martes, 7 de abril de 2020

RELATO DESPREJUICIADO


RELATO DESPREJUICIADO
EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO Y POETA.
Comenzar un nuevo ciclo de vida, durante y luego de la pandemia que soportamos, para la humanidad toda, puede parecer una utopía, y ciertamente lo es hoy, en tiempos de cuarentena, que nos lleva a reflexionar sobre los esencial, de qué modo nos iguala este coronavirus, en vida y muerte.

Los medios de violencia que comunican todo, menos lo esencial, pues los informes falaces que lanzan hora a hora, se resumen a pocos vocablos para equilibrar el sentido ausente, que aún sin tener espacio hoy, sabemos que es y está subyacente en los pocos actos de contados seres heroicos, hombres y mujeres que se elevan sobre los estadios de la domesticidad, 'tapados' por la criminal corpo mediática, dejan caer, sobre ellos el silencio, la censura y la persecución sistemática que los lleva a ser mártires desaparecidos del tercer milenio... y me pregunto por qué debemos soportar la mentira elevada a símbolo, de los 'bocones' instalados bajo presión por la trama de multinacional y sus ramas que conforman el tejido necrótico de las corporaciones mediáticas, me refiero a los empresarios ricachones, dueños de bancos y otros antros, construidos con fondos provenientes de evasiones fiscales, lavado de dinero, robo y estafa, siempre con la ayuda inestimable de políticos de toda ideología, de gobierno de turno, sin los cuales sería un tanto más ardua la tarea de arrasar con la economía de un país, tal el caso Argentina.


Bajo este punto de vista, se logró un estado despótico de dominio, de los que ya están instalados en sus sitiales desde donde reprimen, sojuzgan, los poderosos que con sus máquinas de dominación burocrática, eliminan la posibilidad de dar sentido a las vidas de miles de millones de seres humanos... ubicando en la denominada cultura "chatarra" de hoy, a mascotas sin talento, sin gracia, sólo con nalgas abiertas para recibir su pedazo de gloria, sumidos en éxtasis de haber logrado llegar a la cima de la pirámide de basura, sin otro don, que preparar su cuerpo para batallas de tinte porno: lo más sexual que el sexo.

¿Algo que agregar?, claro, ¿como no?, sumo a los escribas, los mandarines y mandaderos de la cultura degradante de este milenio de las grandes muertes, que tienden a aniquilar y modificar la historia y su relato olímpico, interpretar a "piaccere" lo que jamás tuvo sitio, ni lugar. Si no lo creen pregúntenle a Constantini el origen de su fortuna, se llevarán sorpresas. O tal vez a las chicas otrora modelos, ya un tanto envejecidas, con células deterioradas, que optan por acudir al llamado de medios monopólicos, previo cambio de favores, para convertirse en periodistas express. ¿Soportan tanta farsa? yo no... y tengo tanto por decir de los privilegiados del régimen vetusto, como Bulgheroni, Macri, Rocca, Roemmers, Brito, Piano, y otros, y sus entornos, conformados por voceros opinólogos, que vendían colchones en los parques de Quilmes, cocineros gourmets, tendencia "pampa húmeda" o "patagonia ardiendo", sus pintores "brocha gorda", escritorzuelos del libro del día, cineastas que sean otra 'cosa', actores y actrices de la escuela de "muchachos del stand up garganta profunda", miles de músicos o algo así en la cúpula del desafinado de miles de notas vagabundas, conductoras 'onda streaming' vuelta y vuelta. Pues hay tantos que es imposible juntar toda la fauna banal, en un editorial.

¿Tienen alguna idea, queridos lectores, de porque les comento esto? pues nada es casual. La trama se construye década a década, con estilo 'muchachos de Chicago', en tiempos de la depresión de Estados Unidos del 29, siglo XX. Hablo de quienes conozco y sé de sus tránsitos en busca del arca de la alianza con el contacto a tiempo, dándolo todo por todo, lo material lógico. No me llevo por trascendidos ni alcahueterías que conforman el lado subyacente que venden a la gilada la corpo de medios con voces de informantes ignorantes, plenos de resentimiento, me refiero a todos y todas, ¿o piensan que existe la noticia pura, sin maquillar? Mi padre, un garca superstar, cuando yo era niño, en vacaciones en Uruguay, decía a viva voz, ¡esto es vida!, en este país nosotros, los argentinos hacemos lo que queremos... lo dejé de ver a mis 18 años, al campeón de la simulación, pero tenía razón en ese punto, basta apreciar quiénes son los tilingos argentos que viven o invierten en Uruguay, para darnos cuenta de que nuestros hermanos uruguayos, protegen a los lavadores y demás podredumbre humana. "Pepe" Mujica no lo ignora, ¡ojo! supo hacer un millón de amigos en su presidencia con el relato de la austeridad, con las peores intenciones... hasta asociarse al TISA, fundir PLUNA, ser mascota de Soros, recibiendo a cambio fama y éxito, como referente de la posverdad... "juguete de multinacionales" (Mujica dixit, El País, Madrid, marzo 2014)

