EL MAGNETISMO DEL SOTELO
NAVARRO SAN LUIS
Apañada está la gente que se
gana la vida en la seguridad o la limpieza. La gestión de estas empresas da más
lástima que otra cosa. Pienso en el grupo Alentis o Ilunion, donde la mayor
parte de la plantilla está integrada por personal con discapacidad. Oigo decir,
con no poca tristeza, que la gente de Canarias es achantada y conformista. Debe
ser así porque en poco tiempo, estas empresas han pasado a manos de
peninsulares, en concreto, el señor José Luis Sotelo y la cuerda con la que
viene jalando. El “cambio” no se hizo esperar, putear a mala manera a los
pobres desgraciados que se ganan la vida en el sector, falsear nóminas,
cargarse el convenio y un cállate la boca que el trabajo está jodido y si no te
gusto lo que hay ahí está la calle. Fastidia que esta gentuza que te mira por
encima del hombro venga aquí a poner orden como si en Canarias no hubiera gente
competente para llevar una dirección. Nada más cercano a la verdad: si quieres
saber quién es Juanillo, dale un carguillo. La pobreza es una especie de
agujero, un círculo del cual no pueden salir por sí mismos. Estos trabajos los
ocuparán analfabetos o aquellos que pasen por analfabetos, en cualquier caso
gente dominable que aguante el tirón. El trabajador es siempre el último
eslabón de la cadena: se escapa un bofetón en la China y es seguro que
empieza a dar vueltas y vueltas hasta terminar en sus costillas.
Si alguno pertenece a este
gremio ya sabe, que no se le ocurra abrir la boca. El tío Pepe está por la
labor de tirar a matar.
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