APROXIMACIÓN AL ANÁLISIS DE CADA
CUAL ARRASTRA SU SOMBRA
ANA MARÍA VELASCO BROGERAS
Cada cual arrastra
su sombra se edita en 1971; primera entrega literaria de VR, que contaba, en
esa época, con 27 años de edad. Va a suponer en estos años una obra prionera en
el contexto cultural canario, por lo que tiene de innovación prosística:
técnicas léxicas y narrativas bastante nuevas, no sólo en el panorama canario
en particular, sino también en la literatura escrita en nuestro idioma en
general.
Obra realista
además de naturalista, con un importnte valor documentla de la sociedad canaria
de 1971, y con una utilización del lenguaje bastante novedosa. Novedad
estilísitica también, y peculiar tratamiento de los personajes, desde el
interior de los mismos.
Podemos afirmar sin
miedo a equivocarnos que estamos ante un ejemplo de literatura comprometida,
donde se puede comprobar una importante solidadridad de dlase, y donde se
intenta combatir por escrito.
En este punto sería
interesante también pararnos a hacer un pequeño análisis de alguna posible
relación de nuestra obra con la narrativa hispanoamericana, como por ejemplo
con la obra de Juan Rulfo. Por otra parte el título nos parece muy
significativo y con un gran valor connotativo.
Dicho título hace referencia, en
principio, a las desgracias que cada uno arrastra y de las cuales debe hacerse
el único responsable, como si esas desgracias nos pudieran acompañar toda
nuestra vida, como si de una sombra se tratase.
Pero además Víctor Ramírez nos va a aclarar el sientido del título y va
a justificarlo en varios momentos de la obra.
Por ejemplo, ya en la primera página encontramos la siguiente
frae en boca de Maluisa: porque cada quien que soporte su sí y su no, haciendo
referencia a que ella prefiere ocuparse de sus prpios asuntos. Blas le va a
decir a su compañero de borrachera: tu dolor es dolor también, afirmando que
todos llevamos algún sufrimiento encima.
Y ya casi al final, la gente que ve a
los dos borrachos piensa: que cada cual arrastra su sombra, a veces esta
precediéndote a modo de guí, a veces siguiéndote cual perdigueo que te husmea
cazador. Haya luz, haya penumbra, siempre habrá una sombra que se arrastre,
delante o detrás, a un lado o a otro. Con estas palabras V.R. explica
claramente su metáfora y precisa la finaidad del título.
En cuanto al tema
central de la obra, creemos que es la problemática de los protagonistas, en
torno a asuntos como el honor, la cobardía y el amor. Todo al final desemboca
en la soledad de los dos personajes; como es el caso de Blas, que tras haberse
vengado por partida doble de Rimero, superando su cobardía, abandona a su
esposa en el lecho, decisión ésta de la que no está seguro.
La inseguridad de Blas, por lo tanto,
es clave también en el transcurso de la obra. Y el protagonista va a acabar
desahogando sus penas con un desconocido. Aunque podemos desgranar una
conclusión de todo ello, conclusión que hace referencia al título, esa especie
de refrán que nos avisa de que al final siempre estamos solos, y cada uno se aguanta
con lo que le toca. A los dos tipos les cuesta reafirmarse como personas, pero
sobre todo como hombres, en una suciedad con dominante matriarcal.
Dentro de los temas
secundarios, pero no por ello menos importantes, cabe destacar el de la guerra
y el de la postguerra y toda la miseria que las acompañó. Aquí se podrían
analizar las alusiones a la ejecución del padre del Blas, tras la denuncia de
Rimero, el enriquecimiento de éste mediante el estraperlo, los problemas de
subsistencia de la viuda de un ejecutado… etc.
Otro de los temas que aparecen en el
texto es el de la estructura familiar de estos años: al faltar el padre, el
único hijo varón se convierte en el defensor de la honra, no sólo de sus
hermanas, sino también de su madre.
Importante es también para el
transcurso de la obra el tema de la pareja, ya que se describe el noviazgo del
otro protagonista, en una época en la que las relaciones prematriomoniales son
impensables. Por lo tanto se vuelve a tocar el tema del honor, yq que en
princiio no puede perdonar la deshonra de su novia, aunque la quiere de verdad,
como tampoco ohabía perondaod Blas la de su madre.
Aquí podríamos
situar asimismo el papel de la mujer que nos aparece en el relato: esposa y
novia fiel, cuyas obligaciones giran en torno al cuidado de la casa y del honor
fmiliar. Desde luego el mahcimo es bastante acursado, porque se vive en una
sociedad machista; pero quizás además se se acuse también alguin de misoginia,
que el honor del hombre está en manos de la mujer y por lanto la masculinidad
del hombre está también en sus manos.
