domingo, 8 de julio de 2018

Cuando el inquisidor es uno de los nuestros


Cuando el inquisidor es uno 
de los nuestros
POR RAFAEL CID
Pedro Sánchez no solo está gobernando con los presupuestos de Rajoy. Esos que cuando estaba en la oposición rampante (“echar al PP de las instituciones”) le parecían tan antisociales que esgrimió una enmienda a la totalidad. Ahora también ha utilizado la misma cicuta que los de Génova 13 inocularon en el ente público de RadioTelevisiónEspañola (RTVE). La designación “provisional” del periodista que accedió a la dirección de Radio3 en la etapa del PP pone de manifiesto una vez más la ninfomanía del poder.

Así que dicho y hecho. Las primeras de cambio no vienen con la derogación de las reformas laborales y de pensiones perpetradas por ellos y sus adversarios políticos para hacer que la crisis financiera la pagaran los trabajadores. Tampoco conlleva el imperativo reformista de mejorar la financiación autonómica a fin de que las comunidades puedan tener más recursos económicos para atender adecuadamente sus necesidades sociales. Con semejantes trazas no resulta extraño que la tribu conservadora haya decidido no presentar candidatos de su cuerda para renovar la cúpula de RTVE. En cierta medida, el PSOE del ¡váyase señor Rajoy! está recuperando a uno de los suyos.


Porque, el elegido para pilotar RTVE (más de 1.000 millones de facturación y más de 6.000 empleados: un oscuro objeto de deseo) es un periodista que hizo méritos nada más aterrizar en R3 como saben hacer los que quieren deslumbrar al señorito. Se cargó el programa “Carne Cruda”, uno de los pocos espacios críticos de la emisora pública, que tenía la osadía de mostrar que existen otros mundos más allá de la propaganda y el “si boana”. Y por si fuera poco, para dejar sentado su autoridad en el antenicidio, proclamó que Carne Cruda era poco menos que una “radio pirata”. Tomás Fernández Flores, ecce homo, será el nuevo mandamás de RTVE por el dedazo del tándem Sánchez-Iglesias, y el jefe al que tendrán que seguir los restantes consejeros de esa lista, en su mayoría periodistas del entorno del digital Público, propiedad del rojo Roures.

Lo actuado hasta la fecha por el “pedrismo” pasa sobre todo por un política de gestos y remenbranzas que van del Aquarius a las plataformas regionales de desembarco; de la momia de Franco al torturador Billy El Niño; y cuyo “punto G” hasta el momento es el continuismo presupuestario y mediático. Porque vender casi como un avance civilizatorio que el presidente del gobierno acepte reunirse con Torra “sin cortapisas” no deja de ser un insulto a la inteligencia. ¿Cuál es el hecho diferencial entre esa “cumbre del diálogo” y la que tiempo atrás protagonizo Rajoy con Puigdemont? Una única cosa: que ahora la batuta la tiene quien propuso en solitario agravar el código penal para que el delito de rebelión no requiriera el concurso de violencia. O sea, volver a la tipificación del franquismo.

Gato blanco, gato negro, lo importante es que cace ratones, dijo el que debió inventar las ratoneras. De ilusión también se vive. De hecho desde que hay un nuevo inquilino en La Moncloa han cesado las movilizaciones de jubilados indignados y sindicalistas dispuestos a dar la batalla, aunque desde el gobierno les hayan dicho “vuelva usted mañana”. Será porque a uno de los otros ha sucedido uno de los nuestros. Y como dijo Gloria Fuertes en este mundo traidor “todo vale, todo se aprovecha, de un cuerno se hace una percha”.
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario