sábado, 19 de noviembre de 2022

LA DIMENSIÓN

 

LA DIMENSIÓN

Novela

Obra: NL.12 (a.73)

José Rivero Vivas

______

________

 

José Rivero Vivas

LA DIMENSIÓN – Obra: NL.12 (a.73) – Novela –

Ilustración de la cubierta: Noche de invierno con luna, 1919.

Cromoxilografía de Ernst Ludwig Kirchner.

(ISBN 978-84-8382-094-0)  D.L. TF – 1348 – 2007 –

Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2007)

__________________________________________________


José Rivero Vivas

LA DIMENSIÓN

Otra Lectura

_______________

(Cap. 27 – Página 202 – Fragmento)

Aquí no sucederá nada ni nadie podrá nunca venir porque está todo de hace tiempo arreglado. Nosotros, componentes del género humano, somos seres malditos, que ellos mismos, como castigo, depositaron en este planeta; el tiempo se encargaría de mostrarnos lo malo que somos, pecando en exceso de ruindad, carentes de sano juicio y ajenos a propósito de enmienda. Ello nos llevará un día a la destrucción total, sin contar con apocalipsis ni telúrico cataclismo; se va a pique la Tierra, y ya está.

 

*

-No fastidies, Orabia, ni seas boba. Cuando uno no entiende la propuesta del tema, se calla sin añadir más.

-Mi entendimiento va más allá de lo que piensas. No vengas con aires de sabio, que nadie sabe lo que se cuece en el ámbito de las estrellas.

-No te ofendas, que mis palabras carecen de dardo emponzoñado.

-Estoy triste y disgustada, Cipriano. Tu mal acrecienta y no hallo remedio a mano.

-¿Por qué te empeñas en creer que estoy enfermo?

-Por tu encierro.

-Medito de día cuanto de noche observo.

-Pero, si no sales a investigar, ¿quién mueve la agencia?

-El espíritu de don Güldtrein.

.    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .   

(Cap. 7Páginas 59, 60 – Fragmento)

-Don Güldtrein, ¿cómo le fue a usted en la Wehrmacht?

El alemán lo miró de reojo, bajó la cabeza y respondió:

-Yo ya no estaba en Frankfurt.

Y le sonaron las consonantes con la exactitud del tableteo de una ametralladora.

Don Güldtrein lo recomendó a su amigo, aquel señor que estuvo a punto de caer arrollado en el paso de cebra, quien, a su vez, tenía gran amistad con el terrateniente, amante de la guapa que encandiló al consejero, por cuya voluntad obtuvo Cipriano plaza de seguridad en el hospital.

 

*


          Orabia quedó interesada en la conversación de Cipriano, y, poco a poco, se fue acostumbrando a desayunar junto con él; todos los días tomaban su cortado, hasta que se enredaron de forma que pronto prepararon los papeles y en seguida tuvo lugar el casorio.

          Fueron a vivir con sus padres, en la casa de Las Torres, que Santiago estaba ya casado con Jesusa, quien se enamoró de él en una sensacional actuación que tuvo una noche en el Puerto de la Cruz: la trompeta se oyó en solo prodigioso, con sonido explosivo y melodiosa cadencia de jazz; ella fue acompañando a su hermano Aurelio y Aurorita, su novia, y aquel rapto gigante la dejó extasiada hasta el amanecer.

.    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .   

 (Cap. 22Página 169 – Fragmento)

Como sabía inglés y alemán, aprovechó cuanto libro dejó don Güldtrein detrás y empapó sobre el tema espacial hasta hacerse experto ufólogo, sin que nadie le diese aprobación ni le propinase espaldarazo que lo armase caballero en la nueva andadura que a pasos agigantados se aproxima. De este modo creció en pretensión expansiva, se hizo por su cuenta socio de un conjunto que atiende a cuanto sucede en el espacio visible y dice haber sido señalado por el Consejo de los Nueve, sin especificar a nadie, por secreto de organización, en qué consiste y cuál es el fin que persigue dicha asociación.

 

*

 

Al final de este cuento, Aurelio se traslada a Santa Cruz con objeto de hacer una visita a Cipriano, ensimismado en su guineo, después de haber leído unas líneas suyas que le hubo dejado Santiago. Sus escritos, referidos a economía, calaron en la fantasía de Cipriano, que los trabucó con aspectos del espacio exterior que él mismo sintió proyectados sobre el Valle de La Orotava. Con el fin de esclarecerle determinados puntos, exclusivos de su investigación personal, Aurelio se acercó a su casa, que no está en Taco ni en La Cuesta, aunque desde allí puede Cipriano contemplar el ancho brazo de mar entre Tenerife y Gran Canaria.

.    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .   

(Cap. 33Página 251 – Fragmento)

-Para mí continúa siendo extraño.

-Todo el proceso lo es. ¿Cómo, si no, explicas la varada de aquel chisme gigante que se posó en el Valle de Ucanca?

-Lo siento, Cipriano; no entiendo nada.

-Espera a que llegue Aurelio.

 

*

Esto es lo malo de ponerse a reflexionar sobre los acontecimientos del tiempo presente: sufre uno al comprobar que la versión oficial dista de aproximarse a la verdad, que, a su vez, permanece oculta en el vacío histórico, creado aposta para incitar plural objeción en el conjunto de opiniones, vertidas a granel, aunque seleccionadas con palillos y arropadas, luego, bajo el dardo de la eficiencia, al darlas a conocer a través de los medios de comunicación, públicos y privados, que se vanaglorian de lucir un frontispicio en el que figura, bien alto, el lema de su independencia y su arbitrio.

.    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .   

(Cap. 38Página 284 – Fragmento)

-Los manuscritos carecen de valor mientras su autor no pase a ser ídolo.

