sábado, 9 de agosto de 2014

EL SILENCIO DEL PAPA ANTE EL GENOCIDIO PALESTINO

EL SILENCIO DEL PAPA
 ANTE EL GENOCIDIO 
PALESTINO

PATROCINIO NAVARRO
Ni siquiera ha tenido el representante de esta Iglesia que se dice cristiana la decencia mínima de decir algo que iguale a lo que la ONU ha calificado de “atrocidad” y que todo humano con conciencia llama sencillamente "genocidio programado contra el pueblo palestino".

EL SILENCIO  DEL PAPA ANTE EL GENOCIDIO

            Gaza arde. Arde y se derrumba .Arde y se desangra. Y mientras los drones y tropas judías matan  impunemente a los niños, mujeres y ancianos de Gaza; mientras se bombardean escuelas y hospitales sin la más mínima compasión y contra toda ley internacional; mientras es violada toda esa Ley mosaica que los judíos dicen respetar,  mientras  es ignorada cualquier moral, la iglesia calla o pide al mundo de los suyos que recen por la paz. Esto supone decir:” La Iglesia es neutral ante el crimen”.

¿Qué menos puede pedirse al mundo católico que rezar por la paz ante semejante monstruosidad ?...El gran David desangra al pequeño Goliat ante la mirada neutral de los ancianos purpurados y el asombro del mundo.  Sin embargo, ¿alguien ha escuchado al Papa denunciar la violencia criminal y sistemática de los judíos en los medios de comunicación? ¿Ha habido una palabra del Jefe del Estado Vaticano que  muestre oposición contra la masacre de sus hermanos árabes  en nombre del mismo Dios al que dicen servir, o de Cristo al que los católicos tienen como Redentor?  ¿Puede alguien señalar una sola palabra del Papa contraria al genocidio contra  Palestina? Mucho me temo que tal cosa no es posible.

Ni siquiera ha tenido el representante de esta  Iglesia que se dice  cristiana la decencia mínima de decir algo que iguale a lo que la ONU  ha calificado de “atrocidad”, aunque eso no tenga ninguna consecuencia. No la tendrá, porque todos los Estados que adoptan posturas ambiguas, o neutrales -como el Vaticano-  y no cortan sus relaciones diplomáticas y comerciales con los sionistas, son mercenarios del mismo señor de las sombras. No tendrá consecuencias la condena de la ONU, porque todos lo que dirigen este mundo se reconocen entre sí y protegen recíprocamente sus intereses. No las tendrá,  pero cuánto sería de agradecer que las tuviera, y  poder escuchar públicamente  una condena explícita   del Papa que iguale al menos la de las naciones en nombre de la justicia universal y hasta del mismo Dios ante semejante crimen cotidiano. No tendrá consecuencias, pero qué menos que escuchar la voz de quien  se dice representante de Dios -y nadie lo niega en la ONU-  rasgar el silencio que sigue a los bombardeos o atronar sobre el vuelo de los drones  y pronunciar un calificativo fuerte pidiendo en  nombre de Dios a sus  hermanos judíos que dejen para siempre de matar a los niños, ancianos y mujeres palestinas.

Si  realmente el Papa creyera para sus adentros representar al Creador, hablaría a sus hermanos  judíos en nombre del mismo  Creador que estos reconocen como suyo  para recordarles que existe la Ley de Moisés que ambos dicen respetar, y que  dice “No matarás” y “No codiciarás los bienes ajenos”.

 ¿Por qué calla el Papa cuando ambas leyes son violadas sistemáticamente  ante los incrédulos ojos de los hombres de bien del modo más cruel e inhumano? ¿Es que no es evidente hasta para el más iletrado de los mortales que precisamente el codiciar los bienes ajenos, que es el territorio Palestino es la causa de este genocidio calculadamente programado?   A veces un silencio es mucho más significativo que un largo discurso o una expresiva imagen. Quien calla otorga. Otorga y es cómplice de lo que calla. Qué desengaño para un católico de buena fe amante de la paz y de la verdad ante esta vergonzosa imagen de un Papa callado ante un hecho de tal magnitud. Lo primero que puede  pensar un católico con juicio propio es que es imposible que tal personaje represente a Dios, y hasta tiene motivos serios para dudar de que sea cristiano.

 Dios nunca calla. Siempre  ha hablado a través de Sus profetas y todos conocemos la suerte que por ello han corrido casi todos por no ser cobardes y decir la verdad, empezando por el propio Jesús, que hoy se dirigiría al Vaticano para llamarle “nido de víboras” y a sus dirigentes “sepulcros blanqueados” muertos en espíritu.

El mundo entero está clamando renovación, pero esta  no se puede producir mientras no seamos capaces de empezar por respetar la vida de todo ser y exigir a los partidarios del crimen que dejen de matar, porque ante el crimen no se puede ser neutral.

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