miércoles, 26 de noviembre de 2014

ENCUESTAS Y SONDEOS

ENCUESTAS Y SONDEOS

POR JUAN HENRÍQUEZ

Así gobierna cualquiera, don Paulino Rivero. Claro, mientras usted, y los satélites y correveidiles que le abrillantan los zapatos, mantienen viva la inocua y estéril guerra contra el ministro de Industria, don José Manuel Soria, y la compañía Repsol, encargada de las prospecciones petrolíferas; es una estrategia bien pensada y calculada en el tiempo y forma para distraer a la población canaria de los verdaderos y acuciantes problemas que, usted, y sus culichiches de palacio, han provocado, o han colaborado a la gravedad que nos agobia. Sí, don Paulino Rivero, mientras usted y su orquestina de soplagaitas se entretienen entre consultas y sondeos -los del petróleo digo- cada vez hay más parados recluidos en la trinchera de la desesperación; cada día desaparecen decenas de pequeñas y medianas empresas porque las entidades financieras, con las que usted mantiene muy buena sintonía, no conceden créditos; el rostro del hambre y la mirada de la miseria se mueven por nuestras calles rastreando contenedores de basura en busca de un mendrugo de pan duro. Mientras todo eso ocurre, don Paulino Rivero, usted jugando al despiste y moviendo fichas para aplacar la amargura de una ciudadanía descerebrada. Debe usted saber, don Paulino Rivero, que hay canarios, entre los que me encuentro, que su falso ecologismo nos provoca abominables vomiteras, que su secreto mejor guardado está en las verdaderas intenciones y razones de su particular batalla contra las prospecciones, y que nada tiene que ver con su insondable misterio por la defensa de un territorio, al que usted, le ha producido una estocada de muerte. Mire don Paulino Rivero, si quiere le adelanto el resultado de la encuesta, para la que usted ya ha adoctrinado a las universidades, y a los vasallos de su RTVC. En contra de las prospecciones hay el 70-80% de los encuestados, de los cuáles sobre el 65% son jóvenes. Otro argumento falso a su favor. Escúcheme, sabe qué le digo pa’ joderlo: ¡Ojalá haya petróleo!

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