EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO Y POETA.
Comenzar un nuevo
ciclo de vida, durante y luego de la pandemia que soportamos, para la humanidad
toda, puede parecer una utopía, y ciertamente lo es hoy, en tiempos de
cuarentena, que nos lleva a reflexionar sobre los esencial, de qué modo nos
iguala este coronavirus, en vida y muerte.
Los medios de
violencia que comunican todo, menos lo esencial, pues los informes falaces que
lanzan hora a hora, se resumen a pocos vocablos para equilibrar el sentido
ausente, que aún sin tener espacio hoy, sabemos que es y está subyacente en los
pocos actos de contados seres heroicos, hombres y mujeres que se elevan sobre
los estadios de la domesticidad, 'tapados' por la criminal corpo mediática,
dejan caer, sobre ellos el silencio, la censura y la persecución sistemática
que los lleva a ser mártires desaparecidos del tercer milenio... y me pregunto
por qué debemos soportar la mentira elevada a símbolo, de los 'bocones'
instalados bajo presión por la trama de multinacional y sus ramas que conforman
el tejido necrótico de las corporaciones mediáticas, me refiero a los
empresarios ricachones, dueños de bancos y otros antros, construidos con fondos
provenientes de evasiones fiscales, lavado de dinero, robo y estafa, siempre
con la ayuda inestimable de políticos de toda ideología, de gobierno de turno,
sin los cuales sería un tanto más ardua la tarea de arrasar con la economía de
un país, tal el caso Argentina.
Bajo este punto de
vista, se logró un estado despótico de dominio, de los que ya están instalados
en sus sitiales desde donde reprimen, sojuzgan, los poderosos que con sus
máquinas de dominación burocrática, eliminan la posibilidad de dar sentido a
las vidas de miles de millones de seres humanos... ubicando en la denominada
cultura "chatarra" de hoy, a mascotas sin talento, sin gracia, sólo
con nalgas abiertas para recibir su pedazo de gloria, sumidos en éxtasis de
haber logrado llegar a la cima de la pirámide de basura, sin otro don, que
preparar su cuerpo para batallas de tinte porno: lo más sexual que el sexo.
¿Algo que agregar?,
claro, ¿como no?, sumo a los escribas, los mandarines y mandaderos de la
cultura degradante de este milenio de las grandes muertes, que tienden a
aniquilar y modificar la historia y su relato olímpico, interpretar a
"piaccere" lo que jamás tuvo sitio, ni lugar. Si no lo creen
pregúntenle a Constantini el origen de su fortuna, se llevarán sorpresas. O tal
vez a las chicas otrora modelos, ya un tanto envejecidas, con células deterioradas,
que optan por acudir al llamado de medios monopólicos, previo cambio de
favores, para convertirse en periodistas express. ¿Soportan tanta farsa? yo
no... y tengo tanto por decir de los privilegiados del régimen vetusto, como
Bulgheroni, Macri, Rocca, Roemmers, Brito, Piano, y otros, y sus entornos,
conformados por voceros opinólogos, que vendían colchones en los parques de
Quilmes, cocineros gourmets, tendencia "pampa húmeda" o
"patagonia ardiendo", sus pintores "brocha gorda",
escritorzuelos del libro del día, cineastas que sean otra 'cosa', actores y
actrices de la escuela de "muchachos del stand up garganta profunda",
miles de músicos o algo así en la cúpula del desafinado de miles de notas
vagabundas, conductoras 'onda streaming' vuelta y vuelta. Pues hay tantos que
es imposible juntar toda la fauna banal, en un editorial.
¿Tienen alguna
idea, queridos lectores, de porque les comento esto? pues nada es casual. La
trama se construye década a década, con estilo 'muchachos de Chicago', en
tiempos de la depresión de Estados Unidos del 29, siglo XX. Hablo de quienes
conozco y sé de sus tránsitos en busca del arca de la alianza con el contacto a
tiempo, dándolo todo por todo, lo material lógico. No me llevo por trascendidos
ni alcahueterías que conforman el lado subyacente que venden a la gilada la
corpo de medios con voces de informantes ignorantes, plenos de resentimiento,
me refiero a todos y todas, ¿o piensan que existe la noticia pura, sin
maquillar? Mi padre, un garca superstar, cuando yo era niño, en vacaciones en
Uruguay, decía a viva voz, ¡esto es vida!, en este país nosotros, los
argentinos hacemos lo que queremos... lo dejé de ver a mis 18 años, al campeón
de la simulación, pero tenía razón en ese punto, basta apreciar quiénes son los
tilingos argentos que viven o invierten en Uruguay, para darnos cuenta de que
nuestros hermanos uruguayos, protegen a los lavadores y demás podredumbre
humana. "Pepe" Mujica no lo ignora, ¡ojo! supo hacer un millón de
amigos en su presidencia con el relato de la austeridad, con las peores
intenciones... hasta asociarse al TISA, fundir PLUNA, ser mascota de Soros,
recibiendo a cambio fama y éxito, como referente de la posverdad...
