CRUELDAD
JM
AIZPURUA
Me acabo de enterar que a un convecino
chicharrero le detuvo la policía por poner, no sé dónde, por la Red o por ahí,
“Los Borbones; a los tiburones”.
Supongo que la detención será por crueldad con
los animales, pues ese lema lleva muchos años circulando y jamás tuvo
consecuencias jurídicas, amparado en la libertad de expresión. Pero los tiempos
cambian y hoy, una Ley pepera, la que llaman “mordaza”, se quiere imponer a la
libertad y tranquilidad de la democracia que desde el 78 había entrado en la
comunidad intelectual.
Ahora, unos meapilas que cantan “El novio de la
muerte”, se confabulan para considerar que silbar, si silbar, o cantar un rap,
son terrorismo. Todo es delito de odio. ¡Donde estamos llegando! Muera la
inteligencia.
Estos discípulos aventajados del caudillo no
tienen la culpa pues ya se saben sus intenciones, pero el resto que se sienta
en las Cortes, en sus miserias partidistas, son los culpables, por no revocarla,
de que personas cuyos “delitos” producen risa se vean abocados a la cárcel. La
tranquilidad del que silba, del que canta, del que escribe, no tiene precio ni
cortapisa. Los personajes públicos deben asumir la crítica por muy burda o soez
que sea, pues la ampara la libertad de expresión, más si es graciosa o
adecuada.
Roberto Mesa, el muchacho al parecer poco
partidario de la monarquía, ignoraba que los tiburones no comen Borbones; comen
pez. Y los Borbones no se dejan comer fácilmente y si no pregunten a los
elefantes de Botsuana, que huyen despavoridos cuando huelen a campechano.
Por tanto, el lema del muchacho es demasiado
metafórico como para considerarlo ofensivo, ni siquiera irrespetuoso. Solo es
una extraña forma de gritar ¡Viva la república! que a la vista del rumbo
represivo que toma la monarquía: cada día está más cerca.
Que contraste de óptica gubernativa, que apresa a
un muchacho rebelde por escribir, y yo tengo que pasar frente a un enorme
monumento con dos pájaros de cuentas, uno encima del otro, para conmemorar la
dictadura y el fascismo, vulnerando la Ley de Memoria Histórica y los mas
elementales derechos de la Democracia ante un dictador.
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