Los prejuicios tienen un rol fundamental en la vida de la gente, como la inseguridad de saber que no son quienes piensan ser, incluyo por supuesto la política y sus mercaderes, los que dicen representarla, son perniciosos, peligrosos y como vemos muy eficaces a la hora de ponerlos en práctica, pues están anclados en el pasado. No confundamos con chusmeríos que tienen hora de vencimiento, con su misión de contagiar abstracción del deber ser, instalando certezas de segundos, pero a fuerza de ser replicadas toman carácter de evidencias.

Y se torna necesario, ante las urgencias del momento, hacerles saber a los empresarios que pretenden organizar la Argentina que viene, pues nada será igual luego de la pandemia, lo afirmo con cierta certeza que me otorga la incertidumbre, soportando cuarentena hace muchos años, por estar silenciado por las prostitutas de medios, esclavos del poder político, y poderosos empresarios que no soportan saber que sé sobre ellos, cuando eran ciudadanos de a pie y quién construye este relato, un dandy, al decir del entrañable Adolfo Bioy Casares, en prólogo de mi ensayo Big Relato. ¿Quién puede negar que lo manifestado no es cierto? Hora de ponerles los puntos a los que monopolizan los espacios de cultura, sociales y políticos y corpos de medios, el primer poder hoy, con estilo kitsch, grosero y altamente excluyente a todos los que podemos aportar ideales fundacionales, sin temor a las presiones que devienen de actuar con libertad. Pues estos mafiosos, de toda extracción, sindical, de cuadros políticos, curadores pret a porter de la cultura armada en cloacas, no desean ceder ante las presiones de miles que saben muy bien que lo esencial es la salud, luego la economía con la nacionalización de la banca, primordial para dejar de flexibilizar a gobiernos a intereses de pocos estafadores, los que apuntalan el terrorismo de medios basura, los coporacionistas... o piensan que lo que informan es esencial... ¿por qué prescriben las causas de atorrantes como ex-presidentes, actorcitos, empresarios truchitos, alcahuetes de usinas de inteligencia?

Terrorismo es difamar, mentir, clasificar sin materia de prueba, silenciar, amenazar, atentar y censurar al ser libre de ataduras, que arriesga su vida, al poner en juego valores, ya perimidos. Terrorismo es alentar a boicotear acciones por y para la igualdad de los ciudadanos que componen una comunidad, harta de tanta estafa, fraude y sobre todo, cobardía, al tomar conocimiento que toda la legislación vigente, está hecha para los ricachones, dueños de nada, sólo de la soledad que cala hondo en sus vidas.

Espero Alberto puedas decir “¡no!” al apriete, que pareciera soportaste el viernes 3 de abril, por bancos que no habilitaban cajeros, Sindicato de La Bancaria que no deseaba exponer a sus empleados al riesgo del coronavirus, al presidente el Banco Central que no supo apretar clavijas a la corpo de bancos privados, que no pueden ver a seres de la tercera edad, en espacios de sus inmundos bunkers, en los bancos que debían pagar miserias a jubilados "nuestros abuelos", víctimas propiciatorias del sistema genocida y al director de ANSES, hombre capaz, sin dudas, pero cobarde ante la confrontación que debía soportar. Estos funcionarios deberían haber presentado su renuncia irrevocable, pero no lo hicieron, lo ganado en estas semanas de encierro, se perdió y ganaron nuevamente los privilegiados miserables empresarios y sus máquinas voladoras. No olvidar que la salud no se recupera, como tampoco las vidas, las economías pueden hacerlo y a pasos agigantados. Que la cuarentena dure lo que deba durar, pues el coronavirus no retrocederá ante nada.

(*) Filósofo y poeta.

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