domingo, 10 de mayo de 2015

BI-MULTI-PARTIDISMO.-


BI-MULTI-PARTIDISMO.-

L Soriano
      Como ha quedado ampliamente demostrado, el Bi- partidismo no es una solución. Al menos en los países latinos, donde es más bien un problema y generador de muchos males.          En Venezuela sin ir más lejos Copei y Adeco, dejaron asolado el país, a las puertas de golpes de estado que se dieron y propicio la llegada del fascismo Chavista y que continúa empeorado con el Guerrillero Cubano Maduro.

Francia tiene al menos tres partidos que se disputan el poder y eso marca ya una diferencia, uno más cambia las reglas, la tendencia y ayuda a aplicar la democracia de manera más rigurosa. Italia, siempre ha sido gobernada por un multipartidismo a veces hasta exagerado, pero ya quisiéramos que las cosas funcionaran como allí. Que no les cuenten milongas, que Italia está mal y que como decía el descerebrado aquel que la habíamos sobrepasado en prosperidad, que íbamos a superar a Francia e incluso acechar a Alemania.  Estúpidos prepotentes e inútiles, que nos llevaron a la ruina y otros después nos mantienen chapoteando en nuestra miseria. Incluso en Inglaterra, que aunque anglosajona es europea, tiene tres partidos como mandan los cánones de defensa democrática bastante equilibrada.       El bipartidismo funciona en USA porque son unos iguales e intercambiables entre sí.                En realidad es una democracia de partido único en la mayoría de sus propuestas y postulados, y con una base o corte alto de pensamiento, sentimiento y “cosa” común.     Eso de “que viene el coco” con el pluripartidismo es una mamarrachada intencionada.          Aquí necesitamos cuatro o cinco partidos que se vigilen y que les sea difícil pactar entre ellos para ponerse de acuerdo y secuestrar a los poderes Legislativo y Judicial. Al final a la fuerza ahorcan al malo, y hay que consensuar. Me acuerdo de cuando Susanita del Sur, trato de despedir a una individua de IU, y que a los cinco minutos tuvo que rectificar. O cuando Maragall hablo del 3% y se arrepintió enseguida.  Poner de acuerdo a tres es más sencillo que a cuatro y mas difícil que a dos, que normalmente y como todo monopolio, oligopolio o monopsonio, se ponen de acuerdo y nos crujen en estéreo y por tiempos. Tiempo uno, mienten, prometen y conquistan, y tiempo dos, se nos miccionan encima de risa, desprecio y algo de asco, obligándonos a afirmar que es que  llueve.

De lo que digan los políticos, no crean nada. De lo que vean que hacen, crean la mitad. No son nunca lo que parecen quienes se dedican en estos tiempos al innoble arte del asalto al poder disfrazados de políticos. Les dicen casta, ya que se reconocen entre ellos como si de sociedad secreta se tratase y se aprueban prebendas  y canonjías por unanimidad absoluta. Tantos privilegios se han otorgado, que cuando nos enteramos de alguno o de lo que cobran y gastan, nos ponemos enfermos de rabia unos días, pero al final no pasa nada, y siguen succionando de las ubres resecas, del bidón vacio de los exhaustos contribuyentes exprimidos como limones de Alicante.

Que no, que hay que diversificar. Que si sale alguno que predica el totalitarismo es porque el bipartidismo ha asfixiado toda posibilidad de convivencia y de librepensamiento, y ha provocado una reacción su inmenso egoísmo parentocratico, amistocratico, clientelar.       Algún otro más moderado en apariencia quizás sea mejor para montarlo como al tigre, y quizás removiendo el bombo pueda salir alguno que no solo piense en robar, prevaricar y amasar o repartir entre su clan, sino que piense en el bien común. Pude que surja algún hombre de Estado. Quien sabe.

De momento, lo que tenemos meridianamente claro es que de esta manera o así, con este modelo dentro de este sistema que nos han metido a embudo, ni se funciona ni se regenera. Lo demás son especulaciones más o menos documentadas, previsiones, predicciones, suposiciones y entelequias por demostrar. Que venga el diluvio después de ellos, pero que venga algo. Que corra el aire y que empiece a respirar la criatura. Que venga el multipartidismo y que pase bien adentro. A reflexionar.
Reflexiones L. Soriano

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