Aun así, y a pesar de que el orgullo y
la cobardía del segundo hombre, le hacen difícil pedir perdón, al final de la
obra, va a transigir un poco y va a considerar la posibilidad de ir a
disculparse con su mujer.
La venganza se va a convertir en la
obsesión de Blas, ya que se ve obligado a resarcir su honra y a vengar a su
padre, y aunque se encuentra débil y cobarde, va a conseguir finalmente
vengarse del Rimero.
Otro tema, con es
el del crecimiento de la ciudad y de los barrios periféricos, va a hacer
patente la importancia del medio físico en los personajes. El medio físico en
que se desarrolla la acción son los riscos, barrios periféricos en 1971, que
paradójicamente se encuentra en la parte más alta de la ciudad. Y esta vida
suburbial VR la va a contar desde dentro, mostrando con ello los desajustes
existentes en la socieda en la que vive.
Además el autor va a plantear también
el problema de la idiosincracia insular, y se van a hacer reiteradas alusiones
al tema de la hombría como uno de sus más importantes rasgos; y junto a la
hombría el narcisimso cobra bastante importancia en este ser caanrio.
Por otra parte la inseguridad y la
cobardía aparecen como rasgos principles de la personalidad de los dos
borrachos; y como ya hemos apuntado, es tanto su peso e importancia en el
transcurso de la acción, que tienen su propia envergadura.
El tema del fútbol
aparece también, pero de forma más esporádica, como tema de conversación;
sabemos que este deporte le gusta especialmente a VR. Tmbién esporádicamente
aparece la religión cuando se describe la confirmación que apadrinó Blas. Pero
la religión, aparte de la mera anécdota, no forma parte de la caracterización
de ningún personaje, exceptuando el caso de Maluisa, que se convierte en una
proscrita por su situación, aunque parece no importarle.
Y por último también encontramos
referencias a la emigración a Hispanoamérica, cuando se habla de ese tal
Virginio Mendoza que se fue Cuba.
Hemos de fijarnos
también en que el relato comienza con la descripción de una tienda de barrio, y
con la presentación de dos personajes bebiendo y hablando, bajo la mirada
hastiada del tendero. Tenemos a un narrador omnisciente que nos relata estas
secuencia, nos describe los ambientes y se mete dentro de l cabeza de los
personajes.
En cambio enseguida nos encontramos con
otras dos secuencias que se van relacionando seg´n avanza la historia y donde
encontramos un narrador en primera persona. En una de ellas este narrador nos
cuenta la historia de la deshonra de su madre: desde las primeras sospechas
pasando por el doble descubrimiento –Rimero fue tambi´n el responsable de la
muerte de su padre- hsta terminar con la venganza.
En la otra secuencia se cuenta la
deshonra del otro personje: relación con su novia, ruptura de la relación, boda
y desengaño final. Y esta historia también la cuenta el protagonista de la misma,
en primera persona.
A medid que el
relato avanza, vmos descubirendo que los protgonistas de las dos historias son
los borrachos, y que uno de los dos borrachos es el tal Blas. Por lo tanto ls
dos líneas argumentales surgen el la conversación que éste está manteniendo con
otro borracho, del cual no sabe ni el nombre. Por cierto, ¿cómo dijiste que te
llamas?
Muchas veces parecería que estamos ante
un monólogo de los protagonistas, si no fuer por las alusiones al narratorio,
que dejan constancia de que la historia se l están contando a alguien; veamos
algunos ejemplos: No te aconsejo que tu novia sea la más bonita… 0: si la
vieses, dirías…; tú sabes cómo somos los hombres; etc.
Dentro de las descripciones, tanto de
ambientes como de personajes, cabe destacar la rica adjetivación con que nos
pint todo aquello que describe. En general se recrea en los lugares sórdidos,
siguiendo la línea del tremendismo, como por ejemplo la tienda de barrio en la
que los dos borrachos se encuentran, no dejando de lado ningún detalle.
Describe
minuciosamente todo lo que le interesa destacar con el fin de crear el ambiente
preciso. Y se deja influenciar por técnicas cinematográficas en este aspecto,
ya que a veces nos parece que una cámara nos está presentando los objetos y los
personajes de arriba abajo y de abajo a arriba.
De este modo consigue pintar, por
ejemplo, la primera escena con que el libro comienza: no hay acción, sólo
describe; nos presenta a los personajes y sus actitudes, pero todavía no
actúan. Están en la tienda del barrio, y el autor nos llama la atención, lo
primero, sobre objetos como la lámpara, el mostrador, el calendario…; y todo
ello envuelto en una tenue luz vidriosa.
Y en este escenario nos presenta a unos
personajes: dos borrachos cuyos pensamientos nos van a ser desvelados. El
espacio va en consonancio, por tanto, con el estado ebrio de los dos hombres.
Cuando los borrachos salen de la tienda, salen a la intemperie y se encuentran
con una noche primaveral y romántica, que contrasta insultantemente con el
estado físico y moral de los dos hombres.
Otro ambiente que
se nos presenta es el de los barrios de los dos hombres, la descripción de la
calle de Blas mientras va llegando: la calima, el silencio, el perro, la mujer…
y aquí VR introduce dentro del cuadro un elemento que lo va a distorsionar:
Rimero.
Además se va a regodear el autor en
escenas nauseabundas, como la del vómito, que va a ser descrita con todo lujo
de detalles, siguiendo aquí también en la línea tremendista del comienzo.
El primer personaje que describe es el
tendero, un personaje que parece una caricatura de sí mismo; es más, podríamos
relacionar su descripción con la técnica del esperpento sin miedo a
equivocarnos. Y para colmo es también un cobarde, y no es capaz de decir en alta
voz lo que piensa. Va a aparecer descrito, desde distintos puntos de vista, en
más de una secuencia, y el autor siempre va a insistir en lo desagradable del
personaje, sus rasgos, su delantal, sus pies.
La madre de Blas se
nos presenta como una mujer guapa y atractiva, a pesar de la edad y de los
trabajos sufridos: se van a resaltar, sobre todo, sus facciones y su piel. Algo
importante en el apartado de las descripciones personales es el tema de las
animalizaciones.
El autor va a utilizar abundantemente
este recurso en todos los casos, pero especialmente, en el caso de Rimero, que
va a aparecer como perro rabioso, macho cabrío, fiera, chacal, cerdo… etc.
También va a abusar de la animalización
cuando habla el protagonista, pero en este caso los animales que va a elegir
son más “mansos” que los anteriores: y Blas va a ser un perro apaleado, un buey
arando, va a estar emborregado; y el otro va a ser un camello de bruto… etc.
Como podemos comprobar, estas
animalizaciones le van a servir al autor para caracterizar de forma bastante
expresiva a los personajes. Las va a usar también para describir a los
borrachos y a otras personas del relato.
En cuanto al habla
canaria estamos de acuerdo con Ángel Sánchez, en que este castellano que
utiliza VR es mitad documental y mitad invención del autor. A este respecto
pensamos que al autor le interesa ambientar la acción y sus personajes, y el
lenguaje es usado por él para este fin. Es decir, hace que los personajes
hablen un canario local, que pertenezca en exclusiva al barrido donde sitúa la
obra.
De esta forma queda caracterizada una
manera de vivir, de pensar y, por supuesto, de habla. Y usaremos el nombre que
da Ángel Sánchez para referirnos a este uso del dialectoo castellano risquero.
Pero no es sólo esto, ya que la manera
de expresarse de los personajes, le sirve también a Ramírez para caracterizar
indicidugalmente a cada uno de ellos. Por ejemplo, a pesar del afán de realismo
que presenta la obra, podemos decir que VR no utiliza un lenguaje del todo
testimonial.
Nos estamos
refiriendo, por ejemplo, a que no aparece ninguna caracterización fonética, ni
del diálogo canario, ni del nivel vulgar del habla, que supuestamente utilizan
los personajes. Por lo tanto este lenguaje sólo se va a caracterizar en cuanto
a la construcción sintáctica, y en cuanto al léxico.
Solamente anotaremosalgún ejemplo, como
es el uso de refranes: tras cornudo apaleado; de frases hechas: las pasé
perras; el cruce entre el atributo y el predicativo: estoy envenenada la
sangre; giros coloquiales: yo me lo hubo tomado a lo simpático; uso del
diminutivo: Blasín, regalito, o de otros sufijos: guapetón..
También van a aparecer numerosos
vulgarismos: jodidos, ganas de mear, rabo entre patas, vieja… Y por supuesto
encontraremos también bastante americanismos: pibita, cuica… etc.; otros
términos de su invención: jairadas…: y otros canarios: baifo…; o anglicismos
también: bungalow por ejemplo…
Con estos ejemplos
podemos llegar a la conclusión de que VR ha utilizado un lenguaje artificial,
cuya base es el dialecto canario, pero al que ha añadido palabras de su propia
cosecha, y también otros vocablos cultos, como por ejemplo hético; y algún que
otro arcaísmo, como es el uso del futuro del subjuntivo: si algo pasare.
Y todo esto acompañado de los vulgarismos
propios del nivel de habla en que nos encontramos, y de los americanismos
importados por la emigración. ,
residente en Las
Palmas de GC.
XV Certamen
literario internacional Dulcinea 2002
Segundo Premio de
ensayo
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