RESCATANDO AL SOLDADO FEIJÓO
. La propuesta
del líder del Partido Popular sólo confirma la desesperación de quien sigue
repitiendo que ganó las elecciones, pese a que la aritmética le da la contra.
LAURA ARROYO - - CANAL RED
A estas alturas, ya pocas cosas nos sorprenden cuando el Partido Popular las enuncia. Aún así, es de justicia reconocerles que no dejan de intentarlo. Como cuando, por ejemplo, en plena campaña electoral el entonces candidato Alberto Núñez Feijóo mintió en televisión sin ruborizarse al decir que el PP había revalorizado las pensiones al IPC todos los años que gobernaron. Ayer volvió a mentirnos al decir algo tan increíble como que entre el PP y el PSOE contaban con el 94% de los votos en las elecciones del 23J cuando sabemos que la cifra es 65%. Tal vez las gafas le jugaron una mala pasada e invirtió el sentido del 6. Finjamos ingenuidad.
Pero las mentiras
enunciadas por el Partido Popular nos sorprenden tanto como la corrupción que
se cometen en sus filas. Es decir, nada. Ayer la sorpresa fue otra. Tras una
reunión de menos de una hora entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez oímos
una propuesta que sería sólo motivo de burla si no contara con el aval de la
derecha mediática. En un intento desesperado por lograr los votos con los que
no cuenta, ni contó nunca, para ser investido presidente, oímos al líder del
Partido Popular plantear que el mandato por el cual los españoles y españolas
votan en las urnas debía durar dos años en lugar de cuatro. Una suerte de “por
favorcito, Pedro”. Un ruego cargado de patetismo que, lógicamente, ha sido
ridiculizado por distintos actores políticos, formaciones políticas y por los
internautas que no pudieron evitar usar las redes sociales para señalar que
Feijóo ha iniciado una ronda de ruegos y no de reuniones. Avalado todo por
Felipe VI, claro que sí.
Pero para la
derecha mediática la realidad es diferente. Para la derecha mediática Alberto
Núñez Feijóo es comparable con Winston Churchill, su propuesta es una
estrategia digna de los libros de historia y ha conseguido un “golpe de efecto”
aunque, veinticuatro horas después, ni nos hemos enterado de ello. Pero a la
derecha mediática le da igual y te lo dice porque lo de mentir no es exclusivo
de la derecha política y porque la operación “salvar al soldado Feijóo” es su
principal misión luego de que las urnas lo desahuciaran. Y como todo vale para
ese objetivo, han utilizado acrobacias lingüísticas para revestir de seriedad y
altura de estado una propuesta que hace agua y que, tal vez un líder político
que no sintiera las navajas tan afiladas dentro de su partido, se hubiera
ahorrado.
El diario ABC, por
ejemplo, nos habla del “Plan Feijóo”. Un rótulo que le da seriedad a una
propuesta risible. Titula su nota resaltando al malo Pedro Sánchez: “Sánchez
rechaza el Plan Feijóo: pactos de estado y elecciones en dos años”, y a renglón
seguido afea el rechazo del PSOE al decir que “el Presidente en funciones
convoca a la Ejecutiva dle PSOE, que salió en tromba contra el líder del PP”. Obvia
el ABC, que las críticas contra Feijóo le han llovido y con mayor contundencia
desde muchos espacios, algunos muy lejos de Ferraz.
Pero para el ABC no
basta con esto. Al “Plan Feijóo” hay que dotarlo de épica y no se les ocurre
mejor forma de hacerlo que comparándolo con los Pactos de la Moncloa: “los
populares entregan un documento con una foto de los Pactos de Moncloa como
inspiración”. ¡Vaya político de altura que nosotros los mortales no somos
capaces de entender!
«He de confesar que
al leer la palabra “golpista” lo primero que pienso es precisamente en el
Partido Popular que lleva bloqueando la renovación del Consejo General del
Poder Judicial hace más de cuatro años de manera antidemocrática. Pero para la
derecha mediática eso no es ser golpista, es ser constitucionalista. »
El ABC no es el
único medio intentando salvar al soldado Feijóo. Exactamente en la misma línea
tenemos a Libertad Digital comparando también la propuesta de Feijóo con los
Pactos de la Moncloa: “Como ya hiciera durante la campaña electoral, el líder
del PP pide reeditar unos nuevos Pactos de la Moncloa con el PSOE, y los grupos
que quieran sumarse(...)”.
Por su parte, el
diario La Razón coloca la palabra “centralidad” en el escenario: “El líder del
PP apuesta por un acuerdo por la “centralidad” que desactive la influencia de
los independentistas”. Y, por supuesto, aprovecha para resaltar el marco Feijóo
versus los independentistas, algo que resulta esperable. Lo que no era
esperable es que nos hablen de “golpe de efecto”, sobre todo cuando pasado un
día no vemos ni el golpe ni su efecto ni la brisa que genera: “Feijóo ha dado
el golpe de efecto que buscaba ante la previsible derrota en su intento de
investidura…” Hay que decir que también resulta patético que incluso cuando la
derecha mediática quiere defender a Núñez Feijóo se ve obligada a admitir que
Feijóo va camino de una investidura fallida e imposible.
Ahora bien, si
hablamos de la derecha mediática nos corresponde también echarle un ojo a las
cloacas panfletarias. Son parte del ecosistema. La parte más asquerosa, pero
que cumple su rol. En OkDiario, el panfleto dirigido por Eduardo Inda -ese
señor que se disfraza de periodista y que cambia de opinión de un momento a
otro según por dónde le digan que debe opinar como en el caso Rubiales- no
hablan de independentistas, sino de golpistas: “...este miércoles OkDiario
avanzó que el líder del PP defendería dicha igualdad, así como la “unidad de
España” en su reunión con el Secretario General del PSOE que ya negocia con los
separatistas blanquear una amnistía para los golpistas”. He de confesar que al
leer la palabra “golpista” lo primero que pienso es precisamente en el Partido
Popular que lleva bloqueando la renovación del Consejo General del Poder
Judicial hace más de cuatro años de manera antidemocrática. Pero para la
derecha mediática eso no es ser golpista, es ser constitucionalista.
Como vemos, el
camino hacia la investidura fallida de Feijóo no está exento de folklore. La
propuesta del líder del Partido Popular sólo confirma la desesperación de quien
sigue repitiendo que ganó las elecciones, pese a que la aritmética le da la
contra. La única mayoría absoluta que tiene es la que tiene en contra de su
investidura. Y aunque la orquesta de la derecha mediática suene muy afinada en
su operación por salvar al soldado Feijóo, lo cierto es que la única forma de
salvarlo sería recomendarle que deje de hacer el ridículo. Pero eso supone
aceptar la democracia y sus reglas dentro de un sistema parlamentario. Algo que
cualquier “constitucionalista” haría, pero que en el Partido Popular y en la
derecha mediática no ocurre. Por lo que sea.
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