REPÚBLICA DOMINICANA. TRES OPCIONES
PARECIDAS EN LO PEOR
“En la actualidad el
problema se ha tornado más grave en función de una mayor degradación política y
ético-moral de las opciones electorales”
Los comicios presidenciales y
congresuales están fijados para el domingo 19 de mayo.
Las expectativas están centradas en los
tres partidos que actualmente dominan el sistema electoral y las instituciones
vigentes: el gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM), con la
candidatura reeleccionista del actual presidente Luis Abinader, enfrentado a
dos partidos de “oposición”, ambos conformados a raíz de la reciente división
del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que gobernó los cuatro periodos
antes de las votaciones del 2020.
Uno lleva todavía su nombre (PLD) y postula a Abel Martínez, actual Alcalde de la ciudad de Santiago; y el otro, denominado Fuerza del Pueblo (FP), postula al expresidente Leonel Fernández. Los dos cargan con el descrédito de la corruptela estatal de sus cinco administraciones
El PRM -heredero de la corrupción del
PRD, su partido de origen- tiene en su prontuario, tanto el tránsito de la
preeminencia de la corrupción partidista a la preeminencia de la corrupción
empresarial, como la profundización de la re-colonización neoconservadora del
país.
A la reelección, las encuestas le
asignan más de un 60% del sufragio; y a los otros dos candidatos, menos del 25
% a cada uno de ellos. Al resto de los partidos menores y a sus respectivas
candidaturas le asignan porcentajes sumamente reducidos.
El régimen electoral cuenta de dos
vueltas y para ganar en la primera se requiere más del 50% de los votos
válidos. Los dos partidos opositores pactaron ir juntos, asumiendo ambos la
candidatura que logre el segundo lugar en primera vuelta, si hay segunda
vuelta, algo muy improbable.
La seudo democracia dominicana, su
sistema de partidos, sus modalidades de financiamiento, sus bases
constitucionales y legales y sus mecanismos electorales han posibilitado su
control durante décadas, y en cada periodo, por las fuerzas más conservadoras
del país, subordinadas a EEUU.
En la actualidad el problema se ha
tornado más grave en función de una mayor degradación política y ético-moral de
las opciones electorales, en una media isla caribeña compartida con Haití y
sometida a una multi-intervención de los EEUU.
Nuestro territorio, la frontera
binacional y el Puerto de Manzanillo, ubicado en el noroeste atlántico del
país, son puntos estratégicos de ensayos, operaciones y eventuales agresiones
del Comando Sur del PENTÁGONO, dentro y fuera de la isla
La destacada y descarada participación
del Comando Sur en las operaciones policiales antidrogas es un ejercicio más en
esa nefasta dirección.
El tema narcotráfico-DEA es solo un
pretexto.
Está ya instalada una modalidad de
intervención militar preventiva en esta parte de la isla; mientras Haití,
caotizado por el accionar de las bandas patrocinadas por EEUU
y los neofascistas colombianos, está a punto de ser nuevamente invadido bajo su
tutela.
- LOS TRES QUE TIRARON AL PUEBLO
EN EL POZO EN LOS ÚLTIMOS 24 AÑOS.
La trilogía PLD, FP y PRM piensan igual
y han hecho cosas parecidas: favorecer al gran capital, aceptar como fatalidad
la condición de capitalismo dependiente y el predominio abrumador de la gran
propiedad privada; asumir la estrategia neoliberal o neoconservadora de las
potencias occidentales, alinearse con la política exterior de EEUU y,
concretamente, unirse a sus prácticas colonialistas y apoyar sus estrategias
militares y sus guerras contra la humanidad.
Este es un posicionamiento común en los tres.
Desde sus respectivas candidaturas
presidenciales (Abel, Leonel y Abinader), son favorecidas las políticas
privatizadoras de la propiedad y los servicios públicos y sociales.