-Don Güldtrein sigue en anonimato.

-Pero, hay sospechas de su afición al estudio de los enigmas que sugiere el ocultismo.

-¿Qué significación tiene?

*

-De cuanto hablaron Emma y Heinrich, se infiere que, en el curso de un severo escrutinio, realizado para comprobar la veracidad de la tesis expuesta por el gabinete de gobierno, un alto cargo, de atormentada conciencia, filtró al detective conocimientos secretos de estado, sobre experimentación de armas, junto con datos de un mapa donde aparecen marcadas las rutas de las estrellas.

-¡Ja! Aquí caen todos. Hasta Aurelio piensa ahora que don Güldtrein era una fuente de misterio.

.    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .    .   

(Cap. 39Página 294 – Fragmento)

La nave de sondeo, posada junto a la costa en fecha remota, hubo de alzar vuelo y emprender precipitado regreso a su galaxia de procedencia, porque el omnímodo jefe de la suprema potencia terrestre, miró a sus tripulantes de soslayo, con aire amenazador y ademán autoritario, conminándolos, con sonrisa amable, a borrar su huella de la faz de la Tierra, antes de verse envueltos en conflicto armado.

 

*

-¿Es cierto, Cipriano, lo que mascullas?

-Son notas, Orabia, recogidas en la Libreta, que he sido capaz de descifrar, sin ayuda de don Güldtrein.

-Lo de la guerra es un cuento, pues todavía no se han suscitado ninguna de las características que presupones.

-Veremos lo que pueda ocurrir de aquí a fin de año.

-Te habrán dado de baja por absentismo total.

_____________________________________

 

 

 

 

 

José Rivero Vivas

LA DIMENSIÓN

CONTRAPORTADA

______________________

 

Lejos de recurso a sinopsis, la novela habla de la inquietud y angustia de Cipriano, que cambia de empleo hasta llegar a detective privado, en una agencia, bajo auspicios de don Güldtrein, alemán residente en Canarias, a quien molestó al principio que tradujeran tan mal el Herr; después entendió que dirigirse a él como Señor Güldtrein menguaba su categoría, y quedó encantado con el Don.

De aquí que, en la primera ocasión, hundido en pura lejanía, fuera a sentarse en el pretil, para atisbar el firmamento, que se enciende de noche, y las estrellas aparecen empolvadas, a base de brillo exterior, sin virtud consecuente ni base suprema que una ambos extremos, en el paseo abigarrado de almas, tras un cielo escondido bajo la bruma, singular denuedo de gran trabajo, aun carente de eficacia y práctico objetivo.

Sin embargo, Cipriano, en su ansiedad, no enjuicia el momento presente; antes al contrario, comenta lo ocurrido hace tiempo, que le da pie a reinsertar, lo escrito entonces, con cuanto sucede en la actualidad, hecho que cada uno interpreta a su manera, según condición, fundamento y concepción de su particular universo.

*

Ciertas lecturas, en revistas especializadas sobre motivo espacial, han despertado su interés acerca del tema. De modo que, basa su visión, en zona intermedia, entre Santa Cruz y La Laguna. Así, durante la noche, se sienta en el balcón de su casa a contemplar fijo la bóveda celeste, donde observa las estrellas titilando, mientras aguarda el paso fugaz de las naves en su viaje de inspección, tras sospecha de congénita agresividad, característica principal de los habitantes de este planeta.

Cuando alguna vez Orabia hace alusión a su nula huella en su obstinada porfía, Cipriano, sin amilanarse, responde:

-Mujer, de tener la allure de gran maestro en esta lid, al par que Asimov y Vonnegut, ten por seguro que estos cuadernos tendrían otro valor, y más de un presumido, sin importar su empleo, iría detrás de mis apuntes, mis escarceos literarios y mis charlas, reputadas furtivas.

-¡Ay, Cipriano; qué ganas de mantenerte en tu obviedad!

*

Cipriano, a veces desvaría, y este batiburrillo parece ser consecuencia de la propia incoherencia que el hombre muestra en su repertorio de notas, que en lugar de datos, detalles y anécdotas, se pone a redactar lo que le viene a la mente, desprovisto de soporte y de ilación, lo que al cabo se torna en sumo desacierto de su parangón vital. Por lo cual, sus reseñas de guerra, librada a mitad de distinto siglo tal vez, señalan al país poderoso que, en isla del Pacífico Sur, arrasó vidas y haciendas, con objeto de dar escarmiento a quien osara oponerse a sus designios en cualquier punto de la Tierra.

*

Cipriano, en sus cábalas acerca de su experiencia en el tema espacial, las naves, la experimentación, y todas esas cosas que le ocurre imaginar, no llega a comprender que todo es mera fantasía de su ingenio, sin afianzamiento alguno ni emocional ponderación. No obstante el superficial desliz en su discurso, existe un contingente de curiosos que insistente se pregunta si es posible el excepcional hallazgo, por causa de haber sido contactado, luego virtualmente abducido durante su inmersión en sonámbulo estado.

A este respecto, el exégeta podrá discernir esta inextricable cuita, tras fructífera criba de la gran elusiva propensión.

___________________________

LA DIMENSIÓN

CONTRAPORTADA

José Rivero Vivas

_________________

 

José Rivero Vivas

LA DIMENSIÓN – Obra: NL.12 (a.73) – Novela –

Ilustración de la cubierta: Noche de invierno con luna, 1919.

Cromoxilografía de Ernst Ludwig Kirchner.

(ISBN 978-84-8382-094-0)  D.L. TF – 1348 – 2007 –

Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2007)

__________________________________________________

 

 

Tenerife

Islas Canarias

Noviembre de 2022

________________

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario