VÁYASE Sr. BORBÓN (I)
JM
AIZPURUA
Resulta complicado
un texto dirigido a quien se pretende rey por parte de quien no se considera
súbdito y además con un antidemocrático imperativo legal que perturba la
libertad de expresión con algodones reales. Pero vamos a intentarlo.
Me animo a
escribirle, no por mi condición republicana, si no mas bien por la carencia de
condición monárquica que observo en su real persona. Le explico:
Según mi leal saber
y entender, Vd. no es rey de nada, salvo en su casa con permiso de la parienta.
Si hago caso a la reina Isabel II que contó al confesor que sus hijos fueron
concebidos con ayuda externa y ninguno con participación del rey; la “saga real”
se extinguió. No es usted descendiente de nadie “real”, tan solo es hijo de un italiano
y una griega, descendientes de reyes abdicados y por tanto plebeyos como todo
quisqui.
Quite su cuadro de
Carlos III y ponga el de Isabel II: es más seguro.
Además, De Niro le
ha dicho a Trump “jódete” en la TV, y no le ha pasado nada y eso que manda
mucho más que usted.
El Estado español
era República y con un golpe de estado y una dictadura de 40 años lo
convirtieron artificialmente en “monarquía”.
La restauración
democrática del 78, “olvidó” restaurar la república y su papá, designado por Franco
monarca del fascismo y la dictadura, abjuró de sus juramentos y se coló de
monarca para la nueva democracia. (No deje leer a las niñas estas líneas y
ponga tachones).
Línea real ninguna,
legitimidad franquista.
Su presencia en el
trono es por lo tanto una carambola a dos bandas: la fascista y la machista. La
primera por ser hijo del monarca de Franco y la segunda por que se saltó la
mayoría de edad de sus dos hermanas como herederas legítimas al trono. ¡Oiga;
lo que gritan las feministas estos días y en esto se quedan mudas!
Y ya mas tranquilo
porque podemos intimar algo más al bajarlo de su peldaño real y poder hablarle
con mayor confianza, le confieso que el carisma, esa cualidad que su papá
mantuvo entre pícaro y bobón, a usted no le adorna.
Por su trayectoria,
por su carencia de mérito, sus uniformes, sus mensajes pretendidamente
profundos, sus poses y actitudes resultan falsos y grotescos y nos asombra que
usted tenga algo que contarnos en foros y universidades y mucho menos en
navidad donde nos aburre con un intento de “tradición”. No resulta.
Usted es un “hijo
de papá”, como muchos y con todo su derecho, pero su intento fallido de
hacernos creer su “realeza” es una mala jugada.
A mi que me
encantan esas dos niñas que tuvo con la de la TV, me preocupa que hoy la pareja
se dedique a convencer a las niñas que son princesas, y cuando lo consigan,
ellas tendrán la misión de tratar de convencernos a nosotros que lo son. Cruel
destino.
No se merecen eso
esas niñas que tienen todo el derecho constitucional a ser niñas, adolescentes
y mujeres, en libertad e igualdad con sus compatriotas, con toda su
potencialidad para ser profesionales, astronautas, cajeras de super o artistas,
pero; ¿princesas?
La que olvidó que
es nieta de taxista, plebeya intachable que podría haber transformado su
familia en algo normal, se atrincheró en el pijismo con usted y aislados en
elitismo se alejan cada día más de lo que es la normalidad ciudadana.
Ustedes caminan
hacia la catástrofe política, obstruyendo esa república inevitable, hoy o
mañana, y el mejor servicio al país lo harían con una bonita renuncia, sin
trauma, por motivos humanitarios y de realidad democrática, y con el
agradecimiento de la población. Esas niñas merecen una vida rica en
experiencias alejadas de la rigidez protocolaria, que las traumatizará de por
vida.
Piense en su tío “Tino”,
que nunca pudo volver al trono por vía democrática, y no cometa sus mismos
errores. No permanezca en donde sabe que no es su lugar.
Entonces, hasta
podrá insultarme a gusto sin cortarse por el protocolo; le merece la pena.
Su “reino” sufre de
enormes taras y falta de futuro. En él no hay economía suficiente para sus
súbditos, ni patria para todos, y usted no aporta nada a su superación con la
vieja fórmula monárquica. Crear una polémica monarquía-república, sería estéril
y desmenbrador La solución la tiene usted con una retirada honrosa, por la
puerta grande, dejando el “reino” para ver si alguien es capaz de conformar un
Estado con garantías y usted ocuparse más de su familia, pues de las nuestras
lo hace usted muy mal.
Usted es utilizado
por poderes fácticos para ocultarse tras su imagen y consciente usted de su
absoluta falta de realeza y de su plebeya igualdad ciudadana, debe dar el paso
y volver al Género Humano, de donde nunca debieron salirse ni usted ni los que
le precedieron.
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