jueves, 2 de mayo de 2024

NADA QUE ESPERAR

NADA QUE ESPERAR

FOGONEROS.

 

Echemos a Milei

Este primero de mayo nos encuentra como clase a la defensiva enfrentando un proyecto político que viene a terminar la tarea pendiente, de los anteriores, de ajuste en el Estado y de disciplinamiento a la clase obrera en general y en particular a los sectores más combativos. Proyecto que, más allá de cualquier discurso que puedan hacer todos los sectores de la oposición patronal, lo apoyan por acción o por omisión. Esto se ve claramente reflejado si miramos las acciones que ellos tienen frente a este plan contra el pueblo.

 

Venimos perdiendo conquistas históricas, aún sin reforma laboral legal, ya que no sólo no se respetan los convenios colectivos, sino que además los modifican de hecho los gremios con las patronales aún por fuera de toda legislación. Las patronales y su Estado cumplen las leyes mientras les sirvan, pero son los primeros en violarlas cuando les entorpecen para sus negocios.

 

Una muestra palpable de que el PJ banca toda esta mierda en la que nos quieren meter son las negociaciones de todas las conducciones sindicales y, en especial la de la CGT, respecto a la aprobación de la Reforma Laboral en la Ley Ómnibus. Es peor aún cuando, como parte de la negociación para entregarnos, a ellos no les van a tocar las cajas de los gremios y demás negocios. Si eso no es casta… Sindicatos con dirigentes ricos, vacíos de laburantes y que somos cada vez más pobres. Burócratas que hacen negocios con el Sindicato y la caja, y que además son patrones. Pero el rol de carneros no termina acá, ya que actúan conteniendo los conflictos, actuando como bomberos o directamente reprimiendo ellos a través de las fuerzas represivas del Estado como con los choferes en CABA que movilizaron contra toda la burocracia de la UTA. Somos claros, no es que no dan respuesta acorde a la situación, la están dando y la respuesta es más entrega y más negociados. Son parte de la casta, son parte del poder, del Estado patronal.

 

Nada que esperar

 

Y todo esto ¿Por qué? Porque a todos los partidos del sistema que cogobiernan junto a Milei les conviene que el trabajo sucio lo haga otro y esperar, acomodarse, plantear “disidencias” pero que todo siga para adelante, y ver cómo se posicionan para las próximas elecciones.

 

Quienes pueden esperar, son los que piensan cínicamente, a los que les importa un carajo lo que le pasa al pueblo, los que tienen asegurados el plato de comida, el invierno calentito y las vacaciones en Miami.

 

Pero también, en este contexto, es importante destacar expresiones de lucha de avanzada, que dan cuenta del camino que pueden y tienen que ir tomando el conjunto de los sectores y en unidad desde las bases. Como la de trabajadores de Acindar cortando la autopista, o el paro de aceiteros contra el impuesto a las ganancias y la reforma laboral, apuntando contra la burocracia sindical como traidores y enemigos del movimiento obrero, y planteando que hace falta más conciencia política de clase para pararnos en mejores condiciones.

 

Por eso, en momentos donde aún no logran afirmarse en el movimiento obrero las ideas combativas, clasistas y revolucionarias, y las formas organizativas que históricamente la clase obrera ha sabido utilizar para lograr todas nuestras victorias, en estos momentos difíciles, lejos de bajar la guardia y sumarnos al concierto de “no es momento para tal o cual cosa” o que “si le va bien a Milei le va bien a la Argentina”, que “no tiene que caerse” basándose en la supuesta legitimidad de los votos, decimos: NADA QUE ESPERAR, echemos a Milei.

 

A la falta de horizonte, de un proyecto político para el pueblo desde la clase trabajadora, de una salida concreta, de respuesta eficaz frente a las problemáticas diarias que hace que por abajo no haya una respuesta acorde a la situación que estamos pasando, le tenemos que imprimir más convicción y audacia, más organización y difusión de las ideas revolucionarias; y sobre todo conquistar victorias (materiales y simbólicas) que vuelvan a poner sobre el escenario que es luchando como avanza el pueblo, que sirve organizarse y pelear por lo que es justo y que no hay ni habrá ningún “mesías” ni líder que nos saque de esto, sino el movimiento obrero organizado asumiendo su responsabilidad histórica.

 

Sabemos que la escasa respuesta popular al ajuste, que el menguado estado de ánimo de la clase trabajadora, es circunstancial. Que lejos de esperar las condiciones para pelear hay que construirlas. Y que a la paz de los cementerios que nos quieren imponer la vamos a quebrar, la vamos a ir quebrando organizadamente por abajo, porque los pueblos no se suicidan y tenemos una historia de luchas que está latente. La tarea es organizarla, encausarla para que golpee a nuestros verdaderos enemigos de clase y nos pare en mejores condiciones para que podamos pensar en un presente de lucha y un futuro libre de opresión.

 

Nada que esperar, echemos a Milei

 

Por un gobierno Revolucionario

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