ATONÍA
José
Rivero Vivas
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__________(48)
José Rivero Vivas
SAETA – Obra:
E.12 (a.85) -
Ensayo –
Ilustración de la cubierta:
Batallas
(Los suplicios del amor) 1915,
De Ernst Ludwig Kirchner.
Cromoxilografía en negro, rojo y azul.
Berlin, Brücke-Museum,.
(ISBN:
978-84-18902- 37-6) – D. L.: TF 220-2022 –
Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2022)
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José
Rivero Vivas
ATONÍA
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SAETA
Fragmento:
(Cap. 2; Págs.18, 19)
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Demasiadas
simplezas vienen a mostrar que Facundo es nadie en este mundo, que el suyo es
otro, distinto, o diverso, acaso inexistente en su material conformación y su
vibración intensa. Son andanzas desconocidas de Facundo, a quien una vez
llamaron Sir, y el hombre se enfadó.
-No
estás en tu sano juicio.
-Lo
estoy. Sólo que, distanciado de título nobiliario, prefiero ser apelado
individuo, sujeto, súbdito, personaje secundario o comparsa; nunca
protagonista, de rango principal, en este guión de cine desprovisto de
galardón. Así, pues, considérenme vagabundo, atorrante, díscolo y berzotas;
todo, menos sobrepasar mis límites de autenticidad y hondura.
Es
posible que haya razón en cuanto expone su colega; pero no cree Facundo que sea
lo relevante en esta odisea iniciada en la flor, un tanto ajada, de pospuesta
juventud. Aun así, no tratemos de amonestar a quienes inquieren sobre el
mundillo del quehacer supremo.
-No somos, Fumero,
guapos ni fuertes; no subimos a la luna ni en cápsula espacial viajamos; no
pertenecemos a la bella sociedad ni nos esponjamos en mitad de la playa, en la
ribera del río o en medio del prado.
-¿Cómo, dilecto
amigo, se te ocurre pensar en pardo color, carente de viveza y esplendor?
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A este tenor,
reposado Eligio, declara:
-Ello confirma que,
el disgusto en el ser, suele producirse cuando está descontento del propio
cometido elegido en vida.
Así, pues,
atendiendo a su desmayo, inútilmente se adentra en demanda perniciosa, para no
revelar la veracidad de un cargo que justifique su lamento.
De donde se deduce
que, si su método es tirar bombas para solucionar el conflicto, retírese y
abandone su pesar. Tenga por seguro que, en algún lado, habrá alguien, de
distinto parecer, que acierte con la solución del problema, sin necesidad de
crear alarma, muerte y devastación.
De inmediato
recuerda Eligio que es conveniente serenar el espíritu antes de emitir arrojada
sentencia:
-Alterado el
pensamiento, llega a ser peligrosa la tendencia hacia extremo supino.
Lo circunspecto, en
dicho caso, es tratar de salir airoso, antes que la dificultad se adueñe de la
situación, y, como consecuencia, su estancia en el entorno se convierta en caos
horrendo.
Después, prosigue
Eligio, será posible pregonar su procedencia de distinto planeta, en galaxia
exterior, anónima criatura, engendrada fuera del ámbito de gravedad de la
Tierra.
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(22)
José Rivero Vivas
LA DIMENSIÓN – Obra: NL.12 (a.73) – Novela –
Ilustración de la cubierta: Noche de invierno con luna, 1919.
Cromoxilografía de Ernst Ludwig Kirchner.
(ISBN 978-84-8382-094-0) D.L. TF – 1348 – 2007 –
Ediciones
IDEA, Islas Canarias. (Año 2007)
En vísperas
de una guerra terrible, programada en algún lugar del planeta, Cipriano se
acongoja, zozobra de inquietud y se sume en tribulación y desasosiego.
Paulatinamente, aun cuando persevera firme en su obligación de sacar adelante
su trabajo de detective privado, Cipriano va cayendo en un estado depresivo
incontrolable.
Cuando don
Güldtrein, propietario y director de la agencia, para la cual trabaja Cipriano,
se jubila, reside todavía cierto tiempo en Tenerife. Al marchar con destino a
Alemania, con su mujer doña Stella, Aurelio, hermano de Jesusa, mujer de
Santiago, hermano de Orabia, mujer de Cipriano, adquiere el chalé, y la agencia
la acapara Fernando, rival de Cipriano, quien se indispuso con él por habérsele
anticipado.
La Libreta
contiene un mensaje en clave, conforme declaró su abuela, a quien lo comunicó
en Alemania un representante del Tercer Imperio. Emma, novia de Heinrich,
intenta descifrar su contenido, expuesto por medio de símbolos, pero no logra
hallar método para penetrar su misterio, y argumenta que precisa más tiempo.
Cipriano se
niega a entregar el manuscrito, alegando que tiene que estudiarlo él, a fin de
cumplir con su investigación y elaborar el correspondiente informe. Como
tampoco esclarece su posible reto, se recurre a Aurelio, que fue quien más
conversó con el señor alemán.
Aurelio se yergue circunspecto y explica que en ese
cuaderno expuso don Güldtrein su teoría de la humanidad viajera por el espacio
exterior.
