martes, 12 de septiembre de 2023

OPA INTEGRISTA SAUDÍ A ESPAÑA A TRAVÉS DE LAS TELECOMUNICACIONES


OPA INTEGRISTA SAUDÍ A ESPAÑA A TRAVÉS DE LAS TELECOMUNICACIONES

"Arabia Saudí podrá influir de manera directa, presionar e incluso terminar la carrera de cualquier periodista crítico con la dictadura wahabí", opina Maestre.

ANTONIO MAESTRE

En el centro, el rey Felipe VI junto a Salman Bin Abdulaziz

Al-Saud. FOTO: CASA REAL

Arabia Saudí ha comprado el 9,9% de Telefónica a través de su empresa STC Group, lo que convierte al país árabe en el accionista mayoritario de la empresa estratégica de telecomunicaciones española. A pesar de que la operación se ha llevado a cabo sin el conocimiento del Gobierno, tendrá que ser el Ministerio de Defensa, capitaneado por Margarita Robles, el que dé la aprobación final al existir una ley que limita al 5% la compra de acciones de empresas estratégicas que sean proveedoras del ministerio.

 

¿Pero qué supone esta operación? El movimiento saudí es una opa integrista a nuestra democracia ya que desde el poder de estas grandes empresas podrá influir de manera directa, presionar e incluso terminar la carrera de cualquier periodista crítico con la dictadura wahabí. Estamos hablando de que el responsable último del asesinato y descuartizamiento del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul se pueda convertir en el accionista mayoritario de Telefónica y tener acceso a información sensible en lo que respecta a las comunicaciones.

 

Mohammed bin Khalid Al Saud, miembro de la familia real de Arabia Saudí, es el presidente del Grupo Al Faisaliah, que posee inversiones importantes en empresas petroquímicas de Estados Unidos como Grace o Albemarle, de la alimentación, farmacéuticas y compañías de sistemas y electrónicas. También fue el responsable del intento de compra del Chelsea FC en un intento por seguir ampliando su poder de influencia a través del deporte y del fútbol. Detrás de todo ello está el príncipe heredero, Mohamed bin Salman.

 

 

Integrismo wahabí

La estrategia Visión 2020 del monarca saudí tiene como objetivo ampliar la influencia de su país a través de la modernización empresarial y tecnológica con grandes inversiones a lo largo de todo el mundo para intentar alejar el foco de su relación con los derechos humanos, la persecución de periodistas, las acusaciones de contribuir a financiar el terrorismo, la vigencia de la ley Sharia incluso para las empresas que hacen negocio en su país y contribuyen al discurso integrista wahabí en las mezquitas de todo el mundo. Dinero para ocultar los abusos de los derechos humanos porque sabe que funciona.

 

A pesar de que pueda haber cierto escándalo impostado sobre la adquisición de una porción importante de Telefónica por parte de la dictadura saudí, es difícil que el Gobierno rechace la operación porque la relación a nivel diplomático con Arabia Saudí es excelente, sobre todo, desde la Casa Real. La amistad íntima del emérito con Arabia Saudí a través del fallecido rey Abdullah no murió con él.

 

Juan Carlos I, en su tiempo, fue imprescindible para lavar la imagen de la dictadura, al colaborar en la campaña de comunicación que se hizo para limpiar su reputación después de que se viera dañada tras los atentados del 11 de septiembre. Un momento especial de esa relación se produjo con la inauguración de la Conferencia internacional para el diálogo interreligioso que organizó la Liga Islámica Mundial, que, entre otras muchas instituciones, gestiona la Mezquita de la M-30 en Madrid.

 

La relación económica de España con Arabia Saudí trasciende la inversión que pueda hacer la dictadura con sus apuestas en empresas españolas. La petromonarquía fue el país que más dinero invirtió en comprar a España material de defensa y armas. Según las estadísticas de exportaciones españolas de material de defensa, de otro material y de productos y tecnológicas de doble uso en el primer semestre de 2022, el país árabe fue el principal exportador de España, con un total de 302,2 millones de euros.

 

 

El trabajo en los astilleros de Cádiz y Ferrol bebe de los encargos de la dictadura saudí. Los intereses comerciales de las empresas españolas en Arabia Saudí son de una importancia nada desdeñable para las empresas del IBEX. Según el último informe del ICEX, la relación económica entre ambos países se relanzó en el año 2021, tras la pandemia, siendo el mayor exportador fuera de la UE tras Rusia, y el mayor importador de productos españoles en Oriente Medio (España el quinto país de la UE en términos de valor de exportaciones hacia Arabia Saudí).

 

La paradoja sobre el libre mercado hace que sea un anatema plantear que España tenga empresas públicas en sectores estratégicos pero sí se permite que empresas públicas de otros países como Arabia Saudí tengan el control sobre esas mismas empresas estratégicas españolas. Es decir, empresas públicas pero de países extranjeros para controlar nuestras empresas; se pasa de no ceder al dogma de la intervención pública nacional a acabar cediendo el control a Arabia Saudí de nuestras comunicaciones, de nuestros datos personales, del control vía satélite del movimiento de nuestro ejército y la protección de las infraestructuras digitales de nuestro Estado de ataques cibernéticos. Todos sabrán ver el delirio que produce ceñirse a la doctrina del libre mercado.

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