LA ‘DURA VIDA’ DE
MONTORO
El problema es que, desde su llegada al Gobierno, el rodillo de la mayoría
absoluta del PP está intentando redefinir las reglas del juego democrático
El ministro de Hacienda, Cristóbal
Montoro, advirtió el lunes a los nuevos gobiernos locales y autonómicos que deben cumplir las leyes. Lo dice Montoro, ese ministro
cuyo Gobierno incumple la ley sistemáticamente,
pero sólo a favor de los poderosos y los ricos.
Porque el Gobierno al que pertenece
Montoro, expulsa a migrantes “en caliente”, pasándose por el arco
del triunfo la legislación internacional y pese a la advertencia del Comisario
de Derechos Humanos del Consejo de Europa.
El Gobierno de Montoro, violando el artículo 47 de la Constitución (ley de leyes),
no garantiza que todo ciudadano de España tenga una vivienda.
Montoro y sus colegas del Consejo de
Ministros violan el Artículo 23, de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (los puntos, 1, 2 y 3) sobre el derecho al trabajo y a una
remuneración justa y equitativa.
En especial, el Gobierno en el que
Montoro ejerce de ministro es el que ha privado de asistencia
sanitaria a cientos de miles de seres humanos, violando el Artículo
25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Toda persona tiene
derecho a (…) la asistencia médica y los servicios sociales necesarios”.
Montoro es, además, el primer ministro
de Hacienda que, mediante insinuaciones, amenaza a determinados
colectivos de contribuyentes, haciendo uso de información fiscal confidencial y
reservada. ¿Quién es Cristóbal Montoro para dar lecciones de respeto
a la ley?
El problema es que, desde su llegada al
Gobierno, el rodillo de la mayoría absoluta del PP está
intentando redefinir las reglas del juego democrático en todos
los ámbitos de la vida pública, haciendo que las leyes básicas (laborales,
sociales, educativas, etcétera) estén, de partida, escoradas hacia la derecha, en favor de los poderes
fácticos, las grandes fortunas y corporaciones.
Las grandes líneas que definen un Estado
deberían ser tan equitativas como sea posible, pero el PP está intentando maniatar legalmente iniciativas políticas
que tengan una ideología distinta a la que él defiende: la ley del
más fuerte.
Montoro, como en su día hizo Franco,
quiere dejarlo todo ‘atado y bien atado’. Su cortafuegos legislativo es en realidad
un cortafuegos ideológico contra aquellas opciones políticas que amenazan el
monopolio de los de siempre. El PP quiere, directamente, dejar fuera de la ley
a las opciones que desafíen su orden establecido. Ése es el objetivo de la
reforma constitucional que estableció un techo de déficit y ése es el objetivo
de la ley mordaza.
Las leyes hay que cumplirlas. Todas.
Pero ésta es una exigencia que Montoro y el Gobierno de Rajoy se aplican sólo
selectivamente, cuando les conviene. Sólo les importa que la seguridad jurídica
esté garantizada para ese 1% de codiciosos que está creando cada vez peores
condiciones de vida en los países hasta ahora ‘enriquecidos’. ¿Y la seguridad
jurídica de los desahuciados, de los migrantes sin derecho a sanidad, sin
derecho a trabajo…? Montoro y los suyos no se ven
compelidos por esas otras leyes, la Constitución, los Derechos Humanos. No ven
que su aplicación sea tan urgente y su violación tan grave. Lo
importante es cumplir el déficit, aunque haya niños desahuciados.
Dice Montoro que la
vida es dura. Supongo que lo sabrá de oídas.
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