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jueves, 23 de agosto de 2018

LAS MARISMAS DE LA OSCURIDAD 11


LAS MARISMAS DE LA
 OSCURIDAD 11
DUNIA SÁNCHEZ
Y si, piensa ella, nos envolviéramos en una burbuja que hace plas cuando somos adultos ¿qué pasaría? Solo con nuestro hacer, sin tomar consideraciones de alguien solo el influjo de los soles y las lunas...sin  estar aislado evidentemente. Solo como un observador en un puesto de referencia donde el tiempo pasa para el, para ella pero para los demás es imperceptible. Tal vez…sería la cura, el sanar de una sociedad globalizada que no quiere ser, que no acepta lo que hay, lo que está hecho. Ha dejado abandonado a su flautista, a su preso pero ya vuelve. Retoma conciencia y concentración de lo que está escribiendo.
Una narrativa breve donde lo exquisito impero sobre lo  superfluo, sobre la ligereza. No hace falta escribir interminables páginas, solo ir al grano, atacar directamente al lector. A su memoria viene una frase que la emociona “y no quiero llantos”, de Federico García Lorca. No sabe por qué su memoria se retuerce en esa frase, una marca, un signo de la existencia de su niñez o su juventud. Siempre le gustó esta obra de teatro. Gira y gira en torno a esa frase o como quiera que se le llame. Está tan encima de ella. Toda ella rodeada de noche de luna roja, de la sombra de un añejo árbol, del rumor de las olas. El prisionera mira a su vigilante, su ejecutor en el mañana. Observa como toca la flauta. Su tristeza e impotencia por unos momentos en sueños de libertad, de candados rotos, de correr sobre la tierra húmeda cuando el amanecer los llama a su labor. El no puede…no, se halla en la cobertura de la muerte, de la sin razón. “Y no quiero llantos”, otra vez la dichosa frase entabla en su pecho, en su alma un hachazo, es rival de ella. Tanta dureza. Tanta rabia contenida. Tanta agitación. Tanto coraje. “la muerte hay que mirarla cara a cara” Por un instante se despistas una lágrima raja su tez, su tez pálida. No sabe porqué, le pasa cada vez que escribe algo relativamente largo. Se introduce en sus personajes esa  dualidad  con la imaginación la embarca en veleros desconocidos, misterioso. No comprende y aunque llora siente una gran emoción de gozo, anda maravillada en la defensa de sus palabras. Sí, la defensa. Luchar y luchar para ser neutra, estática, vertical, pesada. Es indecible el muelle próximo, la estación que nos espera cuando amanezca ¿Estaremos o no estaremos?...CONTINUARÁ


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