EL NOBLE OFICIO DE DESINFORMAR
ANÍBAL
MALVAR
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante una rueda de prensa
en la sede del partido, el 25 de abril de 2024, en Madrid. - Fernando Sánchez /
Europa Press
Ha escrito Alberto Núñez Feijóo una carta abierta para defender la libertad de prensa y la twitosfera aun se está descojonando. Anda demasiado fresco el recuerdo del wasap de Miguel Ángel Rodríguez a Esther Palomera, subdirectora de eldiario.es, amenazándola con fulminar su periódico: "Os vamos a triturar, vais a tener que cerrar". MAR sigue siendo empleado del Partido Popular, jefe de comunicación de Isabel Díaz Ayuso. Y los trabajadores de la Televisión Galega llevan más de cinco años celebrando viernes negros en protesta por la manipulación informativa orquestada desde la Xunta del propio Feijóo, ese señor al que se le dilatan las pupilas cuando hace mucho sol sobre la cubierta del bajel de su amigo narco.
Feijóo ha publicado
su carta, entre otros, en los periódicos de Pedro J. Ramírez y Eduardo Inda. El
primero es el gran urdidor de la teoría de que el 11-M fue una conjura entre
José Luis Rodríguez Zapatero y la ETA para matar españoles a cambio de votos.
Quizá el bulo más disparatado, sostenido, ridículo y sangrante de la historia del
periodismo universal. Eduardo Inda es un mentiroso compulsivo y algo patético:
OKDiario es una burla cotidiana al periodismo e Inda es una autoparodia
constante de la inteligencia humana. El vídeo de la falsa agresión que sufrió
en 2019 en Tele5 demuestra que la ridiculez del personaje no tiene techo.
Incluso el que fuera su jefe de investigación, Francisco Mercado, abandonó su
puesto y su buen sueldo cuando Inda le reescribió con nocturnidad y alevosía un
reportaje. Los motivos de la dimisión los dejaba claros la denuncia del
reportero: "Para evitar seguir dañando su nombre y prestigio periodístico
al publicarse artículos que faltan a la verdad con la vinculación del nombre y
firma sin haberlo consentido ni autorizado". Pues este es el medio que ha
elegido Feijóo para publicar su alegato en favor de la libertad de prensa.
Mi muy respetado
compañero Ignacio Escolar debería ahora, para rematar la jugada, pedirle a
Miguel Ángel Rodríguez un artículo sobre la libertad de prensa bajo el título
Os vamos a triturar. Yo pago los whiskies, querido Nacho.
Feijóo, en su
artículo, no está defendiendo la libertad de prensa, sino el derecho a difamar.
Ya decía Antonio Machado que el arma más sangrienta del fascismo no es la
pistola, sino la mentira. Y ahí tenemos a Donald Trump, a punto de ser elegido
otra vez como el hombre militarmente más poderoso del planeta. Un tío que acusó
a su propia democracia de manipular elecciones una vez que las perdió. Y ahora
lo vuelven a votar. No entiendo cómo los científicos nos siguen calificando de
homo sapiens.
En EEUU, la cadena
ultraderechista Fox, cuyo dueño es Rupert Murdoch, jefe de José María Aznar,
fue condenada a pagar 700 millones de euros por propalar que las elecciones de
2020 habían sido manipuladas. Fue esa escoria televisiva la que inspiró el
asalto al Capitolio que tanto divirtió a los televidentes el día de reyes de
2021.
Los 700 millones de
multa no hundieron a la Fox por una razón más que triste: la mentira es muy
rentable. Mucho más que la información. Las revistas Science y Nature, de
reconocido prestigio científico, publicaron hace dos o tres años un
macroestudio sobre la incidencia de la mentira en las redes sociales: el 97% de
los bulos son consumidos ávidamente por lectores de derechas. Estos bulos no
son chorradas de espontáneos usuarios: la mayor parte proceden de medios de
comunicación de presunto prestigio amparados en los dineros de los grandes
anunciantes. Es el mercado, amigo. El mercado de la librementira al que Feijóo
defiende con ahínco desde los medios más mentirosos de España. El noble oficio
de desinformar está muy bien pagado. A los demás nos van a triturar.
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