27 DE MAYO: MARCHA POR
LA
DIGNIDAD:
POR NUESTROS DERECHOS
SOCIALES Y LABORALES, POR NUESTRA TIERRA, QUEREMOS DECIDIR
El 27 de mayo, miles
de personas saldrán a las calles, en todo el Estado. En Canarias tenemos muchas
razones para hacer lo mismo.
Por empleos y salarios dignos, por pensiones decentes garantizadas en los
Presupuestos Generales del Estado, por la sanidad, educación y servicios
sociales públicos y gratuitos. Contra la pobreza, los desahucios, las
desigualdades sociales y la violencia patriarcal. Contra la corrupción y las
leyes represivas, por las libertades y la democracia:
¡SALGAMOS A LA CALLE!
Contra la venta de nuestra tierra con una nueva Ley del Suelo que permitirá
a los grandes empresarios privados la instalación de negocios y urbanizaciones
en cualquier sitio. Contra el saqueo de un territorio particularmente valioso,
soporte de una biodiversidad única y base de nuestra principal actividad
económica y de nuestra propia identidad. Contra la especulación y las
burbujas inmobiliarias que tanto daño nos han hecho. Por la defensa de nuestra
tierra:
¡SALGAMOS A LA CALLE!
Por trabajos y pensiones suficientes, por nuestra sanidad y educación,
nuestra tierra y nuestro paisaje, por nuestro bienestar y el de nuestros hijos
y nietos, por el derecho a ser oídos, por nuestra dignidad como personas:
¡TODAS Y TODOS A LA
CALLE EL 27 DE MAYO!
MANIFIESTO DE LA
MARCHA POR LA DIGNIDAD
POR NUESTROS DERECHOS SOCIALES Y LABORALES, POR
NUESTRA TIERRA,
QUEREMOS DECIDIR
El 27 de mayo, miles de personas saldrán
a la calle, en todo el Estado, reclamando unas condiciones de vida dignas para
todos y todas: con trabajo, salarios y pensiones decentes, con sanidad,
educación y servicios sociales públicos y gratuitos, sin desahucios, sin
desigualdades ni violencia patriarcal, sin pobreza, sin leyes represivas, sin corrupción,
sin especulación ni burbujas inmobiliarias.
En Canarias tenemos más motivos que nadie para echarnos a la
calle.
CAMPEONES EN PARO. Vivimos en la
comunidad autónoma que sufre el mayor impacto de la crisis en todo el Estado. A
pesar de que llevamos ocho años seguidos acumulando records en la llegada de
turistas (más de 15 millones de visitantes anuales), el desempleo es del 25 por
ciento de la población activa –seis puntos más que la media del Estado–, y
llega hasta el 27% en las mujeres y el
52% en los menores de 25 años. Ya el 12% de los hogares canarios tiene en paro
a todos los miembros de la familia en edad de trabajar y ocupamos el segundo
puesto del Estado en porcentaje de parados de larga duración.
TRABAJOS
BASURA. Las condiciones de los que tienen trabajo no han
cesado de deteriorarse desde la reforma laboral: la tercera parte de los
trabajadores canarios tiene contratos temporales, frente a la cuarta parte de
los españoles, y el 40% de las tranajadoras canarias carece de empleo fijo.
Ganamos casi un 20% menos a la hora que la media de los trabajadores españoles,
y las mujeres un 15% menos que los hombres.
PENSIONES
EN RETROCESO. Las pensiones siguen perdiendo poder adquisitivo,
frente a unos precios que se incrementan cada año, y continúan sin estar
garantizadas a través de los Presupuestos Generales del Estado, máxime cuando
el Gobierno central ha saqueado el Fondo de Reserva de la Seguridad Social para
pagar una deuda pública ilegítima empleada en rescatar a los bancos.
Y aquí también
estamos a la cola: las pensiones canarias están entre las seis más bajas del
Estado, un 8% por debajo de la media.
POBREZA
Y DESIGUALDAD. Eso explica también que un tercio de
los hogares canarios esté bajo el umbral de la pobreza y en riesgo de exclusión
social, un 7% más que la media del Estado. La pobreza alcanza especialmente a
las mujeres mayores y a los niños, y afecta a las familias de muchos
trabajadores cuyos sueldos no dan para vivir. Tenemos la mayor tasa de hogares
sin ingresos de todo el Estado –un 5’3%–
y la mayor tasa de familias que sufren privación material severa –un 12’4%–, el
doble que la media española.
La pobreza se
agrava porque sufrimos un Gobierno autonómico que está haciendo la peor
gestión de asistencia social de todo el
Estado, recauda menos impuestos y los redistribuye de forma menos efectiva,
provocando que aumente cada día más la desigualdad entre los ciudadanos.
INTERESES
PRIVADOS. Frente a este impresionante panorama la preocupación
del Gobierno canario es sólo favorecer los intereses privados, legislando para
los empresarios, como ha declarado públicamente su máximo representante,
rebajando impuestos a los ricos e incluso permitiendo que ni siquiera los
paguen, mediante la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC).
Al mismo
tiempo privatiza y degrada la educación y la sanidad, tenemos los mayores
índices de fracaso escolar y la peor sanidad del Estado, desmantelada y
desprestigiada para propiciar el negocio de las clínicas privadas.
VENTA
DE NUESTRA TIERRA. Y ahora, para reducir aún más el
espacio público y aumentar todavía más los beneficios del sector privado, el
gobierno ha decidido también vender nuestra tierra, mediante una nueva Ley del
Suelo que permitirá la instalación rápida de negocios y urbanizaciones en
cualquier sitio, especialmente en nuestro suelo rústico, a través de proyectos
y procedimientos excepcionales y discrecionales, al margen y por encima de
cualquier planeamiento.
Después de la
burbuja inmobiliaria de los años 90 y 2000, esta Ley del Suelo y la
recientemente aprobada Ley del Turismo
de las Islas Verdes organizan el saqueo
sistemático por intereses privados de un territorio particularmente valioso,
soporte de una biodiversidad única en todo el planeta y base de nuestra
principal actividad económica y de nuestra propia identidad. Pretenden devastar
nuestro patrimonio, un territorio y un paisaje que no sólo ha sido de nuestros
antepasados y es ahora nuestro, sino que pertenece también a las futuras
generaciones de canarias y canarios.
Tenemos más motivos que nadie: Unamos
todas las luchas, juntemos todas las fuerzas, para defendernos, para cambiar
las cosas, para recuperar la iniciativa, para decidir nuestro futuro.
¡Por unas condiciones de vida dignas, por nuestro
trabajo, nuestras pensiones, nuestra sanidad y educación, nuestra tierra y
nuestro paisaje, nuestro bienestar y el de nuestros hijos y nietos, todas y
todos a la calle el 27 de mayo!
¡QUEREMOS DECIDIR!
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