TEMPRANO...
DUNIA SÁNCHEZ
Temprano. Todavía los astros rondan en el firmamento.
El frío escala hasta sus entrañas como acero plomizo que la hace dormitar. Pero
se despereza. Se levanta. Y rastras lleva los sueños del nocturno. En la cama su amor. Ahí está en el apacible
encuentro entre mantas y sábanas ¿Qué soñará?, se pregunto. Su rostro es tan
sereno que le da cosa despertar aquello donde se sumerge en las profundidades
del subconsciente pero no queda remedio la jornada se aproxima con su paso
apresurado y es hora de crecer entre las columnas de la ciudad.
Elévate amado mío. Ya es tarde. El café
te espera. Truenos y relámpagos censuran este nuevo día diciendo que la lluvia
vendrá. Vendrá con sus agujas frescas y su humedad. Es largo este invierno
donde los ecos sonoros de la calidez se han alejado. Ya sé que duermes. Duermes
en la armonía de otro mundo, de otras esferas donde la dicha congrega a todos
los seres humanos en una misma hoguera. Todos iguales. Sin la aberración de la
distinción. Aquí estás en esta habitación con tus sueños. Puedo adivinar lo que por tu mente pasa.
Andas rondado por la habitación averiguando lo que se esconde detrás de
mis sueños ¡Déjame dormir¡ Soñaba un paraje lejos, muy lejos…donde los hombres
y mujeres éramos recurso de la paz, de un hambre eclipsada, de armas
inexistentes y frutos todos ellos del mismo río. Todos iban a beber. Sí, a
beber. Se sentían…Como decirte…allendes a todo mal de la venganza, del egoísmo,
de la muerte. Ya, tengo que elevar mi cuerpo y dejar este grato sueño para seguir
la misma rutina de todos los días. Ya la casa se describe el aroma del café. El
aroma de tu ir y venir con las prisas que presenta la mañana. Pero déjame por
favor. Un poco más soñar con ese mundo perfecto.
Todavía duerme. Qué bello es el
sueño logro averiguar. Le da igual todo. Si llega tarde que más da. Hay que
recoger cada instante que nos de satisface y da felicidad como logró del yo.
Yo, sola, me tomaré el café. Pensaré en el.
En lo hermoso que debe ser vivir
en una tierra distante.
Ella se toma el café. No espera…No esperes. Me quedaré aquí con la
maravilla callada de mi largo dormir. Es
tan hermoso…la siento. Creo que ya se va. Puerta que se abre y se cierra.
Mientras yo seguiré aquí, bajo este techo con la alegría de un mundo mejor.
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