Revelado, aunque a medias, su secreto, Cipriano
entrega la Libreta a sus legítimos herederos, y...no quiere saber nada más.
Entonces enferma de verdad.
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José
Rivero Vivas
S A E T A
(Fragmento:
Cap. 1; Págs. 8-10)
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Aun así, alguien se
acercaba, hombre o mujer, completamente solo, como despistado, quizá confundido
en medio de tanto ajetreo, y, al mismo tiempo, tranquilidad. Facundo
aprovechaba entonces la ocasión y preguntaba discreto, para acto seguido
arrojarse sin miedo ni cortedad en diálogo aislado, cual lanzado en imparable
monólogo:
En algún sitio del
universo, astro fulgente por demás, los seres superiores -al parecer, la ley de
categorías es característica que reina en todas partes- quisieron experimentar
con animales de inferior condición. La mezcla entre genes dispares dio como
resultado un tipo raro, casi adefesio, que vino a ser llamado humano, basado el
apelativo en los humos que se da, en su diario discurrir, apoyado en el gesto
ambiguo, fino y tosco a la vez, de sus manos, que en su primera versión fueron
cuatro.
El caso, según
cuentan diversas historias, tal vez apócrifas, aunque veraces en su análisis y
comprobación, vino a tomar solución en el traslado del género ingrato a donde
jamás pudieran sus componentes volver a poner sus manos sobre la corteza de su
amado astro, sol o planeta, cuyo nombre ignora la astronomía, o sus habitantes
silencian y mantienen oculto, en alto secreto, para evitar posibles males que
puedan advenir en lejano o próximo futuro.
Recorrieron todo el
firmamento hasta hallar una peña donde depositar el germen de la especie
humana, todavía en estado embrionario, con categoría de virgen, cual su origen
le imponía. El lugar idóneo fue la Tierra, punto perdido en la bóveda celeste,
donde ya fueron dejadas otras especies, como la de los saurios, que en su día
pugnaron por acabar este asteroide singular.
Uno de sus sabios,
quizá el más anciano, sentenció:
-Ahí, en el mundo
de los volcanes, estaremos seguros de que nunca atentarán contra sus vecinos de
distintas esferas.
Vinieron en naves
espaciales, que se posaron en la superficie terrestre; luego, transportados en
sus carros, de bruñido metal desconocido, desperdigaron, por todas partes,
ejemplares de esta raza, anónima entonces, cuya índole espiritual era un
enigma.
Pasados los años,
en cuenta estelar, no bastándoles la observación practicada a distancia, por
medio de control remoto, esos señores del universo, residentes del espacio
exterior, han comenzado a aproximarse a la Tierra, precavidamente,
escandalizados por tanta desgracia provocada, en forma de guerra, desolación y
muerte, abocado todo a irracional exterminio.
-El ser humano
-comenta el sabio de otrora, autor cabal de este relato-, es máquina de
destrucción perversa. Hemos, pues, de frenar su ímpetu, toda vez que osa ya
trascender su insensatez, de forma que intenta exportar, a distintas estrellas,
cuanta barbaridad acopia en el curso de su estancia en el minúsculo planeta.
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(38)
José
Rivero Vivas
SOL DE SÁLGORA – Obra: NL.18 (a.92)
- Novela –
Ilustración de la cubierta:
Detalle, La torre roja de
Halle.
Óleo
sobre lienzo de Ernst Ludwig Kirchner.
(ISBN: 978-84-16404-28-5)
D.L. TF- 213 – 2015 –
Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2015)
La trama de la obra y su tratamiento, un tanto libre en su
forma, da lugar a variada interpretación. Así, a medida que se avanza en su
lectura, se descubre que en realidad es diálogo entre dos de sus personajes.
Sin embargo, cuanto acaece en torno lleva a considerar que se asiste a un conglomerado
de hechos más allá de una simple conversación, donde uno da cuenta a otro
acerca de ciertas incidencias, presentes y pretéritas, dentro de un ámbito
determinado.
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La acción se desarrolla en Sálgora, ciudad insinuada, no
descrita ni total ni parcialmente, cuya semblanza nos podría recordar una
antigua localidad de Italia, por el temple de su imagen y su pátina histórica
La pugna entre Acacio y Barbato, apoyado por Urso, puede hacer
pensar en símbolo, cuando no en connotación de cierta situación que suele darse
en nuestra época, por el dominio de un bien: en este caso, el agua. Pero ello,
cuanto las diversas circunstancias halladas, queda sujeto a personal interpretación
por parte del lector, que en última instancia hace la novela suya y la concibe
a su manera. En definitiva, la mejor para sí mismo, puesto que una vez en
estampa, la opinión de su autor, como la de cualquier experto en literatura, no
deja de ser particular en su esencia.
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ATONÍA
José
Rivero Vivas
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(48)
José Rivero Vivas
SAETA – Obra:
E.12 (a.85) -
Ensayo –
Ilustración de la cubierta:
Batallas
(Los suplicios del amor) 1915,
De Ernst Ludwig Kirchner.
Cromoxilografía en negro, rojo y azul.
Berlin, Brücke-Museum,.
(ISBN:
978-84-18902- 37-6) – D. L.: TF 220-2022 –
Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2022)
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Tenerife
Islas
Canarias
Junio
de 2023
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