el 8 de agosto de 1980, el
Diario de Las Palmas publicaba un poema de Teodoro Santana escrito en su
memoria:
ALAMBRADA
Belén María ha
caído
Derribada y
arrastrada sobre el asfalto:
No has muerto aún
compañera
Estás viva
Caminas junto a los
obreros portuarios
El Talón de Hierro
no ha logrado más que un cuerpo destrozado:
Pero tú estás viva
en cada puño que se levanta en tu nombre
Y para los que
dicen que nunca se conseguirá lo que queremos
Y para los esbirros
y los neutrales, advertencia:
La guerra de clases
existe, la lucha continua.
NOTA (puntual)
La lucha tras la
muerte física del dictador representó en todo el E. español una continuidad de
huelgas sindicales y políticas como un reguero insoslayable de movilización y
refriega contra la represión. A la manifestación del 25 de julio de 1980 María
Belén Sánchez Ojeda acudió a la Plaza de Manuel Becerra, con sus padres a
defender su sustento de vida y reivindicar su derecho a la huelga; su padre,
obrero portuario, junto a 3.500 trabajadores más se manifestaba contra la
privatización de los puertos y las garantías de los puestos de trabajo; su
hija, es atropellada, arrastrada unos sesenta metros por un coche que sabía lo
que hacía. Y en su memoria dicen que acudieron más de 30.000 personas, la mayor
manifestación de duelo que se recuerde en la isla, caminando los ocho
kilómetros que separan La Isleta del cementerio de Vegueta y la gente se iba
sumando a lo largo del emblemático e histórico recorrido que resume la
advertencia: La guerra de clases existe, la lucha continua.
PD.
Frente a los graves
acontecimientos con los que el costado represivo impune del Estado, inmovilista
y a sus anchas, intenta amedrantar y acorralar la huelga de la clase
trabajadora portuaria de Gran Canaria, su espontaneidad fue una respuesta
lógica y conmovedora asumida por miles de personas que acompañaron su entierro,
ajena a las artimañas con las que los partidos de izquierda habían comenzado a
machacar sus bases en la reconciliación. En tales circunstancias la respuesta
fue masiva y unánime del lado de los trabajadores -el ‘es fácil’ imaginarte de
John Lennon- no encontró el eco esperado frente a la mano invisible de las
fuerzas del Estado, la patronal y sus agravios, ni frente al asesinato de la
joven de 16 años ni las heridas abiertas del grupo de trabajadores mientras el
ojo de uno iba evaporándose en el aire viciado (¡claro que fueron tantas las
heridas y muertos por todo el Estado!). Por bonita que suene su letra, por muy
agradable que resulte al oído, por muchos cantos de sirena que borbotaban entre
nuevos grupos musicales, por mucho Aguaviva en su canto a los Poetas Andaluces,
por mucho Jarcha en su Libertad sin Ira y ese Habla pueblo habla, que tanto
bombo y platillo dieron con un Miguel Hernández por escudo, palpitando corazones
implacablemente interpretado, cantando y recitando Andaluces de Jaén y su
poesía a Ramón Sijé… entre tantos otros “artistas” mucho más desmejorados de
todo desde el súbito frente pacifista y legalista de jóvenes cristianos en las
bases del PCE, llenando los puestos vacíos del frente obrero revolucionario,
diezmado en sus filas. Deformaría hoy por mi parte renegar de mis principios
haciendo una apuesta por el capitalismo, sobre el pregón de hermandad de una
gran parte que se determina izquierda. Mi imaginación no llega hasta el límite
de su fantasía, es más terrenal y por la unión de esfuerzo por un mundo
antagónico al de hoy: <<Ningún infierno debajo de nosotros, arriba de
nosotros solamente cielo, imagina a toda la gente viviendo al día; imagina que
no hay países, nada por lo que matar o morir, imagina a toda la gente viviendo
en paz; imagina que no hay posesiones me pregunto si puedes, ninguna necesidad
de codicia o hambre; imagina a toda la gente compartiendo todo el
mundo>>. (Soy dada a inclinarme más a la teoría y práctica d’ Roque
Dalton): en defensa ‘de los siempre sospechosos de todo’ por lo que se permite
remitirle al interfecto, por esquinero sospechoso, y con el agravante de ser
salvadoreño en defensa de los que murieron en el canal de Panamá, y fueron
clasificados como Silver Roll, y no como Gold Roll, dejando aclarado lo bien
que entendió de dicha teoría de explotación ”que el nombre de Gold y Silver
Roll, viene de la moneda con la cual se les pagaba a los trabajadores pan y
barracones poco más por ocho horas de trabajo; por el contrario, los del Gold
Roll, eran pagados en dólares respaldados por el oro estadounidense”.
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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