ELLAS. CAPITULO 25
DUNIA SÁNCHEZ
Avanza en el
aliento del invierno, la ciudad se aproxima.
Se cubre de nubarrones anunciadores de gotas heladas caerán sobre nosotras, sobre ellos.
Tenemos que darnos prisa. Anne
comprende mi forma de entender las cosas, ello, me satisface…tanto…que nuestros
lazos serán perdurables en el paso de las épocas. Todo ha sido instantáneo,
ralentizado por la espera ¡Qué más da¡ Puede ser que todo salga bien, nos
comprendemos y ello nos lleva por los senderos veraces de lo eterno. Puede ser también que tenga nuestros atascos,
normal en el rendirnos a la verticalidad de este amar. Nos soportaremos en los
bonancibles y malignos momentos acordados brújula de nuestro tiempo. Y ahora
que llegamos a la ciudad lo juro, prometo por el resto de mis latidos que
seguiremos unidas. Nadie o nada nos derribará, vayan con sus prejuicios a una
escuela educadora de las agresivas entrañas.
Hemos sido hostigadas por muchos años. Y no tan solo por ser lo que se
es sino por ser mujer. Por ser mujer nos
han desechado, violado, maltratado, ignorado,
menospreciado, matado. Tenemos
que ponernos en pie Anne y guerrear con el sexo opuesto y a veces con nuestro
propio sexo. Aún no entiendo por qué
esta cultura de dañar a la mujer. Todo somos iguales ante la visita del cosmos,
este espacio que habitamos en una apartada galaxia como polvo de estrellas.
Mujeres que en su llanto las martirizan con navajas sobre su esencia. Mujeres
dejadas a ras de tundras horripilantes cuando ellos se han ido. Mujeres
soldados arrebatadas de la dignidad de ser humanas. Mujeres hambrientas
olisqueadas por la plaga desquiciada de un velo, dejándolas consumirse en el
silencio. Mujeres de mirada perdida en los campos de harapos hechizada por las
pezuñas de la bestia negra. No, no más gritos hacia ellas. No, no más
denigrantes llamas sobre sus cuerpos. No, no más violines rajados sondando sus
huellas ¡Ay Anne¡ hay tanta becerradas, educación nefasta a generaciones
futuras. Todos, todas iguales ante esta burbuja colgada de una rama que se
quiebra…que se quiebra. No me escuchas, ya estamos aproximándonos a esa urbe y
lo encontraremos. Sé de la asustada derrota en que estás sumisa, el no poder
ayudar a seres desvalidos, caídos en esta sociedad. Ahí la tienes, cemento tras
cemento abatidos por la contaminación, por una lluvia ácida que aborrece todo
lo que tenga ánimo de vivir. Somos seres, los únicos, que nos adaptamos a los
cambios de este ambiente ¿Y los demás? Perecerán en el círculo de aguas envenenadas
por nuestras propias manos, por nuestras propias acciones irrazonables. Sigamos
Anne, querida Anne. Que todo concluya si tiene concluir para el renacer de un
nuevo aliento, que todo miré y se
transforme por el bien de esta comunidad trajeada de una luna bellas y un sol
exultante...
No hay comentarios:
Publicar un comentario