DIOS CASTIGA SIN PIEDRA NI PALO.
Rafael ZAMORA MÉNDEZ.**
Aunque, a
determinadas específicas personas, mal
orientadas Instituciones Estatales y
perjudiciales clanes de adversos
cimientos humanos, a estas alturas de lo que les comento, deberían de golpearles
montañas enteras de pesados cimentos, para que remuneren y salden así sus
espinosos débitos de una manera lógica
y efectiva.
¡DICHOSOS AQUELLOS
QUE QUE LOGREN MORIR CON LA SATISFACCIÓN DE NO HABERLE HECHO DAÑO A NADIE , NI
SIQUIERA A UN ALMA!
LA CARIDAD ES LA
MÉDULA DE LA JUSTICIA Y, AUNQUE LAS DIFICULTADES SEAN LA SAL DE LA VIDA, tenemos que navegar
por los desfavorables mares de la
quejumbrosa realidad, para tener que aceptar el que un incómodo vecino, haya
salido felizmente triunfante de una
grotesca desavenencia, “PORQUE, UN ENORME CONSTRUCCIÓN COLINDANTE, LE IMPEDÍA POR COMPLETO, ADMIRAR EL
PANORÁMICO PAISAJE QUE ANTE EL FANALES
DE SUS AMANTES OJOS, HABITUALMENTE,
TENÍA”
Con ello, ha
logrado el que 180 desdichadas personas, establecidas en el mismo, en riguroso
plan de residencial acogida, con un
exquisito PERSONAL ADMINISTRATIVO-SANITARIO,
hayan tenido que ir saliendo, poco a poco, paso a paso, hacia otros
arrinconados lugares, incluso, bastantes
lejanos, causándoles así todo un chalado
menoscabo a sus resignados visitantes
familiares, que, inocentemente, sufren y padecen de algo que hubiese podido
tener bienaventurado reparación, tan solo con un poco de buena voluntad, de
fecundo corazón y, SOBRE TODO, de BENEFACTORA FILANTROPÍA Y BENÉVOLOS SENTIMIENTOS.
¡Por una muy mala
gestión arquitectónica, en un negativo día concedida y realizada, con resignada desolación,
atemorizados y compungidos, suplicamos
al IMPARCIAL DESTINO, sepa absolver al
agalludo causante de tales estropicios provocados!
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