CARTA DE UNA ALUMNA AL MINISTERIO DE EDUCACIÓN CONTRA LOS DEBERES
LUCÍA VÉLEZ TARTAJO -
Estimados
responsables de Educación en el Ministerio y profesores de todas las etapas
educativas: sé que siempre hemos tenido deberes. Y parece que siempre los
tendremos. Pero una cosa son dos ejercicios de Matemáticas y tres de Inglés, y
otra muy distinta son diez de Matemáticas, dos hojas de Inglés, cinco
ejercicios de Lengua...
Desde
siempre hemos tenido deberes. Hay ciertas materias que son únicamente
prácticas. Una cantidad de tareas razonable (teniendo en cuenta que tenemos
muchas asignaturas, y que si en todas nos mandan ejercicios no hay suficientes
horas en el día para hacerlos) no está mal, es favorable para nosotros.
Actualmente
estoy cursando 3º de la ESO, y es verdad que es un curso complicado con muchas
asignaturas. Pero no me parece lógico que nos pasemos una media de 4 horas
diarias delante de un cuaderno o un libro. Yo, personalmente, estoy toda la
tarde metida en la habitación haciendo tareas, desde las 16 hasta las 21 horas,
parando para merendar. Ha habido días que he llegado a estar dos horas y media
haciendo ejercicios de una única materia, dejándome muy poco tiempo para hacer
otras, estudiar y pasar apuntes. Hay momentos en los que las situaciones me
sobrepasan, tengo tantas cosas que hacer, urgentes, que no veo el momento de
acabar, o que no quiero parar ni para merendar para no perder tiempo.
En
las semanas de exámenes, cuando tenemos, a lo mejor, 7 pruebas en 5 días, hay
profesores que siguen mandando la misma cantidad de deberes, a lo que tienes
que sumar todas las horas que necesitas para estudiar. El resultado son
momentos de un estrés horrible, en los que te bloqueas y no sabes qué hacer.
En
cursos anteriores, en los que ciertos profesores no mostraban ningún tipo de
comprensión, lo hemos pasado bastante mal. No es normal que un chico/a de 13
años esté hasta las 23 horas de la noche estudiando porque no ha tenido tiempo
antes. Esta inmensa cantidad de tareas nos quita el tan valioso tiempo de ocio,
como algunas actividades extraescolares o los fines de semana. No podemos vivir
en nuestras habitaciones, encerrados y aislados del mundo.
Pero
esta situación se da en prácticamente todos los niveles. Mi hermana menor está
actualmente cursando la Educación Primaria, y ella, desde 1º, prácticamente,
también está toda la tarde encerrada principalmente haciendo deberes. En cursos
superiores al mío, como en Bachillerato, la situación es incluso peor, porque
van a contrarreloj y en los exámenes les entra mucha más materia, lo que hace
que cuando tienen algún examen le tengan que dedicar casi todo su tiempo.
Y
ese es el problema: que la cantidad de obligaciones escolares es tan
desmesurada que no queda tiempo para dedicárselo a la familia o, en ocasiones,
a uno mismo. Los fines de semana nos los pasamos haciendo nuestras
obligaciones, y casi no hay momento en el que podamos desconectar y hacer
alguna actividad en familia o con los amigos. Si practicas algún deporte como
actividad extraescolar, no le puedes dedicar todo el tiempo que deberías. En mi
caso, yo hago tenis, y hay ocasiones en las que no puedo ni siquiera ir a
entrenar por la cantidad de tareas que tengo para el día siguiente.
Aparte
de las tareas (digamos urgentes), están los trabajos: uno de Historia, otro de
Física y Química, otro de Biología... Yo no soy de esas personas que deja los
trabajos para el último momento, pero aun así hay que dedicarles tiempo, otra
tarea que se suma a las citadas anteriormente. Otra tarea que exige un tiempo
que no tienes. Y otra vez vuelta al estrés.
También
están los trabajos de lectura de los libros obligatorios, de los que tengo que
hacer un resumen y responder a algunas preguntas. No es que sea excesivamente
difícil, ni excesivamente largo, pero también requiere su tiempo. Y así podemos
seguir eternamente, porque al final siempre hay que hacer algo. Lo que no hay
es tiempo.
A
mí me gustaría tener algo más de tiempo libre. Tampoco digo que quiera no hacer
nada por las tardes o en los fines de semana, lo que sería mucho más cómodo
para mí, sino que la "dosis" de deberes sea menor. Poder tener algo
más de libertad para poder disfrutar con la familia, salir con los amigos, o
algo tan sencillo como tener un rato para leer, escribir, escuchar música o
tocar la guitarra, poder ver pelis los fines de semana o salir a pasear. No sé,
cualquier sencilla actividad que me gustaría hacer en los ratos que me quedan
libres, ratos que actualmente son casi nulos, insignificantes.
Si
pudieran cambiar eso, estoy segura de que muchos alumnos estarían más contentos
y motivados, ya que no es nada atractivo estar encerrada toda la tarde, y las
familias podrían pasar más tiempo juntas.
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