BINOMIO Mortal. La Irrenunciabilidad.
L. Soriano
Decir lo que se piensa, además siendo un “precursor”, cuesta muchísimas discrepancias y amonestaciones aún de los más allegados y afines. Al parecer, aquí, “hay que tener” para lo que necesitamos. Tiene que haber, aunque no haya. No es que haya que disponer, distribuir y priorizar desde la racionalidad escrupulosa de los ingresos fiscales, y, de acuerdo a esto analizar qué es lo que nos podemos permitir. Cañones o mantequilla, explicaba Samuelson. No. Esto no gusta. Hay materias que son “irrenunciables”, nos quieren hacer creer. Pero nadie está dispuesto a pagar lo que cuesta la irrenunciabilidad. Como si los padres de un niño Mauritano o Somalí, no tuviera los mismos anhelos que los nuestros, pero no pueden permitírselo, nosotros no queremos ni oír hablar de ello. Alguien tiene que pagarlo. No sabemos ni queremos, ni nos interesa saber quién paga, pero estamos convencidos de lo pueden y lo deben de pagar. Esta extendida idea en nuestro país, donde la nobleza, vaga y estúpida, tenía y al parecer tiene aún alergia al trabajo, está arraigada en el alma de los ciudadanos. El trabajo es una maldición bíblica, porque nos perdimos la reforma donde Calvino nos anunciaba que el trabajo dignificaba y expulsamos primero a los judíos, quedándonos sin las controversias rabínicas, y luego a los jesuitas, perdiendo el barco de la educación del Norte por más de un siglo. Aun no hemos variado lo primero ni reconducido los segundos.
Si el Estado elefantiásico salido y nacido al calor y lumbre del desastre de la inacabada transición no afloja y sigue aumentando la presión sobre el sistema pretendiendo que además este, sostenga los derechos de los trabajadores, el mantenimiento de las prestaciones, y los desmanes del entramado financiero, este modelo, o sistema estalla. Personalmente creo que estallo hace dos años o más, pero aun puede ser peor.
Binomio Mortal. Es el que se produce cuando pretendiendo mantener la normativa predemocrática de proteccionismo social a cargo del empresariado,y del ciudadano no usuario o puenteado,variándola solamente para aumentarla y ceder aun más a prestaciones difícilmente asumibles; entonces y a su vez se dispara hasta límites confiscatorios la presión fiscal de las administraciones derrochadoras, y mayormente corruptas. En medio de estas dos grandes piedras de machacar, se sitúan los únicos creadores de empleo productivo y contributivo. Cuando acaben con los más vulnerables,casi todos, se habrá dejado en el camino más de 7 millones de empleos reales. Asimismo, los dos millones de puestos de trabajo improductivos creados por la Insensata Administración, mayormente Autonómica, tendrán que salir a producir y a contribuir, con lo que aunque será doble su efecto, dejar de sangrar y aportar, no se les esconda que el paro puede llegar a 9 millones reales, Autónomos sí incluidos. Es absolutamente inviable y absurdo que se pretenda, para salvar el modelo nefasto que nos hemos dado, que unos pocos mantengamos el tingladito, y si no lo dicen y hacen ya algo de una vez, esto retrocederá a lustros atrás y por lustros adelante. A reflexionar.
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