sábado, 4 de octubre de 2014

POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS

POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS

MARINA ALBIOL GUZMÁN

Acostumbrados como están las huestes del PP a ir de la mano de la jerarquía eclesiástica, debe haber confundido el señor Arias Cañete el Parlamento Europeo con un nuevo templo de culto religioso donde los pecados se absuelven pidiendo perdón, rezando unos cuantos avemarías y dando buena limosna al párroco cualquier fiesta de guardar. Así, se presentó este miércoles en la cámara el aspirante a comisario con el papel bien aprendido y el arrepentimiento escrito en Times New Roman tamaño 16, por si la memoria fallaba.

Quizá habría que recordarle al señor Arias Cañete que en política no basta con pedir perdón, que la honorabilidad y la honestidad hay que ejercerlas cada día, cada minuto. No basta con un “lo siento, no volverá a ocurrir” y pelillos a la mar. Alguien que ha ocultado hasta el último minuto sus ingresos por sobresueldos del Partido Popular no es de fiar. Alguien que se niega a responder de los vínculos familiares en el negocio de los carburantes y que ha mantenido sus acciones en empresas petroleras hasta pocos días antes de su intento de nombramiento no puede ser comisario de Acción por el Clima y Energía. Señor Arias Cañete, es usted sospechoso de demasiadas cosas como para dejar en sus manos la gestión del bien común. Alguien que ha tratado de humillar a las mujeres con expresiones y actitudes machistas vergonzantes no puede estar al frente de nada, por mucho que ahora diga que se arrepiente. Es usted reincidente señor Arias Cañete y no nos creemos nada de lo que diga.

Dice usted que hizo una ley de costas para proteger los intereses de los ciudadanos europeos que habían invertido en España y que veían peligrar sus intereses. Quizá sea un argumento que convenza a las élites centroeuropeas, pero le recuerdo, señor Arias Cañete, que cuando sus votantes le pusieron como ministro, lo que usted debía preservar, entre otras cosas, era el medio ambiente, pero prefirió usted proteger a las élites europeas para que sigueran comprando el litoral pese a la agresión mediambiental que esto ha supuesto.

Son demasiadas cosas, demasiadas mentiras como para que ahora trate usted de arreglarlo con arrepentimiento. Por estos lares le conocemos bien, señor Cañete y ya no puede engañar a nadie. Quizá me entienda usted mejor con una referencia a la Biblia para citar a Mateo, que en el versículo 7:16 dice “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?”

[Marina Albiol Guzman es diputada de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo]

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