POR KAPRAK63
La censura mediática existe pero es
mucho más sutil de lo que en principio pudiera parecer. Algunos periódicos, que
supuestamente eran el adalid de la libertad de expresión, se han transformado
en una inmensa maquinaria de propaganda a sueldo de los idearios de aquellos
que los subvencionan; es decir, pagan en especie, o en metálico vía inversión
institucional. Sí, algunos lo habrán adivinado, en este caso me estoy
refiriendo al periódico El País.
Para hacer este tipo de afirmaciones
nada mejor que llevar a cabo una prueba de verificación experimental. Hoy
precisamente me han vuelto a “filtrar”, utilizando el perverso término de la
nueva neolengua, el comentario sobre un artículo. Sí, sé que era tratar de
publicar un comentario caustico, incómodo, hiriente pero lógicamente
argumentado y más veraz, puesto que aportaba hechos probados, que algunas de
las opiniones que se difunden en ese mentidero. Para ponernos en perspectiva
hay que recordar que El País, llegó a ser en algunos aspectos una referencia
internacional. Eran días en los que la serie periodistas, que algunos de los
que ya tienen ciertos años recordarán, era una de las series con más audiencia
de la televisión. En aquellos tiempos se suponía que las opiniones aunque
incómodas no eran censuradas.
Por justificar lo que está ocurriendo
podría argumentar a la ligera, y con enormes posibilidades de equivocarme, que
una de las causas que justificarían la "autocensura" de algunas
publicaciones haya sido la llamada ley mordaza. No se crean que fabulo
condicionado por la ingestión de alguna sustancia "creativa". La
censura es como un virus contagioso que inunda cada vez más y más niveles de
libertad de expresión. A esa ley habría que añadir otra ley tácita más etérea
pero que está machacando la capacidad de la expresión como arma de
insurrección. Me refiero a la ley no escrita de lo políticamente correcto.
Pero
volviendo al caso, El País ha involucionado de tal manera que se ha
transformado en un líbelo más, a sueldo de los lobbies, que actúa
como una fina maquinaria de tribado, acorde con su nueva línea editorial, en su
sección de comentarios.
A sabiendas de que no me lo iban a
publicar, pues no es la primera vez que me ocurre, había llevado a cabo previsoramente
una copia de seguridad que pego a continuación para que se pueda juzgar la
incorrección de la opinión allí manifestada.
El artículo periodístico que quería
comentar era este:
El
temor al desplome electoral se extiende entre los dirigentes del PP
Correspondiente al enlace:
Y el comentario en cuestión, salvo
errores tipográficos que acabo de corregir en una segunda lectura, era este (en
un 99% de fidelidad):
“””El
PP es un cadáver andante pero sus representantes aún no lo admiten en público.
La situación no es que sea preocupante, es que es de un: “sálvese quien pueda”.
Las ratas, que son las primeras en abandonar el barco cuando este se hunde, ya
han comenzado el ritual trasiego entre el PP y C’s. En cualquier caso, ambos
partidos, si no llega a ser por el inconmensurable putridero de nauseabunda
corrupción en el que se ha transformado esa organización delictiva, (no lo digo
yo, lo dice la UDEF), que se denomina PP, son primos hermanos. Es evidente que
se está produciendo un cambio de ciclo provocado casi exclusivamente por el
fallecimiento inexorable de los colaboradores necesarios para mantener este
chiringuito de depravación contable, sus votantes. Por tanto, la conclusión no
puede ser más obvia, y es que estos delincuentes tienen sus días contados. Si a
esto le añadimos que algunos de esos colaboradores pensionistas están empezando
a experimentar en sus propias carnes las mentiras en su hipotético incremento
remunerativo, el recambio se va a hacer más rápido de lo que los M. Rajoy y
secuaces desearían para seguir robándonos. ””””
He estado analizando qué comentarios
pasan el filtro del censor, ya sea humano o algoritmo informático, y cuáles no.
Es relevante que algunos comentarios
podrían inclusive ser mucho más ofensivos que el que califica de ratas a los transfugas,
pero en todos ellos hay un patrón estadístico, no involucran a C’s, como
aspecto colateral, en el cuerpo del mensaje.
Estoy convencido de estar en una lista
negra “gestionada” por un algoritmo informático que avisa al censor humano para
bloquear mis opiniones, pues de alguna manera trato de poner en entredicho la
obvia línea de predilección política que pone de manifiesto esta publicación.
Querría
advertir a los que llevan a cabo lecturas simplistas que la censura es
mucho más sutil de lo que podría parecer. Por ejemplo, se permite entrar
sin problemas en la dinámica dicotómica del bipartidismo, en el típico
argumentario del “y tú más”. De hecho hay mucho intercambio navajero y
rifirrafes varios entre supporters del PP y el PSOE en ese mismo artículo.
Ambas facciones de forofos están, obviamente a sueldo, enmierdando con sus
opiniones enlatadas. Se trata de provocar un persistente ruido mediático de
baja intensidad para moldear y afianzar la opinión del lector que hace lecturas
superficiales y que tiene una fuerte fidelidad en el voto de estas dos
formaciones.
Me
hace sospechar que el párrafo que no ha pasado la censura no es el que alude a
que los votantes del PP, en el que dice que los mayores de 65 años se mueren y,
por tanto, este partido se queda sin apoyo por desaparición en la base de sus
votantes. Lo que estoy casi convencido de que no ha pasado la censura
es el párrafo que trata de evidenciar que el PP y C’s son más de lo mismo,
con políticos que en el fondo tienen objetivos prácticamente idénticos y que
los más avispados u oportunistas del partido que se hunde, ya están tomando
posiciones en la filiación política naranja, a la que consideran el recambio
natural.
Se
vé que David Alandete, subdirector de este “periódico”, es el periodista, (esta
denominación es un término más bien eufemístico), prototipo que tiene poder
decisorio en el nuevo organigrama del periódico y es más que evidente que ha
mostrado permanentemente en las “tontulias televisivas” sus
predilecciones por el partido de moda, Ciudadanos.
Como conclusión puedo decir que estoy
prácticamente convencido que se han dado órdenes precisas de podar aquellas
opiniones que puedan incomodar la línea de pensamiento de los financiadores,
entre ellos algunos accionistas de renombre del IBEX35, y que han decidido que
hay que buscar un recambio gatopardista para la nueva derecha.
Hay que cambiar todo para que todo quede
exactamente igual y Ciudadanos, a tenor de lo que vota, con quién vota, a quién
apoya, quién le apoya y a quién bloquea, está llevando a cabo ese papel de
manera mas que excelsa, sublime.
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