NADA QUE ESPERAR
FOGONEROS.
Echemos a Milei
Este primero de
mayo nos encuentra como clase a la defensiva enfrentando un proyecto político
que viene a terminar la tarea pendiente, de los anteriores, de ajuste en el
Estado y de disciplinamiento a la clase obrera en general y en particular a los
sectores más combativos. Proyecto que, más allá de cualquier discurso que
puedan hacer todos los sectores de la oposición patronal, lo apoyan por acción
o por omisión. Esto se ve claramente reflejado si miramos las acciones que
ellos tienen frente a este plan contra el pueblo.
Venimos perdiendo conquistas históricas, aún sin reforma laboral legal, ya que no sólo no se respetan los convenios colectivos, sino que además los modifican de hecho los gremios con las patronales aún por fuera de toda legislación. Las patronales y su Estado cumplen las leyes mientras les sirvan, pero son los primeros en violarlas cuando les entorpecen para sus negocios.
Una muestra
palpable de que el PJ banca toda esta mierda en la que nos quieren meter son
las negociaciones de todas las conducciones sindicales y, en especial la de la
CGT, respecto a la aprobación de la Reforma Laboral en la Ley Ómnibus. Es peor
aún cuando, como parte de la negociación para entregarnos, a ellos no les van a
tocar las cajas de los gremios y demás negocios. Si eso no es casta… Sindicatos
con dirigentes ricos, vacíos de laburantes y que somos cada vez más pobres.
Burócratas que hacen negocios con el Sindicato y la caja, y que además son
patrones. Pero el rol de carneros no termina acá, ya que actúan conteniendo los
conflictos, actuando como bomberos o directamente reprimiendo ellos a través de
las fuerzas represivas del Estado como con los choferes en CABA que movilizaron
contra toda la burocracia de la UTA. Somos claros, no es que no dan respuesta
acorde a la situación, la están dando y la respuesta es más entrega y más
negociados. Son parte de la casta, son parte del poder, del Estado patronal.
Nada que esperar
Y todo esto ¿Por
qué? Porque a todos los partidos del sistema que cogobiernan junto a Milei les
conviene que el trabajo sucio lo haga otro y esperar, acomodarse, plantear
“disidencias” pero que todo siga para adelante, y ver cómo se posicionan para
las próximas elecciones.
Quienes pueden
esperar, son los que piensan cínicamente, a los que les importa un carajo lo
que le pasa al pueblo, los que tienen asegurados el plato de comida, el
invierno calentito y las vacaciones en Miami.
Pero también, en
este contexto, es importante destacar expresiones de lucha de avanzada, que dan
cuenta del camino que pueden y tienen que ir tomando el conjunto de los
sectores y en unidad desde las bases. Como la de trabajadores de Acindar
cortando la autopista, o el paro de aceiteros contra el impuesto a las ganancias
y la reforma laboral, apuntando contra la burocracia sindical como traidores y
enemigos del movimiento obrero, y planteando que hace falta más conciencia
política de clase para pararnos en mejores condiciones.
Por eso, en
momentos donde aún no logran afirmarse en el movimiento obrero las ideas
combativas, clasistas y revolucionarias, y las formas organizativas que
históricamente la clase obrera ha sabido utilizar para lograr todas nuestras
victorias, en estos momentos difíciles, lejos de bajar la guardia y sumarnos al
concierto de “no es momento para tal o cual cosa” o que “si le va bien a Milei
le va bien a la Argentina”, que “no tiene que caerse” basándose en la supuesta
legitimidad de los votos, decimos: NADA QUE ESPERAR, echemos a Milei.
A la falta de
horizonte, de un proyecto político para el pueblo desde la clase trabajadora,
de una salida concreta, de respuesta eficaz frente a las problemáticas diarias
que hace que por abajo no haya una respuesta acorde a la situación que estamos
pasando, le tenemos que imprimir más convicción y audacia, más organización y
difusión de las ideas revolucionarias; y sobre todo conquistar victorias
(materiales y simbólicas) que vuelvan a poner sobre el escenario que es
luchando como avanza el pueblo, que sirve organizarse y pelear por lo que es
justo y que no hay ni habrá ningún “mesías” ni líder que nos saque de esto,
sino el movimiento obrero organizado asumiendo su responsabilidad histórica.
Sabemos que la
escasa respuesta popular al ajuste, que el menguado estado de ánimo de la clase
trabajadora, es circunstancial. Que lejos de esperar las condiciones para
pelear hay que construirlas. Y que a la paz de los cementerios que nos quieren
imponer la vamos a quebrar, la vamos a ir quebrando organizadamente por abajo,
porque los pueblos no se suicidan y tenemos una historia de luchas que está
latente. La tarea es organizarla, encausarla para que golpee a nuestros
verdaderos enemigos de clase y nos pare en mejores condiciones para que podamos
pensar en un presente de lucha y un futuro libre de opresión.
Nada que esperar,
echemos a Milei
Por un gobierno
Revolucionario
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