jueves, 2 de enero de 2020

"LA VEZ ENTRE DESPUÉS Y AHORA": A PROPÓSITO DE LA ÉTICA ESTÉTICA DE VÍCTOR RAMÍREZ


"LA VEZ ENTRE DESPUÉS Y AHORA": A PROPÓSITO DE LA ÉTICA ESTÉTICA DE VÍCTOR RAMÍREZ
RESULTA MUY EVIDENTE QUE SU LITERATURA ES IDEOLÓGICA
FERNANDO GÓMEZ AGUILERA (DLP: 20-MAYO-1991)
CORAZÓN por palabra, entre sangre voraz de vida y de adentramiento en las miserias que bien sojuzgan desde fuera, bien nombran desde dentro a su pueblo, Víctor Ramírez accede a la literatura porque procede de la palabra y en ella ha de derramarse; pero, también, porque su sanguínea disposición humana le obliga a muchos vuelcos, a todos los actos de fe y razón derivados del «yo soy aquí y amo aquí, luego...».

         Víctor Ramírez, escuchador por naturaleza de la gente de las afueras, se encumbra como un narrador vigoroso y caracterial, excedido en la pasión de ser y de ser en/de un pueblo, de pertenecer a la historia de su territorio y de participar, vocacionalmente, en su conformación, agarrando del lado de la valentía. Escribe, entonces, desde el exceso léxico, exceso sintáctico, exceso ético: desde el exceso del amor y de la convicción.


Así, la condición narradora de Víctor Ramírez emana de un imperatvo ético, cuyo camino real se encuentra señalado por mojones fundamentales: Canarias-solidaridad, barrio-ladera, risco-suburbio, afueras-periferia, marginalidad-compromiso social, independencia-denuncia, lucha-libertad/opresión, verdad-dolor.
         Resulta evidente que su literatura es ideológica, pero precisamente porque el escritor asume esa condición con todas sus implicaciones en el plano textual ("... la verdadera lucha no se sostiene con las ideas, sino con el lenguaje...»), su escritura muestra esa singularidad que lo diferencia y encumbra entre sus compañeros de generación, que conforman lo que, por inercia, se dio en llamar, al comienzo de la década de los 70, el «boom» de la narrativa canaria -Ramírez publica su primera obra, «Cada cual arrastra su sombra», en 1971.

Esa singularidad con respecto a sus compañeros de promoción indujo a estudiar su obra a Ángel Sánchez, quien situó los caracteres específicos de la literatura de Víctor Ramírez en tres planos: temático, estilístico e ideológico.
         Ello es así porque el componente ético del escritor se instala en la dimensión literaria con suma coherencia. Tanto las variantes temáticas, como los tipos de la ficción o los recursos técnicos que se habilitan en la elocución narrativa, encuentran sus puntos de identidad y referencia en el recorrido de ese imperativo ético que hemos señalado.

El innovador tejido sintáctico de la ficción, el léxico, los ritmos elocutivos, la catadura humana de los personajes, el ensamblaje técnico de los contenidos y los referentes sociales, geográficos y antropológicos, emanan de la posición ética e ideológica del autor, y en ella encuentran su referente y unidad.
         Claro está que la inmediatez de esa instalación personal nos conduce a mirar un territorio muy concreto: o el barrio suburbial en Gran Canaria y su tejido social, cultural y linguístico.
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Este nuevo título -el segundo al que da acogida la colección Lan celot 28°-7', auspiciada, por el Excmo. Cabildo Insular de Lanzarote, reúne, en nueva edición revisada -pero sin alteraciones sustanciales-, dos relatos largos de Víctor Ramírez: "La vez entre después y ahora» y "Además lo primero».
         El primero de ellos -"La vez entre después y ahora", escrito en 1975- fue publicado en Cuentos Cobardes (1977), por Taller de Ediciones J.B. Por su parte, "Además lo primero", aunque anterior en redacción, pues hay que datarlo en la Navidad del curso 69-70, pensado con el título inicial de "La primera lección bien aprendida", dio la luz con posterioridad, en 1978, en la editorial Planas de Poesía, y debido a la insistencia de Ángel Sánchez - uno de los mejores críticos de la obra de Víctor Ramírez -, quien instó al escritor que no lo condenara al olvido de la gaveta, por primerizo, y lo diera a los tórculos, ya que consideraba, entonces, el crítico "que era de mucho interés por su valor intrínseco y como referencia de la  evolución narrativa de Víctor Ramírez (...). Interesante de modo referencial porque en esta historia que estaba destinada al olvido aparecían ya las siluetas de lo que iba a ser el mundo argumental, estilístico, intencional y sociológico del autor».

Hoy aparecen juntos estos dos cuentos de tan diferente carácter, pero, en sus diferencias, igualmente significativos dentro del corpus narrativo Víctor Ramírez, si bien es cierto que debido a razones diferentes:
         el primero, por su indudable calidad y ambición literaria, técnicamente complejo y riquísimo; el segundo, sin minusvalorar su valor narrativo, por su trascendencia a la hora de reconstruir y expÍicar la trayectoria literaria de Víctor Ramírez, pues es éste un cuento iniciático en el que se ofrecen ya importantes claves del universo literario del escritor.

"Además lo primero", el cuento más juvenil de los dos que aquí se presentan -escrito cuando Víctor Ramírez contaba 25 años -, relata algo menos de un día en la vida de Juanito, un niño de barrio de 9 años, pasando la narración por una mañana en la escuela, que le vale de excusa al escritor para introducir, en contrapunto alternativo, las zozobras vitales del maestro, don Anselmo.
         Las dos historias paralelas sirven de cañamazo para entrecruzar las sendas condiciones vitales contrapuestas: la iniciación a la vida, el aprendizaje del vivir a través del engaño y el fracaso (Juanito), y el hastío vital de la madurez (don Anselmo), coincidentes ambas en el desamparo del dolor: principio' y fin, en definitiva, de la vida.

El ambiente, los personajes y el sesgo de la literatura de Víctor Ramírez, su mundo narrativo, en definitiva, emerge ya aquí. El espada de la ficción se presenta con unas marcas referenciales concretas, determinantes en la creación del escritor: la isla y el barrio urbano: el suburbio, las afueras. En ese espacio escénico, son los personajes.
         El tiempo cronológico, por su parte, bien podría corresponder al de la propia infancia del autor, sin agotarse en esos años. De cualquier modo, aun siendo fundamental en la literatura de Víctor Ramírez el contexto narrativo, sólo lo es de modo subsidiario; a saber: en tanto en cuanto resulta decisivo en el ser y vivir -de las criaturas de la ficción y en la propia textualidad.
         Quiere decirse que el barrio en sí no es objeto de interés costumbrista para el escritor, pero sin el ánimo y referente de éste, resultaría inexplicable su narrativa, por cuanto este elemento es el alma de la propia condición vital y literaria del escritor.

En cuanto al conflicto planteado en "Además lo primero", éste ocurre no en la trama, sino en las galerías interiores de los dos personajes principales, Juanito y don Anselmo, e incluso en el entrañable Rufo Chinito.
         El desengaño y el desgarramiento constituyen el punto de conexión entre los diferentes mundos de los personajes, desprendiéndose, obviamente, una visión de la vida como camino de dolor y desamor.
         Sobre ello ha advertido el autor que no hay que catalogarlo como pesimismo, sino como estricto realismo, carácter este definitorio de su literatura si los entendemos despojados de rémoras historicistas y nos situamos en una relación desnuda entre la narrativa del escritor y el mundo de referencia, admitiéndose, como es obvio, la traspolación a arquetipos.

Desde los comienzos de su andadura literaria, ha sido esa concepción de la vida como trayecto de abandono y sufrimiento, el lado oscuro de nuestra condición, lo que ha alimentado su mundo creativo.
         En "Además lo primero", subyace el desarrollo de esa conocida sentencia popular que dice que la gran maestra de la vida es la calle.
         A partir de una cuidada construcción antitética: tiempo de escuela/ tiempo de calle, en la que el primer término de la antinomia se caracteriza por el vacío y la traslación del ritmo vital de los protagonistas a su mundo interior, mientras que el segundo se desarrolla como el lugar donde el protagonista recibe la lección, se establece la tesis del verdaderó aprendizaje y su color oscuro.

Conlleva implícita, claro está, una crítica a la inhibitoria y represiva escuela tradicional. Además, quienes conocen a Víctor Ramírez, orgulloso de su profesión de enseñante, le habrán oído decir con frecuencia que, en su orden de prioridades, lo fundamental en la escuela es hacer felices a los muchachos y enseñarles humanidad.
         La ternura con que el escritor se aproxima, en este cuento, a los miedos, fantasmas. pasiones, inquietudes y anhelos de estas criaturas de apenas 9 años, a pesar de la dureza de la tesis de fondo, nos puede ayudar, también, a comprender la inclinación del hombre y del maestro Ramírez hacia el mundo de los escolares, a quienes en el buceo psicológico que aquí realiza les confiere la dimensión de plenitud y profundidad que realmente les es propia.
         Por ello, "Además lo primero" significa, también, un canto a la grandeza espiritual del mundo infantil.

