La música del hombre
POR ROBERTO CABRERA
Yehudi Menuhin en un trabajo muy conocido revela que "estar
con uno mismo, con su ambiente con la música que uno toca y con los oyentes,
parece un concepto casi pagano en su plenitud, en su unidad total con la
naturaleza, si esto es pagano, entonces hacer música paradójicamente es
establecer contacto con la expresión religiosa más remota, pues estoy
convencido de que aún la música sacra tiene sus raíces en la profana".
Para él, el hombre es artista por definición pues constantemente trata de
transformar la visión en realidad, el misterio en sentido común. Nunca
alcanzará el éxito completo y, para encontrar el equilibrio interior debe
aceptar sus limitaciones. "La música es nuestra forma de expresión más
antigua, más aún que el lenguaje o la pintura; se inicia con la voz y con
nuestra necesidad de establecer contacto con los demás (...) la música toca más
profundamente nuestros sentimientos que la mayoría de las palabras y nos hace
responder con todo nuestro ser". Hallazgos arqueológicos sugieren que el
hombre primitivo ya empleaba crótalos, tambores y flautas mucho antes de la
última era glacial. El conocimiento más preciso comienza en China, que en el
3.000 a.C. ya había elaborado teorías musicales muy refinadas. La música
occidental salvo en el caso de Grecia no se había desarrollado al iniciarse la
era cristiana. Roma toma así toda su música de los territorios conquistados. Si
al empleo de la voz para producir palabras se le calcula 8.000 años de
antigüedad, el canto hay que ubicarlo medio millón de años antes. La canción,
la combinación de la música y el habla, tiene un poder singular y transmite sentimientos
de gran júbilo o de una casi insoportable intensidad "la música no
reproduce el mundo exterior que nos rodea, ni siquiera cuando imitamos
deliberadamente los sonidos que escuchamos, la música se refiere ante todo a
nosotros mismos, es nuestra identidad". Al escuchar con imaginación y
producir hábilmente el sonido, gradualmente el músico comenzó a ser valorado, y
se le asignaron mayores responsabilidades porque podía estimular a la gente,
hablaba por ella y el pueblo dialogaba con él. Con su intermediación la música
les infundía la determinación y el valor para la guerra, defender su
territorio, expresar su alegría o llorar sus desgracias. Los vestigios más
antiguos que se han encontrado, según Menuhin de artefactos destinados a la
producción de sonidos provienen de excavaciones en Siberia que datan de unos
35000 años. Trozos de mamut, enormes articulaciones de caderas y hombros que
muestran los lugares donde pueden obtenerse mejores resonancias. Flautas que
indican sofisticados sistemas de digitación y una escala musical. A este
respecto la existencia de melodías primitivas mucho antes de la última
glaciación es incitante para músicos y antropólogos. En otros lugares se han
encontrado tambores de piedra con oquedades que probablemente se cubrían con
cuero estirado. Losas talladas por las antiguas civilizaciones asiáticas. Los
materiales que vibran en grado suficiente para hacer música suelen ser
perecederos, como la madera, la tripa y las cañas. Ni siquiera los cuernos
duran tanto como el hueso. Por eso podemos afirmar que "gran parte de
nuestras pruebas se han desintegrado" (...) quizás no podamos reconstruir
con precisión la música del hombre primitivo, pero la evidencia a nuestro
alcance confirma que aquellas sociedades no eran tan primitivas como se llegó a
suponer". También se demostró que una viga de madera colocada
transversalmente en la boca de una fosa natural producía una excelente
resonancia al ser golpeada. Este sería el primer amplificador natural " el
arco de tierra que un perfeccionamiento del tronco colocado sobre un foso (...)
se colocó un puente a la mitad y una cuerda muy estirada sobre él, atada a
ambos extremos. La cuerda era de fibra natural, de tripa y podía ser punteada o
golpeada (de aquí salieron disparadas flechas por efectos circunstanciales y se
inventaría el arco de caza) "La afinación de losas de piedra devastándolas
cuidadosamente es también una costumbre muy antigua" es importante
recordar que el sonido que un pueblo considera hermoso puede no ser grato para
otro grupo humano". Estas afirmaciones de Menuhin son válidas para
estudiar nuestras piedras fonolitas, abundantísimas en nuestros terrenos
volcánicos, los cabocos, y también ciertas consideraciones que nuestros
cronistas dejaron escritas sobre el "desagradable efecto" que
producían los cantos de los "primitivos" canarios. A este respecto el
mismo Sachs dice: "Los indios, en especial crean melodías de un acento
patético, a cuyos efectos ni siquiera el europeo puede sustraerse (empleo de
cuartas, mientras que los pasos de segundas y terceras no son muy precisos). El
puente entre las dos modalidades estilísticas no sabemos si debe buscarse
entre: La diferente disposición musical, diferentes niveles de evolución o la
influencias de culturas vecinas más elevadas". También a pesar de que se
han recopilado enormes cantidades de vasijas y huesos, lajas y utensilios,
quizás no se haya valorado adecuadamente en cada hallazgo, su funcionalidad en
orden a lo músico-instrumental. "La bramadera, es ovalada y tiene un borde
filoso que se ata a una cuerda o correa y que, al hacerse girar sobre la
cabeza, produce un silbido penetrante que puede oírse desde varios
metros". Dice Menuhin. Como veremos más adelante, instrumentos de este
tipo fueron hallados en La Palma. "La bramadera es tan antigua como el
tambor, instrumento cuyo origen no puede determinarse por su gran difusión
(...) El principio de la caja de resonancia se aplicó a muchos dispositivos
para producir sonidos. Las calabazas sirvieron de base para las primeras arpas,
así como las conchas de diversos animales, desde armadillos hasta tortugas y
caracolas. Pongámonos como ejemplo el Kora (Senegal) originario del antiguo
imperio de Malí o el berimbau (Brasil). Su abundancia puede explicar en parte
el desarrollo de los instrumentos de cuerdas que nos permitían refinar nuestro
sentido del tono, mediante la afinación variable de las cuerdas".
Las flautas y trompas más antiguas se fabricaban de huesos ahuecados y quizás
también de ramas y troncos (estas últimas no conservada) de barro cocido como
la ocarina. Se requirió tiempo no obstante para el perfeccionamiento de las
embocaduras del cuerno de animal y de la caracola marina que en Canarias
llamamos busio. La boquilla vibratoria de caña, es casi tan antigua como la
flauta y la trompa, se supone que al fin de las glaciaciones en el cercano
oriente se formaron grandes pantanos donde prosperaron las cañas. "Un
carrizo aplastado de un martillazo pudo ser la primera boquilla de caña".
Como veremos más adelante Viera nombra esta peculiaridad de boquilla de tallos
de cebada. Respecto a lo consignado más arriba debemos añadir que tanto el kora
de 21 cuerdas como el berimbau de una siguen siendo instrumentos ampliamente
empleados en la música popular y en los grupos de música africana y brasileña.
A este nivel conviene no olvidar que mi visita al conservatorio de Dakar, tuve
oportunidad de recibir una clase magistral de Kora a cargo del responsable de
este instrumento real. Otros tan antiguos como el violín senegalés, el balafón,
el yembé cuentan con profesores especializados que se encargan de procurar una
educación a sus alumnos tan cuidada como la propia de los instrumentos comunes
en la música sinfónica. De la afinación del Kora o la Kora, conviene destacar
lo siguiente: no existían posibilidades, en el momento de mi visita, de editar
un método completo de dicho instrumento por falta de recursos según su profesor
Mamadou Kaujaté, pero siguiendo con la exposición anterior, el instrumento ha
mejorado su clavijero y hoy, aparte del tradicional donde las cuerdas van
cogidas al mástil por tiras de cuero, se fabrica artesanalmente con clavijas de
madera que facilitan todo tipo de variaciones en el afinado. De manera que
puede sustituirse por ejemplo el Mi natural y el Si por los correspondientes
bemoles con lo que perfectamente pueden ejecutarse otro tipo de melodías. De
hecho los grandes músicos africanos de hoy en día, como Baba Maal, a quien
conocí personalmente en su local de ensayos en la capital senegalesa a
principios de los 90, o Youssou N'dour, con quien tuve el honor de participar
en el espectáculo África Vive en 2009 con el grupo Gato Gótico y Le Super
Etoile de Dakar, en Santa Cruz de Tenerife, Salif Keita, a quien pude saludar en la
segunda edición del Womad Canarias, etc. lo incorporan en las bandas aunque a
veces utilicen el "sampling" en los directos, lo que ahorra llevar
unas cuantas koras con distintos afinados. Como reconoce Sachs para toda la
música primitiva "lo que podemos anotar ni siquiera es lo más importante desde
el punto de visita científico, faltan: el timbre vocal, el ataque, el
temperamento, el gesto musical, la insistencia en la emisión vocal, en
definitiva faltan estas innumerables particularidades que constituyen los
rasgos característicos de las distintas razas y la esencia de toda la música no
europea, y no queda otra cosa que una trascripción árida y descarnada". El
canto de los pueblos primitivos se origina en estados de excitación y/o
embriaguez, que pueden exteriorizarse de distintas maneras: en forma de juego,
de carácter puramente motor, con significado erótico o mágico. De todos modos
es algo fuera de lo corriente, y esas características lo alejan de la
particularidad esencial del canto europeo moderno: lo natural". Entiéndase
aquí lo "natural" como aquello que sufre pocos altibajos y que se
asimila al lenguaje hablado. "Los restos del canto del antiguo Oriente que
perduran en el mundo occidental, y ese elemento oriental, se remonta a su vez a
las costumbres rituales de los pueblos primitivos". Para Sachs cuando no
se trata de una música conscientemente artística, que pretende ejercer un
efecto sobre los oyentes, sino de una música en que la embriaguez, el éxtasis y
la anulación del yo constituyen la esencia del canto, la voz se aleja tanto
como es posible de lo humano y habitual. Se recurre a la emisión nasal, gritos,
chillidos, croar y canto ventrículo; se usan registros extremadamente agudos,
se entra en falsete y glissando; se hace de todo menos lo que acostumbramos a
considerar como canto "natural". Las civilizaciones exóticas elevadas
mantienen ese timbra vocal no natural. Otro de los puntos de vista de Sachs que
mantiene vivo interés es su consideración de que "las melodías y formas de
canto no son esencialmente productos culturales que puedan ser transmitidos de
un lugar a oro, sino que se trata de exteriorizaciones motoras relacionadas con
el temperamento de los pueblos y con sus dones hereditarios raciales, por lo
general intransferibles" y respecto a los instrumentos "son un puro
elemento de cultura. Mientras algunos pueblos los adoptan respondiendo a una
preferencia de orden racial, otros, por una disposición opuesta, los dejan de
lado". Se trata de poner orden en el mundo de los instrumentos musicales
que, desde la época de la prehistoria, hace miles de años, se prolonga en el
acervo de los actuales pueblos no europeos y constituye el único vestigio del
instrumentario prehistórico. "Desde todo centro de civilización los
productos culturales materiales o espirituales se irradian, ya sea por
verdaderas migraciones de grupos éticos determinados, ya sea por su traspaso de
una tribu a otra, o bien, en el caso de los más antiguos, desplazándose hacia
la periferia frente al empuje de olas siempre renovadas (...) Así, cuanto más
lejos se encuentra un producto del centro de su cultura madre, tanto mayor es
su antigüedad, pues todo el instrumentario de las culturas bajas y medias, y
también el de las altas civilizaciones americanas y de Asia oriental, una vez
encontrado el cambio geográfico, se concretó la idea conductora de que las
capas más antiguas debían encontrarse en la periferia, es decir, en la costa
occidental de África y en los territorios polares de América del Norte y del
Sur" y añade "este método no debe ser manejado en forma indiscriminada
y esquemática "El método geográfico permitió divisar la gran línea de
evolución por encima de los hechos individuales, sin detenerse en los
detalles". El cercano Oriente prefiere el canto nasal unido a un vibrato
reforzado por la presión intermitente de los dedos sobre la laringe. En los
relieves realistas del antiguo Egipto se observan, en el imperio del Nilo del
segundo y primer milenio de la era precristiana, la postura de la mano y la
distorsión de los músculos faciales que corresponden a esta manera de cantar.
"De igual modo reina el canto nasal en la Edad Media europea, cuya música
en más de un sentido depende de Oriente " Sachs indica que "se trata
de aquella hoja delante de la boca, según una frase típica alemana, que
modifica y falsifica el sonido, de la misma manera que la máscara usada para la
danza oculta y deforma el rostro y sobrevive asimismo en nuestros disfraces de
carnaval".
*
fragmento del ensayo:
Apuntes
para una reflexión etnomusicológica
ed.
Aguere 2011. Santa Cruz de Tenerife
Ves, el niño corre por las colinas
embebidas de soles
Y hasta la noche bebe la niebla y la
estrella
Y tú en los bosques el llano y la
sabana los campos uno tras otro
Ríes, cantas, lloras y gimes los
ancestros graves y tranquilos,
te escuchan, te escuchan
Kora corazón Kora ternura
Vientre encantador tallado en el
tronco mágico
Calabaza fecunda mástil erguido
trenzado de melopeas
Sexos en cuerpo a cuerpo
Kora memoria alegría derramada
Soplos sagrados de los vientos de la
mañana lechosa
Caricias de alisios en las tardes
abrasadoras
Kora del cielo djeli de los ángeles
Hermana de la lluvia y de las
siembras
Kora de los fértiles bosques verdes
y azules
Voz de los vivos y de los muertos
Cuerdas tensadas en la sonora lengua
de los griots
Venas de fuego en el brazo vencedor
de los príncipes
Kora honor Kora sacrificio
Yergue de nuevo el sexo de los
circuncisos y haz palmear
el vino de palma en las cabezas de
los selbés
Adorna de nuevo la voz lasciva de
las mujeres
en el vértigo de los hombres
Kora felicidad Kora valor
Cuánto sabes hacer vibrar el seno
cálido de la Raza
Tú sola sabes poner la virtud de pie
Hacer zozobrar la mirada de los
Dioses indomados
Yergue yergue tu cabellera
y que corran sobre tu garganta
trenzada satinada
tu largo cuello tejido de cantos
cálidos y suaves
los dedos astutos y sabios de los
maestros de la palabra
Eres el torrente y la tormenta la
fuente y el sueño
Eres el asilo el albergue la queja y
el silencio
Eres el arco de oro en la frente de
los reyes
Eres la lanza que fulmina
La serenata que levanta la presa de
las hijas doncellas del País azul
Pero canta canta y entonces baila
baila
Sabes que la estrella se baña en tu
magia
Mira la noche se calla y reúne sus
linguéres
Ah canta Kora felicidad mécenos Kora
ternura
Y que la tierra el fuego el cielo y
el agua te abran su corazón
@Amadou Lamine Sall
Poema presente en la antología
Galaxias
del libro Kamandalu. Trad. Del
francés por @ulapress,
linguéres: mujeres con derecho
al trono en el reino Uâlo del norte de Senegal
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