EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO Y POETA.
El desparpajo, la
simulación, la mentira de ninguna verdad, que hacen a la esencia del
travestismo mediático, se aprecia en alcahuetes de multinacionales de la
"corpo" de medios tóxicos, denunciantes de "bolsillos
profundos" que no cesan de golpear, difamando al presidente Alberto
Fernández en su decir al empresario Paolo Rocca, quien en plena pandemia
despidió a 1450 trabajadores de su empresa.
"Miserable"
fue la palabra aplicada con acierto por Alberto, a la cual adhiero... Nunca tan
bien aplicado este término que lo hago extensivo a los otros ricachones
especuladores que conforman el club de la dictadura miserable ultraneoliberal,
como también a los informantes instalados al servicio del empresariado
corporacionista, conformado por explotadores y esclavistas, los mismos que han
instaurado la dictadura de mercado, hoy inexistente, ante la presencia del
coronavirus en el planeta. Llo han hecho pues la legislación vigente está hecha
a gusto de los intereses de estos mafiosos estafadores... Hora de decretar
leyes asimiladas a la igualdad, los derechos invulnerables de asalariados y
garantías para los mismos, que hagan de sus vidas algo digno de ser
experimentadas.
De manera
inmediata, en tiempos de coronavirus, rechazar la omnipotencia del régimen
globalizado único, sin contrapoder, reforzado cada día por sus depredaciones,
sus abusos de autoridad, preparados sigilosamente en la víspera, alimentados de
sus propios miserables éxitos. Tal el caso de los empresarios como Rocca y sus
mascotas, en contacto con políticos de toda extracción. No olvidar que la base
de todos los totalitarismos es la negación del respeto y la dignidad: esto es
lo que abre el camino a todos los fascismos, es por esa grieta que ellos se
infiltran. Tal el caso de la banda machirula, marcando tendencias en
desestabilizar en tiempos de fragilidad extrema, al orden social y político...
hay que terminar con este accionar criminal antes de que se convierta en
rutina.
Pues se ha impuesto
una ideología de la ganancia, en todos los espacios, sin otro objetivo que la
omnipotencia del poder financiero ilimitado, que no aspira a tomar el poder,
sino a dominar a quienes lo ejercen, aboliendo su autonomía. Estos aún toman
decisiones, conservan la administración del Estado, pero en función y bajo la
férula de un terrorismo financiero que no deja libertad de elección, a menos
que se tomen las medidas precisas de nacionalizar la banca, cobrar impuestazos
a los ricachones, expropiar si es conveniente al bien común, el público, que
debe privar a todo interés privado.
Esta pandemia
modificará los datos sentimentales de la vida en relación y si no nos
distraemos podríamos, ante nuestro destino común como especie, comenzar a
construir en igualdad y libertad un mundo donde quepamos todos. Quien no lo
aprecia de este modo, creo, es un exiliado del nuevo mundo que podemos apreciar
en el renacer de la naturaleza y sus criaturas... Sin presencia de turismo
depredador, sin monóxido de carbono despedido por aviones y automóviles, se
disfruta de un cambio climático real; no era difícil, solo que en las cumbres
del cambio climático no se ponían en juego las ganancias de las multinacionales
genocidas, tocando de soslayo temas que no hacían al núcleo de la cuestión.
A través de la
resistencia y las luchas, intentaremos llevar a cabo una épica del siglo XXI.
Es por ello que se torna imperativo desarrollar -frente a los grandes problemas
que se presentan hoy, pues estamos en guerra y hay enemigos de la vida y la
salud de la humanidad a la vista- movimientos de comunidades unificadas a
escala internacional, dirigirse a una nueva implicancia internacional
situacionista, ecológica, antirracista, humanista, en fin, un movimiento social
poderoso, insisto, con los derechos de todos a gozar de los beneficios de una
vida social en igualdad y solidaridad.
Con respuestas a
preguntas que nadie ha sabido responder, ni con la legislación vigente,
deficiencia legal de siempre, asimilada a los intereses de los
macromillonarios, que les importa nada el devenir de millones de seres
arrastrados con hambre, sin salud y sin techo, es decir sin ninguno de los
derechos inalienables de que debemos gozar todos... pues si la ley es amorfa e
inorgánica, ¿con quién o con qué se puede contar?, ¿con discursos?,
¿conversiones milagrosas de los empresarios?... Quien recibe alguna ayuda del
Estado, sea pequeño o gran empresario, debe acusar recibo, que deberá luego de
percibir las ganancias retribuir de algún modo innovador lo prestado por el
Estado benefactor, pues el norte de estos pequeños empresarios, ¿es diferente
al de Paolo Rocca o Jorge Brito?
Pues quien tiene
una pyme, no dude caminar el eterno sendero de las ganancias a cualquier costo,
en desmedro siempre del trabajador asalariado, en negro o blanco, qué más da...
La normalización de la pobreza o la institucionalización del salario de hambre
sirven para embellecer las estadísticas de los holdings, armados por las
corporaciones, precisas a la hora de articular la logística que justifique el
desastre provocado por su sadismo y avidez.
Lo pudimos apreciar
en los cuatro años de gobierno de CEOs machirulianos en Argentina, que hoy en
su espacio de oposición bastarda, exigen al gobierno de Alberto Fernández se
lleven a cabo acciones que jamás ellos han efectivizado; todo lo contrario,
arrasaron con nuestra cultura, economía y sobre todo es trascendente denunciar
la visibilidad que le dieron a la grieta, ya existente, explotándola del modo
más ruin y grosero, pues no son otra cosa que provocadores de escaramuzas
periféricas, pero a las que hay que darles importancia, pues no deja de generar
preocupación a quienes ante la batalla contra el coronavirus, deben librar de
forma paralela la batalla contra los apátridas, enemigos del pueblo argentino.
Se trata de
desmitificar, denunciar, crear contrapoderes subyacentes al que está en
vigencia, pues si desea modificar el sistema, hoy jaqueado, no hay otra
salida... Y los que alteran el equilibrio son los informantes de medios, muy
publicitados, así que no daré sus nombres. La farándula siempre prostituta del
poder empresarial, ya sea cívico o militar genocida y los infiltrados en las
hordas de militantes de lo vacuo, que se cuentan por miles.
Una prioridad en
este tiempo de pandemia y para dar espacio al nuevo tiempo por vivir, cual
resurrección, es asimilarse a una posición de negarse a ser engañado y
declararlo, revelar la impostura y rechazar la complicidad. Tareas
fundamentales, insuficientes, pero indispensables para quien pretende liberarse
de las artimañas ultraliberales, pues es inútil quieran resolver algo antes de
plantearlo de modo urgente, cual épica de milenio. Y en esto, quizás, se nos
irá la vida antes de experimentarla en todo su esplendor.
(*) Filósofo y
poeta.
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