INFIEL
ANNAIS
Prodigabas sus defectos,
sin encontrar su hermosura,
¿Por qué demonios te extraña
que ceda su calentura?.
Si jamás fuiste marido,
ni compañero, ni amante.
Si carbón para ti era ella,
y cualquier otra, brillante.
Pero al fin halló al artista
que vió en la mujer dulzura,
y desde entonces se amarón
en sesiones de locura.
Deberías dar las gracias
a tan ilustre galante,
que convierte tu basura
en el más puro diamante.
Pero tú sigues enfermo,
SOLOla ves diferente,
¿No ves que cambió la forma,
de tristona a sonriente?.
Te acojes en la ceguera
y a Dios por ello bendigo,
que aquel que a tu mujer goza
soy yo, tu mejor amigo.
Hoy CONTINUA la historia
de este billar a tres bandas
pues a todos beneficia
si no media propaganda.
Contento queda el marido,
pues sus guisos mejoraron
al ser felices las manos
que mi cuerpo exploraron.
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