LA PUTA COLA
JM AIZPURUA
Once coma tres
(11,3%), es decir 250.000 canarios no pueden medicarse por falta de recursos.
Entre ellos están mayoritariamente las mujeres, las viudas de pensionista, las
separadas sin ayuda, las ancianas ignoradas, y las niñas y niños con hogares
destrozados. A todas ellas condenó la Gran Nación de 500 años a cargo de M
Punto a la muerte lenta, como un castigo bíblico correspondiente a su pequeña
nación canaria que ellos consideran; la comunidad-cola lejana y silenciosa.
Pero no es lejana
ni silenciosa. Es una nación silenciada.
Y no quiere ser la
cola de nadie y mucho menos la peor en casi todo de lo que llaman Reino de
España y sobre todo en los recursos sociales. Su sanidad, su educación, su
transporte, son el peor de todas las comunidades autónomas. Su crecimiento
desde el 78 es vegetativo, ni AVE, ni aeropuertos, ni fábricas o echaderos
donde vivir la vida. Madrid en este tiempo creció exponencialmente, lo mismo
que algún cacique canario, pero la gente canaria; como siempre con un pie en la
patera.
Tus gestores ya no
piensan en la tierra, ahora son extraños con el corazón hispano que piensan en
su bolsillo y en el cortijo del amo. Domaron el espíritu de Beneharo y hoy se
impone un soniquete de cuartel, parroquia y mando, al que acuden en manada
carrozas y parranderos, con la boba sonrisa de los esclavos felices con los que
se ríe el necio y llora el que siente en su alma el eco de la voz de los
wanches libres, de los volcanes tranquilos, del mar y tierra canario que sufren
por sus cadenas.
Dura brega para el
honesto canario que debe aguantar al godo y soportar al hermano que besa las
cadenas y aplaude las cruces y las afrentas, o al falso que mira para otro lado.
El 40% de canarios
se encuentran en un eufemismo que hoy llaman “Privación Material Severa” y que
es el precariado, la miseria social, los pobres de toda la vida, que no tienen
voz en la sociedad canaria y menos voto. ¿Por qué? Pues seguramente la
desesperación y la confusión les hacen dispersar sus votos o abstenerse, pues
no son conscientes que solo cuando sus votos cuenten podrán comenzar a ser
oídos, vistos y respetados. Es lo mismo que voten a uno que a otro, pero que
voten unidos, con cuatro cosas de reclamo que les hagan saber que esos si son
sus intereses y deberán ser respetados desde el poder.
Esa pachorra
isleña, de resignación y templanza, hiere mi sensibilidad vasca, mis costumbres,
y no concibo que una tierra tan rica pueda mendigar por los confines del
presupuesto y siendo Europa para el ocio y la defensa, no lo sea para el
transporte, la sanidad y la empresa. No hay una respuesta ciudadana, pacífica
pero reivindicativa, que ponga en su lugar de salida las justas necesidades
isleñas que en otros lares se cubrieron hace decenas de años. Ese 40% no merece
tener perdida la esperanza.
Y a ello me esmero;
a contar desde el Blog canario, honrado y duro, mi visión postiza chicharrera
en la esperanza que algún nativo y algún godo la encuentren positiva para tirar
para adelante con las islas. Se que no tenemos las mismas visiones de la vida,
pero, rascando, rascando; al final todos queremos lo mismo. Yo solo quiero que,
a ustedes convecinos, les vaya bien por la vida, pues yo ya me gasté la mía. Se
merecen ser más felices y pelear en nivel de vida con Baviera y no con
Extremadura.
Y hagan ya una Liga
Canaria, que volando a la Península se les va la fuerza por las alas y el pobre
Anghel se desgañita con el Tete.
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