"juguete de multinacionales" (Mujica dixit, El País, Madrid, marzo
2014)
Los prejuicios
tienen un rol fundamental en la vida de la gente, como la inseguridad de saber
que no son quienes piensan ser, incluyo por supuesto la política y sus
mercaderes, los que dicen representarla, son perniciosos, peligrosos y como
vemos muy eficaces a la hora de ponerlos en práctica, pues están anclados en el
pasado. No confundamos con chusmeríos que tienen hora de vencimiento, con su
misión de contagiar abstracción del deber ser, instalando certezas de segundos,
pero a fuerza de ser replicadas toman carácter de evidencias.
Y se torna
necesario, ante las urgencias del momento, hacerles saber a los empresarios que
pretenden organizar la Argentina que viene, pues nada será igual luego de la
pandemia, lo afirmo con cierta certeza que me otorga la incertidumbre, soportando
cuarentena hace muchos años, por estar silenciado por las prostitutas de
medios, esclavos del poder político, y poderosos empresarios que no soportan
saber que sé sobre ellos, cuando eran ciudadanos de a pie y quién construye
este relato, un dandy, al decir del entrañable Adolfo Bioy Casares, en prólogo
de mi ensayo Big Relato. ¿Quién puede negar que lo manifestado no es cierto?
Hora de ponerles los puntos a los que monopolizan los espacios de cultura,
sociales y políticos y corpos de medios, el primer poder hoy, con estilo
kitsch, grosero y altamente excluyente a todos los que podemos aportar ideales
fundacionales, sin temor a las presiones que devienen de actuar con libertad.
Pues estos mafiosos, de toda extracción, sindical, de cuadros políticos,
curadores pret a porter de la cultura armada en cloacas, no desean ceder ante
las presiones de miles que saben muy bien que lo esencial es la salud, luego la
economía con la nacionalización de la banca, primordial para dejar de
flexibilizar a gobiernos a intereses de pocos estafadores, los que apuntalan el
terrorismo de medios basura, los coporacionistas... o piensan que lo que
informan es esencial... ¿por qué prescriben las causas de atorrantes como
ex-presidentes, actorcitos, empresarios truchitos, alcahuetes de usinas de
inteligencia?
Terrorismo es
difamar, mentir, clasificar sin materia de prueba, silenciar, amenazar, atentar
y censurar al ser libre de ataduras, que arriesga su vida, al poner en juego
valores, ya perimidos. Terrorismo es alentar a boicotear acciones por y para la
igualdad de los ciudadanos que componen una comunidad, harta de tanta estafa,
fraude y sobre todo, cobardía, al tomar conocimiento que toda la legislación
vigente, está hecha para los ricachones, dueños de nada, sólo de la soledad que
cala hondo en sus vidas.
Espero Alberto
puedas decir “¡no!” al apriete, que pareciera soportaste el viernes 3 de abril,
por bancos que no habilitaban cajeros, Sindicato de La Bancaria que no deseaba
exponer a sus empleados al riesgo del coronavirus, al presidente el Banco
Central que no supo apretar clavijas a la corpo de bancos privados, que no
pueden ver a seres de la tercera edad, en espacios de sus inmundos bunkers, en
los bancos que debían pagar miserias a jubilados "nuestros abuelos",
víctimas propiciatorias del sistema genocida y al director de ANSES, hombre
capaz, sin dudas, pero cobarde ante la confrontación que debía soportar. Estos
funcionarios deberían haber presentado su renuncia irrevocable, pero no lo
hicieron, lo ganado en estas semanas de encierro, se perdió y ganaron
nuevamente los privilegiados miserables empresarios y sus máquinas voladoras.
No olvidar que la salud no se recupera, como tampoco las vidas, las economías
pueden hacerlo y a pasos agigantados. Que la cuarentena dure lo que deba durar,
pues el coronavirus no retrocederá ante nada.
(*) Filósofo y
poeta.
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