¿ES EL TAXI UN MONOPOLIO?
POR TAXISTA DE MADRID
La falacia de que
el taxi es un monopolio (cuando lo que hace es evitar la monopolización) es de
los mismos vendemotos que siempre están engañando a las mayorías en beneficio
de la minoría oligárquica.
No. El taxi es
precisamente la manera de evitar el monopolio. Si no existiera el taxi, ¿qué
autónomo o qué PyME podría competir contra los monopolios de Uber o Cabify?
Antes de nada, hay
que puntualizar que determinados sectores económicos, por su naturaleza
(infraestructuras y servicios de interés público, recursos escasos…), tienden a
la monopolización. Para explicarlo voy a poner el ejemplo más simple: no sería
lógico construir tantas autopistas Madrid-Burgos como empresas que quieran dar
ese servicio.
En los Estados
sociales y democráticos, esos sectores son regulados y/o gestionados por los
poderes públicos para evitar los monopolios y sus abusos. Un logro conseguido
gracias a las luchas sociales, por cierto. Como todos los derechos y libertades
que disfrutamos.
Pero también
tenemos el ejemplo de las eléctricas. Un ejemplo con el que podemos ver cómo se
puede involucionar: desde que fueron privatizadas (por PP y PSOE) no dejaron de
crecer los abusos por parte del monopolio a trabajadores y consumidores. Después,
Aznar y Felipe González han sido consejeros de Endesa y de Gas Natural. Por sus
reconocidos conocimientos de electricidad, no vayáis a pensar mal.
Pues bien, el
transporte público es un sector que tiende al monopolio o, al menos, a un
oligopolio cartelizado (que a efectos prácticos funcionan de la misma manera).
Y el taxi es la manera de evitar ese monopolio. La regulación de la figura del
taxi, permite que haya autónomos en el sector.
Si se
desregularizara el sector y Uber o Cabify consiguieran monopolizarlo, serían
los reyes del mambo y repercutiría en falta de derechos para los trabajadores
(no tendrían una estabilidad laboral que les permita hacer un proyecto de vida
a futuro), para los consumidores (además de que podrían abusar con las tarifas,
el taxi cumple una normativa y paga un seguro de responsabilidad civil) y para
los ciudadanos (los taxistas pagan impuestos. Y no tienen su dinero en paraísos
fiscales).
Pero esto va más
allá del sector taxi. Encima de la mesa está un proceso que algunos llaman
“uberización”. Un proceso de retroceso social y laboral brutal, de
incertidumbre vital absoluta que va a sufrir la clase trabajadora. Un proceso
de debilitamiento de los servicios públicos y de debilitamiento de un modelo de
la Europa social que tan buenos frutos ha dado en cuanto a paz social y a
condiciones de vida dignas entendidas como un derecho.
Lo que sí que hay
que hacer es regular en contra de la especulación y la acumulación con las
licencias. Una especulación que, como la especulación con la vivienda, ha sido
alimentada precisamente con las políticas liberalizadoras y desreguladoras que
se han aplicado invariablemente desde la época de Aznar. Un modelo económico
que tuvo como gurú a Rodrigo Rato y que se basa en una economía extractiva y
especulativa.
La falacia de que
el taxi es un monopolio (cuando lo que hace es evitar la monopolización) es de
los mismos vendemotos que siempre están engañando a las mayorías en beneficio
de la minoría oligárquica. Y encima son tan caraduras que llaman populistas y
demagogos a quienes suben el nivel del debate político en la sociedad. Creo que
no hace falta que especifique quiénes son unos y otros.
Texto escrito por
un taxista de Madrid en Telegram
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