Por su parte, el material narrativo se dispone en el cuento sobre la base de una cierta linealidad progresiva, aliviada por la alternancia del diario de don Anselmo, que, como ha sido ya puesto de manifiesto, sirve para introducir uno de los procedimientos técnicos de narración más queridos del escritor: la simultaneidad, apoyada, en este caso, por el relato de dos historias paralelas.
         Esa preocupación por romper el monolitismo del discurso narrativo es constante en la obra de Víctor Ramírez, y las soluciones técnicas que ha venido dando sorprenden, en muchos casos, por su maestría, de la que "La vez entre después y ahora" puede constituir uno de los mejores ejemplos.

"La vez entre después y ahora", el otro de los relatos reeditados, que, precisamente, da título al volumen, representa, en la obra de Víctor Ramírez, una de las narraciones de mayor calado literario.
         Técnicamente complejo y urdido con indudable acierto, desde el punto de vista estilístico, acumula abundantes rasgos definitorios de la escritura del autor, quien teje la ficción sobre el cañamazo de la oralidad, rasgo este presente prácticamente en toda su literatura, y punto de referencia ineludible de la cultura canaria y de parte importante de su literatura.

La temática que sirve de pretexto narrativo está plenamente entroncada en la obra y el compromiso social e ideológico del pueblo canario y la consiguiente crítica políticosocial: las cobardías, miedos, represiones y compromisos que originan las 'luchas de liberación' y las 'guerritas de la Dependencia'.
         En. un artículo reciente·, a propósito del libro "Arena Rubia", el profesor universitario senegalés El Hadji Amadou NDoye reflexionaba sobre ese aspecto clave en la temática de la obra de Víctor Ramírez, poniendo de manifiesto cómo, en este último texto suyo publicado, el escritor volvía a incidir en planteamientos ideológicos y sociales presentes, con insistencia, en el resto de sus creaciones anteriores, planteamientos emanados de la evidente condición ética que alimenta la literatura de Ramírez.
         Enraizado, pues, en lo ideológico con el compromiso del escritor, rebasa con creces el riesgo.de panfletarismo, tanto por el modulador distanciamiento irónico y paródico que se introduce, como por la profunda elaboración estructural sintáctica y estilistica a que se ve sometido el texto, hasta construir una pieza literaria sólida y hermosa.

A diferencia de lo que suele ser común en la literatura de Víctor Ramírez, el espacio y el tiempo de la ficción no se presentan en este relato de una manera precisa, correlacionados con un espacio y un tiempo real claramente identificable.
         Ello es así por el carácter mágico general de la narración, al que el escritor hace corresponder un espacio y un tiempo míticos, aunque no sin suficientes marcas linguísticas y situacionales como para desgajarlo del ámbito canario.
         De cualquier manera, una lectura comparativa con otros relatos nos corroboraría prontamente el carácter singular de este texto, que se sitúa en un espacio y tiempo más especificamente autónomo, literario, aunque no sin puentes paródicos e irónicos que lo hagan de fácil lectura en el territorio canario.

Si interesante resulta el planteamiento temático de la obra, más lo es el aparato técnico y estilístico que el autor pone en funcionamiento en el texto, apartado este último ya estudiado minuciosamente por Ángel Sánchez en su ensayo "Cómo narra Víctor Ramírez (un análisis lingüístico)", al que remito al lector interesado.
         A los rasgos estilísticos ya mencionados cabría añadir dos más, frecuentes en la escritura de Víctor Ramírez, cuales son el empleo reiterado del pretérito anterior en sustitución del pretérito pluscuamperfecto de indicativo ("propiedad que hubo sido de.."; "y se lo hubo dicho con el remilgado tono rabioso del que mendiga"); y el uso preferente de construcciones adjetivas que afectan tanto al sujeto de la acción como al verbo predicado -el ComplemenJo Predicativo tradicional-, en sustitución de adverbios de modo ("se carcajeó ruidoso"; "a cumplir férreo"; "se carcajeó ruidoso, casi rebuznón").

Me detendré, muy brevemente, para acabar, en poner de manifiesto algunos procedimientos técnicos que inciden directamente en la estructuración del relato, y que, a mi juicio, gozan de importancia en la narrativa de Víctor Ramírez, en general, y con este cuento en particular.
         Hacía referencia, al principio, a la indudable complejidad y valor significativo de "La vez entre después y ahora", desde el punto de vista técnico.
En la construcción del relato, participan variados procedimientos, dirigidos a romper la linealidad y el monolitismo de lo narrado, preocupación esta constante en la obra del escritor.
         De ahí que la narración por yuxtaposición de fragmentos complementarios del discurso narrativo se erija como el recurso fundamental de la articulación del texto.

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"La vez entre después y ahora", Víctor Ramírez. Ediciones del Excmo. Cabildo de Lanzarote, 1991.
Fernando Gómez Aguilera es profesor de Lengua y Literatura, poeta y ensayista. Reside en Arrecife de Lanzarote y trabaja actualmente en un libro sobre la vida y obra del escritor canario Leandro Perdomo.

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