LA ISLA....
DUNIA SÁNCHEZ
No, no miraré
atrás. Mis seres amados hace tantos años que no los veo, que no noto sus
sonrisa cuando yo una pequeña jugaba a su alrededor. Ahora, la huída. He visto
una cierta luz en las estrellas que me dice que tengo que marcharme lejos, muy
lejos , a la isla. No sé donde se
encuentra pero cruzaré este desierto donde cada azote de su viento me ciega, me
hace doblarme en la nada de su voz pero todo tiene su fin. Yo, niña mujer he
sufrido las barbaries que no cualquier ser humano de la otra orilla, del otro
lado de la frontera no es capaz de imaginar. Pero como niña mujer soldado me he
acostumbrado a una cosa , he de luchar, he de sobrevivir ante los aberrantes
alientos del ser humano.
Aunque haya sangrado, me hayan violado, me hayan
pegado, haya pasado hambre, haya pasado sed , haya perdido el sentido de la
existencia he de continuar en mi búsqueda. Iré a la isla, allí se dice que se
vive bien, que todo es distinto, que otra esfera bien ajena a mi hoy, a mi ayer
¡Lucharé¡ Yo excombatiente saldré viva de este desierto, el dromedario me guía,
la luna me alumbra y la paz que ahora siento. Uhmm….este silencio de gritos, de
bombardeos, de sufrimiento que me escuece en el dormitar ¡No¡ no dormiré hasta
llegar a la isla. Esa isla que dicen de bella humanidad donde las batallas las
libras con flores perfumadas de esperanza en sus rituales. No, no miraré atrás.
Aquí, sola, niña mujer soldado he sido. No me importa, mis ojos señalan el
norte. Un norte donde alas de la libertad desencarnará en mi verticalidad.
Verticalidad que no he poseído sino una prisión en mis pensamientos nutrido por
la violencia, por agitadores viciosos en sus ruedas en torno al mismo eje de
sus ideas. Ideas falsas. Ideas erróneas. Solo el ayer será un fantasma que
volverá cuando menos me lo espero pero me es igual. Tengo que llegar a la
isla ¡La isla¡ ¡ La isla¡ Solo me queda agua y aguantare ante este
implacable, tempestuoso mar de arena y piedras hasta avistar la isla ¡La isla¡
¡La isla¡ Por unos instantes cierro la mirada al horizonte, la noche me atrapa
y el frío que siento hace que hasta los huesos me duelan. Pero, continuaré, sin
mirar atrás, no vale la pena. A lo mejor desde la isla ¡la isla¡ ¡la isla¡
podré ayudar a mis compañeras, a mis compañeros que en el menudo de su edad aun
no comprenden que es la existencia, la humanidad ¡La¡ ¡la¡ me viene una canción
de no sé donde habré escuchado, en ella el reflejo del bien me inunda, me dice
continua ya está cerca. La noche no me hace distinguir bien aunque la luna, los
astros me hablan por donde seguir ¡La isla¡…¡La isla¡ Lloro, puede ser que los
tormentos me busquen, puede ser que mi cuerpo manchado se retuerza ¡Apártate¡,
grito. Y este grito en medio del vacío , de la nada me orienta a ser más
fuerte. No, no caeré, tengo que llegar a la isla ¡la isla¡….veo revolotear
mariposas ¿de dónde vendrán? Mariposas ligeras, mariposas mansas, mariposas
luchadoras aun en la apariencia de sus alas frágiles. No, no son visiones ¡la isla¡ ¡la isla¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario