ANA
JOSU AIZPURUA
En pleno
tardofranquismo y ante la enfermedad desconocida de mi padre, tuve que
acompañarle al sur a una clínica privada que le atendía sin gran resultado.
Allí conocí a Ana. Su padre constructor como el mío, se conocían y eran pacientes
de los mismos médicos y se chequeaban por semanas de vida vigilada con una
pulsera que les impedía comer prohibido según su color. Una vigilante los
perseguía con celo y mi padre fue varias veces “detenido”.
Ana nos recibió bailando una especie de jota al son de “Desde Santurce a Bilbado” que jamás podré olvidar.
No la volví a
tratar en la semana, era muy niña para mí, y estuve a mis cosas entre las que
jugué algún partido de frontón y me quedó pendiente un reto con un maître muy
aficionado y riojano. Pero viví la intimidad de aquella familia de Ana,
poderosa, estructurada, amorosa, con fines y valores, que me hacen suponer que
lo que hoy haga Ana por su hija será algo meditado y valioso. Esa niña, a poco
que ponga de su parte tendrá una oportunidad vital inmejorable, y de eso se
trata.
La madre gestante,
tendrá en Ana un apoyo eterno y su vida también mejorará.
A nadie le asaltan
por la calle y le roban su gestación.
¿Dónde está el
problema?
En los meapilas que
quieren abolir la prostitución y dejar a las prostitutas convertidas en
mendigas.
O los que impiden
el aborto y dejan morir a las niñas parturientas o en manos de desviados
sexuales que las degeneran.
Es la hipócrita
moral de las derechas, que van al cielo; y los demás que se jodan. Son los
creyentes.
Prohibidores
convulsivos, han cogido cacho con Ana, desde derechas e izquierdas, y sin
solución alguna se aprestan a prohibir asistidos por los leguleyos de opereta
que cotizan a millón.
¿Dónde están las
Instituciones de protección del Gobierno progresista? Prostitutas, abortantes,
necesitadas, inmigrantes, ¿Dónde recurrir ante sus necesidades apremiantes?
¿A dónde recurre la mujer que quiere tener a su bebé y no puede?
Cuantos Centros
hizo en 4 años Irene, de estos tipos, y dedicó todo su tiempo a los abecedarios
sex y las mujeres con pene, loable, pero será la causa de su hecatombe
electoral.
La Realidad
atropellará con su apisonadora vulgar, la del vulgo currante, que no
entiende de delicatessen sexuales y sigue con el polvete de finde a la
misionera, y mira como las vacas al tren a esa filosofía de mujeres
vociferantes.
Vuelva la burra al
trigo y la izquierda-izquierda a sus quehaceres. Las necesidades de los parias
y las mejoras obreras no han sido ni observadas por esa parte del Gobierno que
se lo ha puesto muy fácil al otro. Y lo han hecho tan bien que los dos caerán,
si en lo que queda los votantes no los volvemos a la REALIDAD.
La mentira no puede
ocultar la realidad, es como el dedo que tapa al sol.
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