Los tres asumen la salud y la educación
como negocios, las ARS, AFP y empresas privadas en el campo de la seguridad
social, las Alianza Público-Privadas (APP) y los Fideicomisos en múltiples
vertientes, la integración a áreas y tratados de “libre” comercio, el desmonte
de aranceles proteccionistas, el endeudamiento dentro de los parámetros,
amarres e intervenciones propias del FMI-BM-BID y bancos de negocios, y el
respaldo a las masacres imperialistas.
Eso explica, además, la gustosa
aceptación por los tres de la presencia intervencionista del Comando Sur del
Pentágono, la USAID, la DEA, el MAAG, la CÍA y el FBI.
Ninguno de ellos objeta las operaciones
de esos instrumentos de la dominación estadounidense en la franja fronteriza y
en todo el territorio nacional. Igual frente a las prácticas similares de la
asesoría militar israelí.
Los tres asumen la Constitución y las
leyes vigentes cuando les interesa y las violan cuando quieren.
Aprobaron la carta magna leonelista del
2010 de corte neo-conservador y se sienten cómodos/as con ella y con las leyes
orgánicas aprobadas, especialmente con la ley de partidos y la ley electoral,
que los convierten en dueños del régimen político-electoral, y les permite
reciclarlo en favor de uno y de otro, con ventajas para el que ejerce el
control del estado y sus instituciones.
Ellos y sus aliados son expertos en
asistencialismos clientelistas, en el ejercicio electoralista desde el poder y
en materia del uso abusivo de los recursos del estado, compra de votos,
partidos y candidaturas.
Los tres agrupamientos -y no pocos de
sus respectivos candidatos- acumulan grandes culpas en estafar al estado,
asociarse y proteger mafias políticas, empresariales y militares.
Tienen sus corruptos preferidos y sus
propias articulaciones con la narco-política; y salvo casos insoslayables, o de
conveniencia política, los tres están protegidos por un manto de impunidad
sistémica y el uso de varias caretas, opositoras y oficialistas.
Los tres son pro capitalistas,
neoliberales y pro imperialistas. Son nacionalistas frente a Haití, pero no
frente a EEUU.
Son racistas-anti haitianos, machistas,
ecocidas y reniegan del laicismo…
A los tres les fascinan los mega
millonarios criollos y extranjeros.
Abinader -leal a su clase y a ese clan-
le ha entregado las principales funciones ejecutivas de su gobierno al gran
empresariado y la tutela militar del país al Comando Sur, comprometiéndose
a realizar operaciones conjuntas en el escenario de Nuestra América.
Esa identidad ideológica es común a los
tres, a las elites capitalistas gansterizadas y a sus principales aliados
políticos.
Eso y la ausencia de ética en la
política los une en las entrañas del sistema; mientras sus desmedidas
ambiciones político-electorales, los separan.
Pero eso no es todo. Lo peor está por
venir y debemos prepararnos para hacerle frente y derrotarlo.
Post reelección viene el paquetazo
fiscal, la privatización del agua, el plan de la minería destructiva, el Código
Penal sin las tres causales… y el fracatán de APPS y medidas ultraconservadoras
y entreguistas, en medio de peligrosas confrontaciones regionales y mundiales.
Crecen así las razones para no ir a las
votaciones, para tomar progresivamente las calles, sembrar poder popular
constituyente en todo el territorio nacional y potenciar la lucha extra
institucional por rescatar la soberanía nacional y derrotar todas las formas
de intervención con las que durante 59 años se nos ha negado la
autodeterminación como pueblo, el derecho a decidir como país y el disfrute de
una democracia real.
Crecen las razones para unir fuerzas en
favor de un proceso constituyente que se proponga cambiarlo todo, refundar la
institucionalidad sobre la base de una nueva Constitución e impulsar una la
línea de acción popular y solidaridad antiimperialista con los pueblos en lucha
por la soberanía, por la nueva democracia y la transición el nuevo socialismo,
en la ruta de liberar la patria chica a los compases de construcción de la
patria grande como casa común.
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