SOLEMNIDAD FACHA
DAVID BOLLERO
Finalmente el
dictador ha salido del Valle de los Caídos. Nos ha costado 44 años, lo que no
dice mucho de nuestra democracia y quizás, por eso mismo, a algunas personas se
nos ha atragantado tanta solemnidad facha, el consentimiento excesivo que se ha
tenido para quien no lo merece. Con todo, hoy es un día histórico para España
en general y todas las víctimas del franquismo en particular, algo que ni
siquiera la desfachatez fascista que hoy hemos visto en directo debe aguarnos.
Nunca se debió
permitir a la familia Franco sacar al asesino a hombros. Aunque quienes lo
elevaban no eran de mejor calaña que él, ese es un gesto que ya no es que no
mereciera el dictador, sino el resto de demócratas y, más concretamente, todas sus
víctimas y familiares de éstas. Se le permitió.
Nunca se debió
permitir que en plena exhumación la nietísima Merry Martínez Bordiú soltara
improperios sin ser expulsada de la cripta, como tampoco se debería haber
permitido sin sanción que Francis Franco portara una bandera preconstitucional
en el templo, algo expresamente prohibido. Se les permitió.
Nunca se debió
permitir que a los que efumísticamente se llama «nostálgic@s» pero que en
realidad son una panda de fachas indeseables, gritaran vítores al dictador y
cantaran su himno fascista. Se les permitió tanto en Cuelgamuros como en
Mingorrubio.
Nunca se debió
permitir sacar al asesino de un templo de Patrimonio Nacional para enterrarlo
en otra propiedad estatal con cargo al erario público. Se permitió.
Nunca se debió
permitir que por momentos diera la sensación de que quienes hacían concesiones
eran los Franco y su panda de fascistas, cuando en realidad, es el Gobierno el
que se ha pasado de frenada consintiendo en un intento de templar ánimos.
Dicho esto, dos
apuntes que no se nos deben pasar por alto:
Uno. Dada la
cantidad de concesiones que se le han brindado, que esta panda de fascistas y,
digo bien, FASCISTAS, se ande con cuidado a la hora de decir una palabra más
alta que otra, porque hoy nuestra democracia ha dado un paso más en un sendero
que no debe abandonar y que conduce a la ilegalización, a la desaparación de
esta gentuza miserable.
Dos. Por muchos
momentos de escozor que hayamos vivido hoy quienes nos sentimos demócratas,
quienes son o tienen en su familia a víctimas del franquismo, el 24 de octubre
de 2019 ha de ser un día de gozo, un día en el que l@s fachas y defensor@s de
dictadores asesinos han perdido; han pataleado, sí, han chillado, sí, pero
revolcándose en su derrota. Reúnanse con sus seres queridos y celebren que hoy
se ha puesto una piedrecita más en la reparación, se ha corregido una vergüenza
nacional para el país y para nuestra democracia. ¿Que divide al país? No, en
absoluto; tan solo distingue a una mayoría demócrata de una panda degenerada
que vive de la libertad mientras reclama acabar con ella.
Así que celébrenlo.
Yo lo haré, pese a todo, yo lo haré.
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